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Sábado, 25 de Octubre de 2025
Premios Princesa de Asturias
El Rey apuesta por "educar en valores" para garantizar la "convivencia democrática"
La Princesa Leonor apela a "volver a lo esencial": respetar a quien piensa diferente
El Rey Felipe VI ha defendido la necesidad de "educar en valores" para garantizar la "convivencia democrática" y dar a las nuevas generaciones las herramientas con las que construir su futuro en un mundo que se debate entre "dos extremos inquietantes", el individualismo y la globalización.
Así lo ha hecho durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias en el Teatro Campoamor de Oviedo, en la que ha subrayado que "vivimos en un mundo que se debate entre dos extremos que son, por igual, inquietantes".
Por un lado, existe un "cultivo del individualismo radical que, si no se embrida de algún modo", ha prevenido Felipe VI, "puede llevar tanto a la indiferencia como a la soledad". En su opinión, resulta paradójico que "sociedades tan interconectadas como las actuales estén tan llenas de personas que están solas, se sientes solas o tienen problemas para comunicarse".
Por otra parte, existe "una pulsión globalizadora que todo lo homogeiniza, que oscurece las diferencias, las singularidades, que degrada la diversidad", ha añadido el monarca, subrayando que en muchas ocasiones lo hace "en favor de comportamientos gregarios, sujetos muchas veces a los dictados, sutiles pero persistentes, de una red, de un algoritmo, de una pantalla".
NO HAY QUE NEGAR LA REALIDAD NI HUIR DEL CAMBIO
En este punto, ha sostenido que "educar en valores no consiste en negar la realidad que nos toca vivir, ni tampoco en huir de cambios tecnológicos que son ya parte de nuestra vida" y que gestionados de forma ética "pueden ser un aporte extraordinario", sino que "consiste en encontrar ese camino intermedio entre la comunidad y la persona, entre el respeto por lo colectivo y el valor del individuo".
Es también, ha dicho Felipe VI, "potenciar la vida en sociedad sin abandonar el complejo universo moral que se encierra en cada uno" y "abrir a la persona a una manera de vivir mejor, con más plenitud, con más conciencia del ser y del estar en el mundo".
"La convivencia democrática tiene su gran pilar en la educación", ha subrayado, advirtiendo de que "mientras seamos capaces de inculcar en quienes vienen detrás de nosotros los principios y valores por los que hemos luchado, les estaremos dando las herramientas para construir su futuro".
Precisamente, ha señalado el Rey, "esa dimensión didáctica está muy presente en los Premios Princesa de Asturias" y en sus galardonados, "un grupo de personas excepcionales, cuyo camino merece ser reconocido". "No para seguirlo, ni para imitarlo, sino para aprender cómo se hace: cómo se traza y cómo se recorre un buen camino", ha agregado.
CEDER EL TESTIGO A LA PRINCESA DE ASTURIAS
Como ya ocurriera el año pasado, cuando por primera vez fue la Princesa Leonor quien pronunció los elogios de los galardonados, Don Felipe ha tenido palabras que han sonado a despedida y a pasar el relevo a su hija mayor, de quien ha resaltado que "ha ido asumiendo gradualmente la tarea dando a cada paso pruebas de madurez y sensibilidad y con un papel más activo en la vida pública".
El monarca ha recordado que asistido durante 44 años, los últimos siete acompañando a la Princesa de Asturias. "Me corresponde, creo yo, ir cediéndole ya este espacio, como heredera de la Corona y como presidenta de honor de la Fundación desde hace 11 años", ha afirmado.
"Esto lo digo con emoción", ha señalado, tanto como padre como Rey, pero también con la "firme intención" de mantenerse vinculado a los premios, a la Fundación y a Asturias, "tierra querida de la que no puedo concebir estar lejos", como tampoco la Reina, ha añadido.
"Gracias a la Fundación Princesa de Asturias y a sus patronos por hacer esto posible, y gracias de corazón a los asturianos por su afecto, entusiasmo y calidez cada otoño, y por hacer de estos Premios una parte esencial de nuestra memoria colectiva", ha remachado.
DISCURSO DE LA PRINCESA LEONOR
Por su parte, la Princesa Leonor ha defendido la necesidad de "volver a lo esencial", respetando a quien piensa diferente, tratando bien al prójimo y valorando la educación, al tiempo que ha reivindicado la importancia de la convivencia para garantizar el progreso compartido y de preservar los valores que "nos definen y nos guían".
"En tiempos de inmediatez, de fugacidad, de virtualidades, de bits", ha dicho durante su discurso en la entrega de los Premios Princesa de Asturias en el Teatro Campoamor de Oviedo, en el que ha optado por la fórmula de una carta a cada uno de los premiados para glosar sus logros y contribuciones.
Según ha explicado, ha optado por "esta comunicación que evoca al papel y al bolígrafo", porque, ha dicho entre las risas del público, "aun siendo de la 'Generación Z' e hija de una 'X' y de un 'boomer', tengo la sensación de que una carta permite pararse, profundizar y pensar más".
"Siendo consciente de la complejidad que nos rodea y de cómo estas mujeres y hombres la han atravesado con sus obras y sus vidas, estaréis de acuerdo en que conviene equiparse con buenas herramientas para afrontar esa complejidad", ha sostenido. "No vendría mal avivar el entusiasmo. Quizá debamos volver a lo esencial, a los básicos", ha añadido.
Aquí, ha incluido "el respeto por quienes piensan diferente, por quienes son diferentes" así como la educación y la necesidad de "valorar a nuestras maestras y maestros y considerar nuestro tiempo escolar obligatorio como una etapa crucial en la que todos (administraciones y sociedad civil) deben implicarse para que cada ciudadano libre tenga oportunidades".
También ha instado a no olvidarse de atender, "con acciones responsables y medibles, a quienes no lo tienen fácil, a las personas más vulnerables, a los jóvenes que pelean para formarse, para tener un trabajo, para tener un hogar, a las personas mayores que no desean estar solas, a nuestros niños y niñas en riesgo de pobreza".
Además, ha añadido, "quizá haya que recordar lo que significa tratar bien al prójimo, salir de la trinchera, sacudirnos el miedo, unirnos para hacer las cosas mejor, pensar en que, si no miramos al otro, no sabremos construir confianza".
DEFENSA DE LA CONVIVENCIA
La Princesa Leonor ha reconocido en este punto que "la convivencia no es fácil, pero es el único camino para lograr el progreso compartido". Por ello, ha añadido, "tiene sentido cuidar y defender los valores que, como españoles y europeos, en realidad como ciudadanos de cualquier lugar, nos definen y nos guían".
"Confiar en ellos es confiar en la libertad frente al miedo, en la justicia frente a la arbitrariedad, en la democracia frente a la intolerancia, en el Estado social de derecho frente al abuso del poder, en los Derechos Humanos frente a la indiferencia", ha proseguido la hija mayor de los Reyes.
"Soy consciente de que a veces las palabras pronunciadas en un atril pueden sonar vacías, pero sé también que no está de más repasar y recordar la naturaleza de las dificultades, pero también de las soluciones, e insistir en que no hay fórmulas mágicas para gestionar esa complejidad", ha agregado.
Por segundo año consecutivo, le ha correspondido a ella, como presidenta de honor de la Fundación Princesa de Asturias, glosar a los galardonados, con palabras de elogio hacia los logros alcanzados por todos ellos.
Respecto a la ganadora del Premio de los Deportes, la tenista Serena Williams, ha valorado que "nadie podría entender hoy el tenis sin ti". "Nos has demostrado que la grandeza no está en ganar siempre, sino en la capacidad de levantarse, aprender y seguir adelante", ha destacado.
GUIÑO A LA INFANTA SOFÍA
"Es bonito lo que dices de tu hermana: 'Sin Venus, no habría habido Serena'", le ha dicho a la tenista estadounidense. "Las hermanas cómplices son nuestras grandes compañeras de viaje", ha destacado, arrancando un sonoro aplauso del público y las miradas cómplices de los Reyes hacia la Infanta Sofía, presente en el acto y con la que la Princesa Leonor tiene una estrecha relación.
De Mario Draghi, Premio de Cooperación Internacional, ha resaltado sus palabras en 2012 cuando era presidente del BCE y dijo que "haremos todo lo que sea necesario". "Esas palabras encerraban un mensaje más profundo que el de la estabilidad financiera: la defensa de los valores europeos, de la solidaridad entre países y de la idea, no por repetida menos valiosa, de que juntos somos más fuertes", ha señalado.
En cuanto a la ganadora del Premio de Investigación Científica, Mary-Claire King, que no ha estado presente en el acto, ha elogiado que "su trabajo ha logrado la identificación de una región cromosómica humana que albergaba un gen cuyas mutaciones predisponen al cáncer de mama y de ovario" así como haber contribuido "con sus conocimientos en genética a que los nietos de los desaparecidos por la represión de la dictadura argentina hayan podido reunirse con sus familias".
Del Museo Nacional de Antropología de México, galardonado este año con el Premio de la Concordia, ha resaltado su labor para cuidar, conservar y preservar "el legado prehispánico y la cultura indígena de México, mientras que de la galardonada con el Premio de las Artes, la mexicana Graciela Iturbide, ha puesto en valor cómo "ha plasmado la fuerza de las mujeres" en sus fotografías.
Por lo que se refiere al galardonado en la categoría de Ciencias Sociales, Douglas Massey, ha elogiado su análisis de los movimientos migratorios y su argumento de que la inmigración conlleva costes y beneficios. "Desde el rigor académico ha contribuido a rehumanizar la mirada hacia quien deja su país", ha valorado la Princesa de Asturias, incidiendo en que "ha roto las narrativas simplistas y ha formulado políticas migratorias basadas en datos y no en desinformación".
Respecto al Premio de las Letras de este año, el escritor Eduardo Mendoza, ha reivindicado que su obra "es necesaria". "Para saber más, para comprender más, para aparcar el scroll infinito (ya saben, lo de arrastrar sin fin el dedo por la pantalla del móvil del que somos víctimas los jóvenes y los no tan jóvenes...) y permitir que la lectura profunda de tus libros nos lleve a hacer inferencias y deducciones", ha afirmado.
Todo esto, ha agregado, "nos llevará al análisis y al discernimiento de la realidad, es decir, a una mejor comprensión de cuanto nos rodea". "¿Y no es eso ser más libres?", ha planteado la Princesa de Asturias.
Por último, al Premio de Comunicación y Humanidades, Byung-Chul Han, le ha preguntado "¿cómo recuperamos, sobre todo los jóvenes, la trascendencia para que la vida no sea, como usted dice, la mera satisfacción de necesidades y la exhibición narcisista -en las redes sociales- de un optimismo que confundimos con verdadera esperanza en medio del ruido de los datos y de la información, tan lejos, por tanto, del verdadero conocimiento?".
![[Img #165580]](https://madridpress.com/upload/images/10_2025/7497_reyes.jpg)
Así lo ha hecho durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias en el Teatro Campoamor de Oviedo, en la que ha subrayado que "vivimos en un mundo que se debate entre dos extremos que son, por igual, inquietantes".
Por un lado, existe un "cultivo del individualismo radical que, si no se embrida de algún modo", ha prevenido Felipe VI, "puede llevar tanto a la indiferencia como a la soledad". En su opinión, resulta paradójico que "sociedades tan interconectadas como las actuales estén tan llenas de personas que están solas, se sientes solas o tienen problemas para comunicarse".
Por otra parte, existe "una pulsión globalizadora que todo lo homogeiniza, que oscurece las diferencias, las singularidades, que degrada la diversidad", ha añadido el monarca, subrayando que en muchas ocasiones lo hace "en favor de comportamientos gregarios, sujetos muchas veces a los dictados, sutiles pero persistentes, de una red, de un algoritmo, de una pantalla".
NO HAY QUE NEGAR LA REALIDAD NI HUIR DEL CAMBIO
En este punto, ha sostenido que "educar en valores no consiste en negar la realidad que nos toca vivir, ni tampoco en huir de cambios tecnológicos que son ya parte de nuestra vida" y que gestionados de forma ética "pueden ser un aporte extraordinario", sino que "consiste en encontrar ese camino intermedio entre la comunidad y la persona, entre el respeto por lo colectivo y el valor del individuo".
Es también, ha dicho Felipe VI, "potenciar la vida en sociedad sin abandonar el complejo universo moral que se encierra en cada uno" y "abrir a la persona a una manera de vivir mejor, con más plenitud, con más conciencia del ser y del estar en el mundo".
"La convivencia democrática tiene su gran pilar en la educación", ha subrayado, advirtiendo de que "mientras seamos capaces de inculcar en quienes vienen detrás de nosotros los principios y valores por los que hemos luchado, les estaremos dando las herramientas para construir su futuro".
Precisamente, ha señalado el Rey, "esa dimensión didáctica está muy presente en los Premios Princesa de Asturias" y en sus galardonados, "un grupo de personas excepcionales, cuyo camino merece ser reconocido". "No para seguirlo, ni para imitarlo, sino para aprender cómo se hace: cómo se traza y cómo se recorre un buen camino", ha agregado.
CEDER EL TESTIGO A LA PRINCESA DE ASTURIAS
Como ya ocurriera el año pasado, cuando por primera vez fue la Princesa Leonor quien pronunció los elogios de los galardonados, Don Felipe ha tenido palabras que han sonado a despedida y a pasar el relevo a su hija mayor, de quien ha resaltado que "ha ido asumiendo gradualmente la tarea dando a cada paso pruebas de madurez y sensibilidad y con un papel más activo en la vida pública".
El monarca ha recordado que asistido durante 44 años, los últimos siete acompañando a la Princesa de Asturias. "Me corresponde, creo yo, ir cediéndole ya este espacio, como heredera de la Corona y como presidenta de honor de la Fundación desde hace 11 años", ha afirmado.
"Esto lo digo con emoción", ha señalado, tanto como padre como Rey, pero también con la "firme intención" de mantenerse vinculado a los premios, a la Fundación y a Asturias, "tierra querida de la que no puedo concebir estar lejos", como tampoco la Reina, ha añadido.
"Gracias a la Fundación Princesa de Asturias y a sus patronos por hacer esto posible, y gracias de corazón a los asturianos por su afecto, entusiasmo y calidez cada otoño, y por hacer de estos Premios una parte esencial de nuestra memoria colectiva", ha remachado.
DISCURSO DE LA PRINCESA LEONOR
Por su parte, la Princesa Leonor ha defendido la necesidad de "volver a lo esencial", respetando a quien piensa diferente, tratando bien al prójimo y valorando la educación, al tiempo que ha reivindicado la importancia de la convivencia para garantizar el progreso compartido y de preservar los valores que "nos definen y nos guían".
"En tiempos de inmediatez, de fugacidad, de virtualidades, de bits", ha dicho durante su discurso en la entrega de los Premios Princesa de Asturias en el Teatro Campoamor de Oviedo, en el que ha optado por la fórmula de una carta a cada uno de los premiados para glosar sus logros y contribuciones.
Según ha explicado, ha optado por "esta comunicación que evoca al papel y al bolígrafo", porque, ha dicho entre las risas del público, "aun siendo de la 'Generación Z' e hija de una 'X' y de un 'boomer', tengo la sensación de que una carta permite pararse, profundizar y pensar más".
"Siendo consciente de la complejidad que nos rodea y de cómo estas mujeres y hombres la han atravesado con sus obras y sus vidas, estaréis de acuerdo en que conviene equiparse con buenas herramientas para afrontar esa complejidad", ha sostenido. "No vendría mal avivar el entusiasmo. Quizá debamos volver a lo esencial, a los básicos", ha añadido.
Aquí, ha incluido "el respeto por quienes piensan diferente, por quienes son diferentes" así como la educación y la necesidad de "valorar a nuestras maestras y maestros y considerar nuestro tiempo escolar obligatorio como una etapa crucial en la que todos (administraciones y sociedad civil) deben implicarse para que cada ciudadano libre tenga oportunidades".
También ha instado a no olvidarse de atender, "con acciones responsables y medibles, a quienes no lo tienen fácil, a las personas más vulnerables, a los jóvenes que pelean para formarse, para tener un trabajo, para tener un hogar, a las personas mayores que no desean estar solas, a nuestros niños y niñas en riesgo de pobreza".
Además, ha añadido, "quizá haya que recordar lo que significa tratar bien al prójimo, salir de la trinchera, sacudirnos el miedo, unirnos para hacer las cosas mejor, pensar en que, si no miramos al otro, no sabremos construir confianza".
DEFENSA DE LA CONVIVENCIA
La Princesa Leonor ha reconocido en este punto que "la convivencia no es fácil, pero es el único camino para lograr el progreso compartido". Por ello, ha añadido, "tiene sentido cuidar y defender los valores que, como españoles y europeos, en realidad como ciudadanos de cualquier lugar, nos definen y nos guían".
"Confiar en ellos es confiar en la libertad frente al miedo, en la justicia frente a la arbitrariedad, en la democracia frente a la intolerancia, en el Estado social de derecho frente al abuso del poder, en los Derechos Humanos frente a la indiferencia", ha proseguido la hija mayor de los Reyes.
"Soy consciente de que a veces las palabras pronunciadas en un atril pueden sonar vacías, pero sé también que no está de más repasar y recordar la naturaleza de las dificultades, pero también de las soluciones, e insistir en que no hay fórmulas mágicas para gestionar esa complejidad", ha agregado.
Por segundo año consecutivo, le ha correspondido a ella, como presidenta de honor de la Fundación Princesa de Asturias, glosar a los galardonados, con palabras de elogio hacia los logros alcanzados por todos ellos.
Respecto a la ganadora del Premio de los Deportes, la tenista Serena Williams, ha valorado que "nadie podría entender hoy el tenis sin ti". "Nos has demostrado que la grandeza no está en ganar siempre, sino en la capacidad de levantarse, aprender y seguir adelante", ha destacado.
GUIÑO A LA INFANTA SOFÍA
"Es bonito lo que dices de tu hermana: 'Sin Venus, no habría habido Serena'", le ha dicho a la tenista estadounidense. "Las hermanas cómplices son nuestras grandes compañeras de viaje", ha destacado, arrancando un sonoro aplauso del público y las miradas cómplices de los Reyes hacia la Infanta Sofía, presente en el acto y con la que la Princesa Leonor tiene una estrecha relación.
De Mario Draghi, Premio de Cooperación Internacional, ha resaltado sus palabras en 2012 cuando era presidente del BCE y dijo que "haremos todo lo que sea necesario". "Esas palabras encerraban un mensaje más profundo que el de la estabilidad financiera: la defensa de los valores europeos, de la solidaridad entre países y de la idea, no por repetida menos valiosa, de que juntos somos más fuertes", ha señalado.
En cuanto a la ganadora del Premio de Investigación Científica, Mary-Claire King, que no ha estado presente en el acto, ha elogiado que "su trabajo ha logrado la identificación de una región cromosómica humana que albergaba un gen cuyas mutaciones predisponen al cáncer de mama y de ovario" así como haber contribuido "con sus conocimientos en genética a que los nietos de los desaparecidos por la represión de la dictadura argentina hayan podido reunirse con sus familias".
Del Museo Nacional de Antropología de México, galardonado este año con el Premio de la Concordia, ha resaltado su labor para cuidar, conservar y preservar "el legado prehispánico y la cultura indígena de México, mientras que de la galardonada con el Premio de las Artes, la mexicana Graciela Iturbide, ha puesto en valor cómo "ha plasmado la fuerza de las mujeres" en sus fotografías.
Por lo que se refiere al galardonado en la categoría de Ciencias Sociales, Douglas Massey, ha elogiado su análisis de los movimientos migratorios y su argumento de que la inmigración conlleva costes y beneficios. "Desde el rigor académico ha contribuido a rehumanizar la mirada hacia quien deja su país", ha valorado la Princesa de Asturias, incidiendo en que "ha roto las narrativas simplistas y ha formulado políticas migratorias basadas en datos y no en desinformación".
Respecto al Premio de las Letras de este año, el escritor Eduardo Mendoza, ha reivindicado que su obra "es necesaria". "Para saber más, para comprender más, para aparcar el scroll infinito (ya saben, lo de arrastrar sin fin el dedo por la pantalla del móvil del que somos víctimas los jóvenes y los no tan jóvenes...) y permitir que la lectura profunda de tus libros nos lleve a hacer inferencias y deducciones", ha afirmado.
Todo esto, ha agregado, "nos llevará al análisis y al discernimiento de la realidad, es decir, a una mejor comprensión de cuanto nos rodea". "¿Y no es eso ser más libres?", ha planteado la Princesa de Asturias.
Por último, al Premio de Comunicación y Humanidades, Byung-Chul Han, le ha preguntado "¿cómo recuperamos, sobre todo los jóvenes, la trascendencia para que la vida no sea, como usted dice, la mera satisfacción de necesidades y la exhibición narcisista -en las redes sociales- de un optimismo que confundimos con verdadera esperanza en medio del ruido de los datos y de la información, tan lejos, por tanto, del verdadero conocimiento?".

























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