La máquina del fango

Según vamos conociendo, esta ciudadana andaba embarcada en lo que parece ser una operación diseñada para desacreditar al mando de la Guardia Civil responsable de la UCO, la unidad que en su condición de policía judicial está a cargo de la investigación de varios casos de presunta corrupción muy sonados: Ábalos, Begoña Gómez, David Sánchez o el fiscal general del Estado. En las grabaciones publicadas aparece deslizando que hablaba en nombre de los "de arriba" y se dedicaba a ofrecer acuerdos con la Fiscalía y la Abogacía del Estado a empresarios investigados por la justicia a cambio de que pudieran aportar datos para difamar al mencionado oficial y también a un fiscal muy activo en la lucha contra la corrupción. Hete aquí, pues, que la famosa máquina del fango existía.

 

Pedro Sánchez se apropió del sintagma creado por Umberto Eco en tiempos de Berlusconi para, en su caso, acusar a la derecha y a la extrema derecha de difundir bulos con la clara intención de desacreditar al Gobierno "progresista". Fue en aquellos días en los que montó el teatrillo de la falsa retirada de la política tildando de bulos y falsedades las primeras noticias que fueron publicándose acerca de la dudosa "catedra" de Begoña Gómez, las sórdidas andanzas de José Luis Ábalos, ex ministro de Fomento y ex número dos del PSOE, y el presunto enchufe de su hermano David en el departamento musical de la Diputación de Badajoz.

 

Pedro Sánchez llamaba despectivamente "seudo medios" a los digitales que fueron pioneros en desvelar los tejemanejes que hoy investiga la justicia ordinaria en los casos de Begoña Gómez y de David Sánchez, o el Tribunal Supremo en los que afectan al ex ministro Ábalos y al fiscal general de Estado. No eran estos diarios los que estaban detrás de la "máquina del fango". Ahora sabemos que la verdadera máquina era otra y que, por lo que vamos sabiendo, parece que Pedro Sánchez la tenía muy cerca.