Sueldos bajos, impuestos altos
Estamos ante una de esas parejas temibles para cualquier economía: pagamos unos impuestos tan altos como los de cualquier noruego, pero cobramos como un español de antes de que España ingresara en la Unión Europea.
No es un hipérbole, ni una exageración, ni una caricatura desmesurada, sino una constatación de la realidad, que está adelgazando las clases medias, hasta el punto de que vamos a ser un país donde sólo habrá un 4% de ricos, bastante ricos, y un 96% de proletarios, donde estarán también los médicos, los profesores, y decenas de miles de licenciados universitarios, llevando a cabo trabajos muy por debajo de su preparación, a no ser que militen en un partido político y, de concejales, hayan llegado a diputados, ministros... o asesores de ministro, que casi cobran lo mismo, y no tienen que ir a ningún despacho u oficina, salvo raras excepciones.
Un autónomo que tenga un bar con media docena de camareros, sólo les paga a los camareros, sin horas extras, unos 1.350 euros mensuales, pero le cuestan más de 1.900 euros. La diferencia se la lleva Hacienda. Si el bar va bien, y hace recaudación, el autónomo llegará a pagar el 32% de las ganancias. Naturalmente, paga el 21% del IVA de todo lo que compra, sea un frigorífico, un kilo de sardinas, o llenar el depósito del coche. ¡Ojo! Le cobrarán el impuesto de circulación para que pueda circular. Eso sí, como el automóvil sea algo viejo pagará el impuesto de circulación, pero no podrá circular por la ciudad, porque los coches viejos contaminan. Este vergonzoso atraco legal, es algo así como si compraras una entrada para ver la representación de una obra de teatro y, después de pagar la entrada, no te dejarán entrar por ser muy viejo.
Además, los autónomos deben trabajar gratis para el Ministerio de Hacienda, recaudando el IVA de lo que facturen, y reintegrándolo, cada tres meses. Por una misericordia inexplicable, Hacienda no les cobra nada por retener el dinero durante tres meses. Si al pobre contribuyente se le ha ocurrido emprender el doloroso camino de endeudarse con una hipoteca durante 15 o 20 años, con el razonable objeto de vivir bajo un techo, le cobrarán el Impuesto de Bienes Inmuebles, todos los años. ¡Ah! y cuidado con heredar cualquier cosa, porque con el Impuesto de Sucesiones igual te sale a poner dinero, en lugar de recibirlo. En resumen: un médico, recién aprobado el MIR cobra 1.500 euros, y casi el 62% son impuestos. La clase media, en España, va camino de desaparecer.
No es un hipérbole, ni una exageración, ni una caricatura desmesurada, sino una constatación de la realidad, que está adelgazando las clases medias, hasta el punto de que vamos a ser un país donde sólo habrá un 4% de ricos, bastante ricos, y un 96% de proletarios, donde estarán también los médicos, los profesores, y decenas de miles de licenciados universitarios, llevando a cabo trabajos muy por debajo de su preparación, a no ser que militen en un partido político y, de concejales, hayan llegado a diputados, ministros... o asesores de ministro, que casi cobran lo mismo, y no tienen que ir a ningún despacho u oficina, salvo raras excepciones.
Un autónomo que tenga un bar con media docena de camareros, sólo les paga a los camareros, sin horas extras, unos 1.350 euros mensuales, pero le cuestan más de 1.900 euros. La diferencia se la lleva Hacienda. Si el bar va bien, y hace recaudación, el autónomo llegará a pagar el 32% de las ganancias. Naturalmente, paga el 21% del IVA de todo lo que compra, sea un frigorífico, un kilo de sardinas, o llenar el depósito del coche. ¡Ojo! Le cobrarán el impuesto de circulación para que pueda circular. Eso sí, como el automóvil sea algo viejo pagará el impuesto de circulación, pero no podrá circular por la ciudad, porque los coches viejos contaminan. Este vergonzoso atraco legal, es algo así como si compraras una entrada para ver la representación de una obra de teatro y, después de pagar la entrada, no te dejarán entrar por ser muy viejo.
Además, los autónomos deben trabajar gratis para el Ministerio de Hacienda, recaudando el IVA de lo que facturen, y reintegrándolo, cada tres meses. Por una misericordia inexplicable, Hacienda no les cobra nada por retener el dinero durante tres meses. Si al pobre contribuyente se le ha ocurrido emprender el doloroso camino de endeudarse con una hipoteca durante 15 o 20 años, con el razonable objeto de vivir bajo un techo, le cobrarán el Impuesto de Bienes Inmuebles, todos los años. ¡Ah! y cuidado con heredar cualquier cosa, porque con el Impuesto de Sucesiones igual te sale a poner dinero, en lugar de recibirlo. En resumen: un médico, recién aprobado el MIR cobra 1.500 euros, y casi el 62% son impuestos. La clase media, en España, va camino de desaparecer.
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