Mazón dimite porque es el responsable político de una tragedia natural. No es un asesino, como le han tachado sus adversarios políticos de la izquierda, pero es responsable de una cadena de errores que supuso la muerte de decenas de personas. Es lo que tiene ser un cargo público. Hay que asumir las consecuencias de una mala gestión ante una adversidad tan dramática como aquella riada.
Sin embargo, el anuncio de la dimisión llega en el peor de los momentos. Mazón ha tenido todo un año para dejar el cargo y lo hace el mismo día y a la misma hora en que Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, se sienta en el banquillo de los acusados por un delito que le puede costar hasta seis años de cárcel por actuar rastreramente a las órdenes de su jefe, el presidente del Gobierno. La dimisión llega también el mismo día en que el Tribunal Supremo propone juzgar a Ábalos, Koldo y Aldama por llevárselo crudo con el negocio de las mascarillas cuando miles de españoles perdían la vida en plena pandemia del Covid.
Nuevamente, el PP parece actuar al dictado de unos políticos y unos medios gritones que ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el suyo. Feijóo ha claudicado ante quienes pedían la cabeza de uno de los suyos y, sin embargo, es incapaz de tumbar a uno de los políticos presuntamente más corruptos de la historia de la democracia. El líder de la derecha sacrifica a Mazón, pero no logra que Sánchez y su banda dejen el poder. ¿Acaso el inquilino de la Moncloa no actuó de forma criminal al abandonar a los valencianos durante la riada? El mismo que salió huyendo de Paiporta dejando tirado al rey. ¿Alguien le ha tachado de asesino por ello? Y, mientras, Ábalos sigue sentado en su escaño del Congreso, un corrupto y putero como representante de la soberanía nacional. Un insulto a los españoles ¿Cuántas manifestaciones de feministas han pedido su dimisión?
Es cierto que Sánchez no tiene escrúpulos de ninguna clase. Un presidente que será recordado por decir a los valencianos que si necesitan ayuda la pidan, un mandatario que no se inmutó ante una tragedia como aquélla, que promete que no dejará a nadie atrás aunque antes de terminar la frase ya se ha olvidado de su promesa, es alguien que seguirá flotando como un corcho en una tormenta. Y nadie pide su cabeza pese a chapotear en la corrupción.
Mientras, la derecha se arruga ante la presión de sus adversarios. Mazón tenía la obligación moral de dimitir, sí, pero ¿acaso en el PP nadie valoró que lo hacía en el peor momento posible? Para regocijo de la izquierda y sus medios, el presidente valenciano y la derechita acomplejada han tapado la noticia del fiscal general del Estado sentado en el banquillo de los acusados, algo que "haría caer a cualquier presidente decente", en palabras de Feijóo. La estrategia de éste parece dictada por alguien que no quiere ganar unas elecciones. Si fuera así, quien debería dimitir es él mismo por respeto a sus casi ocho millones de votantes que sí quieren poner fin a uno de los gobiernos más nefastos que ha podido tener España.
Elisa | Martes, 04 de Noviembre de 2025 a las 09:47:52 horas
Sí, es una lástima que no haya nadie con dos dedos de frente en el PP. Luego sale Feijóo meneando la cabecita y haciendo unas declaraciones con una voz monótona e "institucional" (como a él le gusta decir de sus actuaciones) y se cree que con eso basta. A este "resiliente y resistente" no le tumba nada ni nadie.
Váyase señor Feijóo. La estulticia es el peor de los pecados y los del PP la exhiben a diario. ! Qué pecado! Como diría mi amiga Marta.
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