Un icono de los 90: comprando un BMW Serie 3 E36 usado

 

El diseño del E36 marcó un antes y un después para BMW. Con este modelo, la marca abandonó por completo las líneas angulosas del pasado en favor de un estilo más fluido y moderno. El sedán fue el primero en salir al mercado, seguido por el coupé, el cabrio, el compacto y el familiar. Por cierto, si buscas un repuesto como el capó BMW E36, debes saber que las piezas de carrocería pueden variar significativamente entre versiones. El coupé, por ejemplo, comparte muy pocos paneles con el sedán: incluso el ángulo de las columnas del techo es distinto.

 

Mecánicamente, el E36 introdujo avances importantes: suspensión trasera multibrazo, dirección precisa y una gama de motores que iba desde los modestos 1.6 hasta los potentes seis cilindros en línea. Eso sí, los motores pequeños como el 316i o el 318i ofrecen poca emoción, aunque siguen siendo valorados por su mantenimiento relativamente sencillo y económico.

 

El principal enemigo del E36 es el óxido. Literalmente todo puede corroerse: puertas, suelos, pasos de rueda, torretas de suspensión e incluso los largueros. Si estás pensando en comprar uno, una revisión completa del chasis es obligatoria. Y cuidado con los coches "maquillados": muchos lucen bien por fuera pero esconden reparaciones mal hechas o estructuras debilitadas.

 

 

El interior tampoco ha resistido perfectamente el paso del tiempo. Los plásticos se agrietan, las tapicerías se deterioran y los sistemas eléctricos pueden fallar. Sin embargo, los asientos suelen mantenerse en buen estado, y no es raro encontrar ejemplares con interiores renovados con piezas de segunda mano.

 

En cuanto a la suspensión, no es especialmente duradera, pero los repuestos son accesibles. La parte delantera es especialmente vulnerable a las carreteras en mal estado. Por detrás, la situación es mejor, con elementos que resisten bien hasta los 100.000 km si se cuidan adecuadamente.

 

Las cajas de cambios manuales, sobre todo en los modelos básicos, son fiables. Sin embargo, las versiones más potentes con cajas automáticas —como la ZF 5HP18— requieren más atención. Esta transmisión puede ser resistente si se ha mantenido correctamente, pero el más mínimo descuido (como sobrecalentamiento o falta de mantenimiento) puede salir caro.

 

En resumen, el BMW Serie 3 E36 no es el coche perfecto, pero sí es un clásico con carácter. Si encuentras una unidad bien cuidada, con historial claro y sin óxido estructural, puede ser tanto un coche de diario con estilo como una base ideal para un proyecto de restauración o modificación. Solo recuerda: mantener un E36 vivo requiere paciencia, tiempo y, a veces, bastante dinero. Pero para muchos, sigue valiendo la pena.