Miércoles, 01 de Octubre de 2025

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LUIS DEL VAL
Martes, 12 de Agosto de 2025

El verano nunca fue insólito

Tengo recuerdos de muchos veranos, y nunca el verano fue un suceso inesperado. Siempre hizo calor, y el calor venía más madrugador o se retrasaba, pero entre el 15 de julio y el 15 de agosto observar en los termómetros a la sombra los 40º no fue nunca una noticia. Tampoco las vacaciones. Quiero decir, que las familias y los corderos célibes solían tomar las vacaciones en verano. Y eso se sabía, desde la recogida de la uva en septiembre del año anterior.


Quiero decir que el periodo de vacaciones de las empresas se comienza a trazar con bastante anterioridad, sobre todo aquellas que por su importancia, necesidad de servicio o naturaleza, no pueden cerrar. Nadie ha ido a comprar un billete de avión y se ha encontrado con el cartel de "cerrado por vacaciones". Ni en los ferrocarriles, ni las compañías eléctricas, ni los servicios de agua, ni la telefonía. A mí esto no me parece excepcional, porque siempre he trabajado alrededor de los medios de comunicación, y ni los periódicos, ni las revistas, ni las emisoras de Radio o Televisión, cierran durante el verano, y eso no quiere decir que sus trabajadores no tengan vacaciones.
 
Tengo un amigo al que a su padre le tienen que hacer, esta semana, una endoscopia. Como eso significa un ayuno desde las doce de la noche del día anterior, o desde las 00,00 horas del día señalado, la familia se inquieta por si, dada la acumulación de endoscopias señaladas para ese día, y la falta de personal, tengan al buen hombre en ayunas más de diez, doce horas o incluso dieciséis, lo cual sería, no sólo molesto, sino peligroso. Y no se lo pueden garantizar. Ni los aeropuertos, ni los ferrocarriles, ni los medios de comunicación dejan de funcionar en verano. Y no me explico que eso pueda suceder en los hospitales, porque no es lo mismo retrasar un vuelo que adelantar la gravedad de una enfermedad, o la muerte, porque falta personal. Ni el verano, ni las vacaciones, son un fenómeno tan imprevisto como un terremoto. Tiene lugar en las mismas fechas, todos los años, y no fluctúa, como no varía el recorrido de la Tierra, alrededor del Sol. Si en las demás empresas se lleva a cabo una planificación ¿por qué no se puede hacer lo mismo en el sector sanitario?.
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