Manifiesto de un negacionista cum laude

 

Niego que el hombre haya llegado a la Luna.

 

Niego que los egipcios construyeran las pirámides.

 

Niego que el hombre proceda del mono.

 

Niego que la Segunda República fuera legítima y democrática, ya que fue un intento de convertir España en el segundo régimen comunista de la Historia, después de Rusia.

 

Niego que desde la muerte de Franco hasta hoy España haya disfrutado de su etapa de mayor libertad y prosperidad.

 

Niego que en España hayamos tenido alguna vez una democracia auténtica tras la muerte de Franco.

 

Niego que la democracia sea el mejor de los sistemas políticos.

 

Niego que alguna vez haya existido, en ningún país, algún sistema político que pueda llamarse «democracia».

 

Niego que los gobiernos estén ahí para procurar el bienestar de sus ciudadanos, ya que están para todo lo contrario.

 

Niego que la vakuna COVID sea segura y eficaz… niego que sea una vakuna. 

 

Niego que TODAS las vakunas sirvan para algo que no sea destruir la salud de quien se pincha con sus pócimas.

 

Niego que el satánico 5G sea un adelanto para la humanidad, ya que no es sino un arma mortífera creada para robotizar, esclavizar y enfermar a la especie humana.

 

Niego que la Revolución Francesa sea otra cosa sino una conspiración masónica cuyo objetivo era el propósito illuminati de acabar con las monarquías y con la Iglesia.

 

Niego la leyenda negra de España, gigantesco Himalaya de mentiras urdido por sus enemigos para intentar ganar en el terreno de las ideas lo que no pudieron conseguir en los campos de batalla.

 

Niego que la Inteligencia Artificial esté encaminada a procurar el bienestar de los seres humanos, sino a proporcionar a las élites un instrumento de esclavización y deshumanización.

 

Niego que el impresentable montonero Bergoglio fuera el verdadero Papa.

 

Niego que la causa del hundimiento del Titanic fuera el choque con un iceberg.

 

Niego a los mesías de turno, a los líderes salvapatrias, a los supuestos capitanes supuestamente intrépidos que pretenden salvarnos de las abominaciones babilónikas.

 

Niego absolutamente que esta putrefacta sociedad de consumo, que este supuesto Estado de Bienestar sirva para otra cosa que no sea la más completa deshumanización de las personas.

 

Niego que la presencia alienígena en nuestro planeta desde tiempos inmemoriales haya sido para ayudarnos en nuestro progreso, sino que más bien ha sido para todo lo contrario: para esclavizarnos.

 

Niego que muchos políticos, que los médicos que justifican dictaduras plandémicas y que los científicos que avalan el Himalaya de mentiras del kambio klimátiko sean realmente seres humanos, ya que el inconmensurable daño que están haciendo a la Humanidad demuestra que no tienen alma.

 

Niego que España pueda ser destruida como nación, porque escrito está que seremos la vanguardia que acaudille la lucha contra la Bestia del Apocalipsis. 

 

Niego que se digan españoles los kobardes, los indiferentes, los borregos, que no han heredado nuestro glorioso y heroico ADN, que no hacen nada para defender España.

 

Me niego a dejar de ser Laureano Benítez Grande-Caballero, un hijo de Dios nacido libre, un ser humano con plenitud de derechos, llamado a la trascendencia y la vida divina, contra quien nada podrá hacer la Babilonia infecta del Tártaro.

 

… Y, bueno, lo diré: la Tierra sigue siendo redonda… de momento.

 

 

 

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