Arrinconado por los jueces
Pasado el verano, los jueces que llevan casos de corrupción que afectan al Gobierno, al PSOE y al propio Pedro Sánchez han vuelto por sus fueros. Por más que intente distraer la atención con cortinas de humo al estilo de Gaza, el presidente está arrinconado por la corrupción.
Para abrir boca, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha ordenado a la Oficina de Conflicto de Intereses, dependiente del Ministerio para la Transformación Digital, que admita la denuncia que presentó el PP contra el presidente del Gobierno por el polémico rescate de Air Europa y los negocios de Begoña Gómez. Es un asunto que toca de lleno al inquilino de la Moncloa y a su esposa.
Además, la Fiscalía Anticorrupción se ha opuesto a la salida de Santos Cerdán de prisión provisional al considerar que sigue existiendo el riesgo de destrucción y manipulación de pruebas en el 'caso Koldo'. A parte de ser el número 2 del PSOE, el fiscal destaca el papel principal de Cerdán en la trama de amaño de obras. Difícil panorama. Igual de negro que lo tiene el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que ya ha sido procesado por revelación de secretos. Una situación inédita; todo un fiscal general a punto de sentarse en el banquillo de los acusados y se resiste a dimitir como le piden jueces y fiscales.
Dentro de unos días seguirán llegando noticias de los juzgados sobre el juicio al hermanísimo y a la propia Begoña Gómez, imputada nada menos que por cinco delitos. Y ya no cuelan las consignas de Moncloa denunciando que se trata de la acción de unos jueces politizados -es decir, les acusan de prevaricación- y que todo son bulos y lodo fabricados desde pseudomedios. Sánchez está con la mierda de la corrupción hasta el cuello. Lo sabe y aun así intenta resistir.
Otra cosa es que pueda apalancarse hasta 2027 como pretende. En la sesión de control al Gobierno del Congreso ha tenido que oír cómo Miriam Nogueras, de Junts, pone en cuestión que pueda seguir gobernando, y el mismo día el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, se ha mostrado dispuesto a votar con Junts una moción de censura contra Sánchez. Es un cambio estratégico a tener en cuenta porque hasta ahora el partido de Abascal no quería saber nada de Junts. ¿Tomará nota Feijóo? ¿Se atreverá a presentar la moción de censura?, o ¿preferirá mantener su estrategia de nadar y guardar la ropa?
Para abrir boca, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha ordenado a la Oficina de Conflicto de Intereses, dependiente del Ministerio para la Transformación Digital, que admita la denuncia que presentó el PP contra el presidente del Gobierno por el polémico rescate de Air Europa y los negocios de Begoña Gómez. Es un asunto que toca de lleno al inquilino de la Moncloa y a su esposa.
Además, la Fiscalía Anticorrupción se ha opuesto a la salida de Santos Cerdán de prisión provisional al considerar que sigue existiendo el riesgo de destrucción y manipulación de pruebas en el 'caso Koldo'. A parte de ser el número 2 del PSOE, el fiscal destaca el papel principal de Cerdán en la trama de amaño de obras. Difícil panorama. Igual de negro que lo tiene el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que ya ha sido procesado por revelación de secretos. Una situación inédita; todo un fiscal general a punto de sentarse en el banquillo de los acusados y se resiste a dimitir como le piden jueces y fiscales.
Dentro de unos días seguirán llegando noticias de los juzgados sobre el juicio al hermanísimo y a la propia Begoña Gómez, imputada nada menos que por cinco delitos. Y ya no cuelan las consignas de Moncloa denunciando que se trata de la acción de unos jueces politizados -es decir, les acusan de prevaricación- y que todo son bulos y lodo fabricados desde pseudomedios. Sánchez está con la mierda de la corrupción hasta el cuello. Lo sabe y aun así intenta resistir.
Otra cosa es que pueda apalancarse hasta 2027 como pretende. En la sesión de control al Gobierno del Congreso ha tenido que oír cómo Miriam Nogueras, de Junts, pone en cuestión que pueda seguir gobernando, y el mismo día el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, se ha mostrado dispuesto a votar con Junts una moción de censura contra Sánchez. Es un cambio estratégico a tener en cuenta porque hasta ahora el partido de Abascal no quería saber nada de Junts. ¿Tomará nota Feijóo? ¿Se atreverá a presentar la moción de censura?, o ¿preferirá mantener su estrategia de nadar y guardar la ropa?
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