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Domingo, 03 de Noviembre de 2024
La localidad valenciana se ha llevado la peor parte de la tragedia con al menos 62 muertos
Paiporta, epicentro de una catástrofe
Paiporta, una localidad a las afueras de Valencia, se ha llevado la peor parte de la tragedia en España a raíz del fenómeno de la DANA, que tomó desprevenida a la ciudadanía, avisada de la emergencia cuando el agua ya estaba a las puertas de sus casas. Miles de voluntarios se han movilizado hacia la llamada zona cero de la catástrofe, donde los habitantes aún no dan crédito a lo sucedido.
Miles de voluntarios en la Comunidad de Valencia y de su capital homónima afectada por la DANA se han volcado en los últimos días para ayudar en las zonas más afectadas del desastre más mortífero en Europa de los últimos 54 años.
Muchos de los voluntarios se han dirigido a Paiporta, un municipio de 29.000 habitantes a unos 30 minutos de la capital, Valencia. En plena área metropolitana, es uno de los pueblos más afectados por la DANA, con al menos 62 muertos de los 202 en toda la comunidad autónoma y los 205 en toda España.
"Ayer tuvimos que sacar a un chaval de 25 años que había fallecido porque no pudo salir y se le cayó toda la casa encima", lamenta José Luis, un bombero voluntario venezolano que llegó al municipio para ayudar. “No hay más terror que este”, afirmó.
Es posible que el número de muertos siga aumentando porque aún hay muchas personas desaparecidas y aunque el agua ha drenado en casi todas las zonas afectadas, hay algunas a las que los servicios de emergencia aún no han podido llegar, con muchas carreteras bloqueadas.
Las impactantes imágenes de cientos de vehículos amontonados en las calles y avenidas rodeados de escombros y barro han dado la vuelta al mundo. "Estamos intentando retirar los vehículos poco a poco para ver si hay víctimas", dijo un miembro del equipo de rescate. "No lo sabemos". Muchos temen que los vecinos aún estén en sus vehículos y en sus casas atrapados.
Sin suministros en los supermercados
La inundación y el colapso de automóviles, sillas, muebles y escombros arrastrados por el agua a gran velocidad también provocó que los supermercados que no resultaron afectados quedaran vacíos rápidamente ante el temor de la población a quedar desabastecida.
"La gente va como loca en las calles, desesperada, buscando de todo", dice Yesenia Zelaya, una hondureña residente en Valencia. Zelaya, quien vive con su pareja e hijos en Paiporta, comenta que tener comida se ha convertido en un periplo.
En ese sentido, los voluntarios también se han convertido en un salvavidas. Muchos de ellos han llevado comida a Paiporta, donde ha tenido una gran demanda. "No llega nada, ni comida, ni nada. Lo único que llegan son los camiones de rescate que a lo mejor traen algo de comida, pero hay que caminar entre 15 y 20 kilómetros para comprar algo de pan", dice por su parte Rafael López, de 59 años, de un barrio cercano.
Pero si bien la ayuda colectiva ha aflorado entre los ciudadanos tras la tragedia, también lo han hecho los hurtos. Los residentes del municipio se turnaban el viernes para vigilar comercios, tras 50 arrestos por saqueos en el municipio.
Y los vecinos también comienzan a pensar que la reconstrucción llevará tiempo. "Por mucha ayuda que consigamos, no es suficiente", afirmó. "Esto no se solucionará en un mes o dos", dijo Amber González, vecina de 72 años.
Ira y desconcierto entre los valencianos
Muchos de los vecinos nunca habían oído hablar de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), un fenómeno meteorológico que causa lluvias torrenciales en poco tiempo, que rápidamente causa inundaciones en ríos y calles. Y el martes en la tarde eso fue lo que sucedió en Valencia: en ocho horas de aguacero cayó un año de lluvias.
Las DANAS en la Comunidad Valenciana y en España no son un fenómeno excepcional, ha habido otras, como una que afectó en 1973 las provincias de Almería y Granada, en Andalucía, y la comunidad autónoma de Murcia, al sur de Valencia, que dejó también un gran número de muertes. Sin embargo, en pleno siglo XXI y en una sociedad de las comunicaciones, la falta de previsión ha aflorado la ira entre la ciudadanía.
Lo que desconcierta a muchos es lo tarde que llegó la alerta. "Han sido muchas las pérdidas que se pudieron evitar", dice Isabel Santiago, vecina de 49 años.
La advertencia de la DANA la hicieron las autoridades sobre las 20:00, luego de horas de que empezaran las lluvias y cuando algunos municipios y zonas de la capital ya nadaban entre dos metros de agua.
De acuerdo con los científicos, con el cambio climático, las DANAS se están volviendo cada vez más intensas, debido a que el calentamiento global aumenta la evaporación de agua de los océanos y esta juega un papel clave en la intensificación de lluvias torrenciales. Valencia, ante el mar Mediterráneo, está sobre la amenaza constante de lluvias de este tipo, pero la prevención podría haber salvado muchas vidas.
![[Img #158999]](https://madridpress.com/upload/images/11_2024/6763_paiporta.png)
Miles de voluntarios en la Comunidad de Valencia y de su capital homónima afectada por la DANA se han volcado en los últimos días para ayudar en las zonas más afectadas del desastre más mortífero en Europa de los últimos 54 años.
Muchos de los voluntarios se han dirigido a Paiporta, un municipio de 29.000 habitantes a unos 30 minutos de la capital, Valencia. En plena área metropolitana, es uno de los pueblos más afectados por la DANA, con al menos 62 muertos de los 202 en toda la comunidad autónoma y los 205 en toda España.
"Ayer tuvimos que sacar a un chaval de 25 años que había fallecido porque no pudo salir y se le cayó toda la casa encima", lamenta José Luis, un bombero voluntario venezolano que llegó al municipio para ayudar. “No hay más terror que este”, afirmó.
Es posible que el número de muertos siga aumentando porque aún hay muchas personas desaparecidas y aunque el agua ha drenado en casi todas las zonas afectadas, hay algunas a las que los servicios de emergencia aún no han podido llegar, con muchas carreteras bloqueadas.
Las impactantes imágenes de cientos de vehículos amontonados en las calles y avenidas rodeados de escombros y barro han dado la vuelta al mundo. "Estamos intentando retirar los vehículos poco a poco para ver si hay víctimas", dijo un miembro del equipo de rescate. "No lo sabemos". Muchos temen que los vecinos aún estén en sus vehículos y en sus casas atrapados.
Sin suministros en los supermercados
La inundación y el colapso de automóviles, sillas, muebles y escombros arrastrados por el agua a gran velocidad también provocó que los supermercados que no resultaron afectados quedaran vacíos rápidamente ante el temor de la población a quedar desabastecida.
"La gente va como loca en las calles, desesperada, buscando de todo", dice Yesenia Zelaya, una hondureña residente en Valencia. Zelaya, quien vive con su pareja e hijos en Paiporta, comenta que tener comida se ha convertido en un periplo.
En ese sentido, los voluntarios también se han convertido en un salvavidas. Muchos de ellos han llevado comida a Paiporta, donde ha tenido una gran demanda. "No llega nada, ni comida, ni nada. Lo único que llegan son los camiones de rescate que a lo mejor traen algo de comida, pero hay que caminar entre 15 y 20 kilómetros para comprar algo de pan", dice por su parte Rafael López, de 59 años, de un barrio cercano.
Pero si bien la ayuda colectiva ha aflorado entre los ciudadanos tras la tragedia, también lo han hecho los hurtos. Los residentes del municipio se turnaban el viernes para vigilar comercios, tras 50 arrestos por saqueos en el municipio.
Y los vecinos también comienzan a pensar que la reconstrucción llevará tiempo. "Por mucha ayuda que consigamos, no es suficiente", afirmó. "Esto no se solucionará en un mes o dos", dijo Amber González, vecina de 72 años.
Ira y desconcierto entre los valencianos
Muchos de los vecinos nunca habían oído hablar de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), un fenómeno meteorológico que causa lluvias torrenciales en poco tiempo, que rápidamente causa inundaciones en ríos y calles. Y el martes en la tarde eso fue lo que sucedió en Valencia: en ocho horas de aguacero cayó un año de lluvias.
Las DANAS en la Comunidad Valenciana y en España no son un fenómeno excepcional, ha habido otras, como una que afectó en 1973 las provincias de Almería y Granada, en Andalucía, y la comunidad autónoma de Murcia, al sur de Valencia, que dejó también un gran número de muertes. Sin embargo, en pleno siglo XXI y en una sociedad de las comunicaciones, la falta de previsión ha aflorado la ira entre la ciudadanía.
Lo que desconcierta a muchos es lo tarde que llegó la alerta. "Han sido muchas las pérdidas que se pudieron evitar", dice Isabel Santiago, vecina de 49 años.
La advertencia de la DANA la hicieron las autoridades sobre las 20:00, luego de horas de que empezaran las lluvias y cuando algunos municipios y zonas de la capital ya nadaban entre dos metros de agua.
De acuerdo con los científicos, con el cambio climático, las DANAS se están volviendo cada vez más intensas, debido a que el calentamiento global aumenta la evaporación de agua de los océanos y esta juega un papel clave en la intensificación de lluvias torrenciales. Valencia, ante el mar Mediterráneo, está sobre la amenaza constante de lluvias de este tipo, pero la prevención podría haber salvado muchas vidas.
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