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Sábado, 24 de Mayo de 2025
Vio el debut de Clint Eastwood en 'Por un puñado de dólares'
Hoyo de Manzanares rememora el primer poblado cinematográfico estable dedicado al Far West
En un rincón de la Sierra madrileña se erigió en los años 60 uno de los escenarios más singulares de la historia del cine europeo. Conocido como Golden City, el primer poblado cinematográfico estable dedicado al Far West en España fijó el epicentro del llamado 'Spaghetti Western' en el municipio de Hoyo de Manzanares.
La historia de estos decorados comenzó en 1962, cuando el productor italiano Emo Vistolfi, atraído por el auge del western en Europa, propuso al guionista y productor español a Eduardo Manzanos a coproducir películas del Oeste. Según traslada a Europa Press la Asociación Hoyo Cine, Manzanos tuvo una corazonada y fundó entonces la cooperativa Cine España Copercines, con la intención de facilitar producciones propias y alquilar localizaciones a otras compañías.
Tras analizar varias ubicaciones, se eligió el Monte de los Atillos, a las afueras de Hoyo de Manzanares, por su proximidad a Madrid y su geografía árida, que recordaba a los paisajes del suroeste estadounidense.
Lo que iba a ser un decorado temporal acabó convirtiéndose en una ciudad de cine con más de 75.000 horas de trabajo, medio millón de ladrillos, toneladas de cemento, 30 kilos de dinamita para allanar el terreno, y más de cien hombres que trabajaron durante meses con el sueño de convertir Hoyo de Manzanares en el nuevo desierto de Arizona. A golpe de martillo y dinamita, la frontera entre México y Estados Unidos se trasladaba a apenas 40 minutos de Madrid.
CLINT EASTWOOD DEBUTÓ EN HOYO DE MANZANARES
La primera película rodada fue 'El Sheriff Terrible', pero el verdadero punto de inflexión llegó en 1964 con 'Por un puñado de dólares', dirigida por Sergio Leone. Rodada en un 95% en Hoyo de Manzanares, supuso el debut internacional de Clint Eastwood como protagonista y disparó al estrellato internacional este trozo de sierra madrileña. A partir de entonces, surgiría el 'Spaghetti Western', y con él, Golden City se convertiría en un decorado de referencia.
El poblado, diseñado por José Luis Galicia y Jaime Pérez , tenía forma de T: una calle principal de 200 metros flanqueada por unos 15 edificios sólidos y versátiles. Uno de ellos, 'El Salón', sirvió tanto de salón de baile como de banco, hotel o mansión. A su alrededor, la casa del sheriff, la cárcel, cementerios (hasta ocho contabilizados), ranchos --como el Rancho Murray, devorado por las llamas una y otra vez--, cabañas, y hasta un puerto de madera que solo sobrevivió a cuatro películas antes de ceder el paso a los gánsters.
Y es que, cuando el western comenzó a apagarse, la versatilidad del enclave permitió que se filmaran otros géneros. En 1968, se construyó una calle al puro estilo de los gánsters de Chicago de los años 30. En estos decorados incluso se levantó la cubierta de un barco pirata para una producción de aventuras.
A lo largo de los años 60 y 70, estrellas y directores internacionales trabajaron entre los decorados de Hoyo, al tiempo que muchos vecinos participaron en la vida cinematográfica, bien como figurantes o técnicos. En el cine ganaban seis veces el sueldo de la cantera, unas 300 pesetas (los niños, 50). Pero el auge no duraría para siempre, y los decorados comenzaron a envejecer.
La saturación del mercado, la repetición de fórmulas y la aparición de nuevos poblados cinematográficos más baratos en Almería y Barcelona provocaron un progresivo abandono de Golden City. Los últimos rodajes mostraban ya un poblado en decadencia. En 'Mano Rápida' (1978), los decorados aparecen visiblemente deteriorados y, tras ese rodaje, el poblado quedaría definitivamente abandonado tras estar 12 años en activo y acoger más de un centenar de rodajes.
EL OESTE NO MUERE, SOLO CAMBIA DE FORMATO
En 2010, el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares retiró lo que quedaba de los decorados, dejando solo dos abrevaderos como testimonio material. Desde entonces, la Asociación Hoyo Cine, el Ayuntamiento de Hoyo y otras entidades culturales han promovido actividades para preservar su memoria.
El Ayuntamiento destaca que aquel poblado cambió la vida de sus vecinos, puesto que muchos acabaron trabajando como figurantes. Del mismo modo, la llegada de la industria también supuso una "auténtica revolución", facilitando la incorporación de las mujeres del municipio al mundo laboral.
"Los encargados de las contrataciones llegaban y pedían tres mujeres, un hombre y un caballo. Hasta el enterrador ha hecho películas de enterrador. La gente dejaba lo que estuviese haciendo, pero no sabía lo que iban a hacer ni con quién. En los años 60 y principios de los 70 casi todo el pueblo se volcó con el cine", ha señalado el Consistorio a Europa Press.
Entre las iniciativas impulsadas para poner en valor el legado de Golden City, el Ayuntamiento ha apoyado el largometraje documental, 'The Magnificent Stranger', producido por EMB Documental S.L. y dirigido por Miguel Ángel Guerra e Ivan Karras, el cual narra el papel tan importante que tuvo Hoyo de Manzanares en la historia del cine del género Western y rememora el rodaje de 'Por un puñado de dólares (1964)', la película fundacional del subgénero 'Spaghetti Western' o 'Euro Western', creado y desarrollado por directores italianos.
Además, recreaciones, salidas nocturnas, cine bajo las estrellas y homenajes a quienes mantuvieron viva esta historia llenan de nuevo las calles de Golden City. Con reconstrucciones y rutas guiadas, es posible caminar, aunque sea por segunda vez, por el lejano Oeste.
![[Img #162911]](https://madridpress.com/upload/images/05_2025/6749_hoyo-cine.jpg)
La historia de estos decorados comenzó en 1962, cuando el productor italiano Emo Vistolfi, atraído por el auge del western en Europa, propuso al guionista y productor español a Eduardo Manzanos a coproducir películas del Oeste. Según traslada a Europa Press la Asociación Hoyo Cine, Manzanos tuvo una corazonada y fundó entonces la cooperativa Cine España Copercines, con la intención de facilitar producciones propias y alquilar localizaciones a otras compañías.
Tras analizar varias ubicaciones, se eligió el Monte de los Atillos, a las afueras de Hoyo de Manzanares, por su proximidad a Madrid y su geografía árida, que recordaba a los paisajes del suroeste estadounidense.
Lo que iba a ser un decorado temporal acabó convirtiéndose en una ciudad de cine con más de 75.000 horas de trabajo, medio millón de ladrillos, toneladas de cemento, 30 kilos de dinamita para allanar el terreno, y más de cien hombres que trabajaron durante meses con el sueño de convertir Hoyo de Manzanares en el nuevo desierto de Arizona. A golpe de martillo y dinamita, la frontera entre México y Estados Unidos se trasladaba a apenas 40 minutos de Madrid.
CLINT EASTWOOD DEBUTÓ EN HOYO DE MANZANARES
La primera película rodada fue 'El Sheriff Terrible', pero el verdadero punto de inflexión llegó en 1964 con 'Por un puñado de dólares', dirigida por Sergio Leone. Rodada en un 95% en Hoyo de Manzanares, supuso el debut internacional de Clint Eastwood como protagonista y disparó al estrellato internacional este trozo de sierra madrileña. A partir de entonces, surgiría el 'Spaghetti Western', y con él, Golden City se convertiría en un decorado de referencia.
El poblado, diseñado por José Luis Galicia y Jaime Pérez , tenía forma de T: una calle principal de 200 metros flanqueada por unos 15 edificios sólidos y versátiles. Uno de ellos, 'El Salón', sirvió tanto de salón de baile como de banco, hotel o mansión. A su alrededor, la casa del sheriff, la cárcel, cementerios (hasta ocho contabilizados), ranchos --como el Rancho Murray, devorado por las llamas una y otra vez--, cabañas, y hasta un puerto de madera que solo sobrevivió a cuatro películas antes de ceder el paso a los gánsters.
Y es que, cuando el western comenzó a apagarse, la versatilidad del enclave permitió que se filmaran otros géneros. En 1968, se construyó una calle al puro estilo de los gánsters de Chicago de los años 30. En estos decorados incluso se levantó la cubierta de un barco pirata para una producción de aventuras.
A lo largo de los años 60 y 70, estrellas y directores internacionales trabajaron entre los decorados de Hoyo, al tiempo que muchos vecinos participaron en la vida cinematográfica, bien como figurantes o técnicos. En el cine ganaban seis veces el sueldo de la cantera, unas 300 pesetas (los niños, 50). Pero el auge no duraría para siempre, y los decorados comenzaron a envejecer.
La saturación del mercado, la repetición de fórmulas y la aparición de nuevos poblados cinematográficos más baratos en Almería y Barcelona provocaron un progresivo abandono de Golden City. Los últimos rodajes mostraban ya un poblado en decadencia. En 'Mano Rápida' (1978), los decorados aparecen visiblemente deteriorados y, tras ese rodaje, el poblado quedaría definitivamente abandonado tras estar 12 años en activo y acoger más de un centenar de rodajes.
EL OESTE NO MUERE, SOLO CAMBIA DE FORMATO
En 2010, el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares retiró lo que quedaba de los decorados, dejando solo dos abrevaderos como testimonio material. Desde entonces, la Asociación Hoyo Cine, el Ayuntamiento de Hoyo y otras entidades culturales han promovido actividades para preservar su memoria.
El Ayuntamiento destaca que aquel poblado cambió la vida de sus vecinos, puesto que muchos acabaron trabajando como figurantes. Del mismo modo, la llegada de la industria también supuso una "auténtica revolución", facilitando la incorporación de las mujeres del municipio al mundo laboral.
"Los encargados de las contrataciones llegaban y pedían tres mujeres, un hombre y un caballo. Hasta el enterrador ha hecho películas de enterrador. La gente dejaba lo que estuviese haciendo, pero no sabía lo que iban a hacer ni con quién. En los años 60 y principios de los 70 casi todo el pueblo se volcó con el cine", ha señalado el Consistorio a Europa Press.
Entre las iniciativas impulsadas para poner en valor el legado de Golden City, el Ayuntamiento ha apoyado el largometraje documental, 'The Magnificent Stranger', producido por EMB Documental S.L. y dirigido por Miguel Ángel Guerra e Ivan Karras, el cual narra el papel tan importante que tuvo Hoyo de Manzanares en la historia del cine del género Western y rememora el rodaje de 'Por un puñado de dólares (1964)', la película fundacional del subgénero 'Spaghetti Western' o 'Euro Western', creado y desarrollado por directores italianos.
Además, recreaciones, salidas nocturnas, cine bajo las estrellas y homenajes a quienes mantuvieron viva esta historia llenan de nuevo las calles de Golden City. Con reconstrucciones y rutas guiadas, es posible caminar, aunque sea por segunda vez, por el lejano Oeste.
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