El PSOE huele a podrido
El informe de la UCO sobre el 'caso Koldo' enviado al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno es estremecedor porque revela comportamientos y hechos mafiosos en el PSOE. Y parece ser sólo la punta del iceberg de la podredumbre socialista.
La trama del 'caso Koldo' se extiende como chapapote en el mar. De momento salpica ya a siete ministerios y apunta directamente a la Presidencia del Gobierno. La UCO desvela operaciones propias del tráfico de influencias, mordidas, bolsas de basura con decenas de miles de euros entrando en la sede central del PSOE, regalos de espectaculares chalés, sin faltar el soplón que avisara a los protagonistas de la trama de que estaban siendo investigados.
Siempre ha estado claro que Koldo García era el chivo espiatorio del caso. Pero, si el antiguo portero de club adquirió tanto poder fue porque su jefe, José Luis Ábalos, se lo otorgó. "Vale, cariño, te mantengo informada de todo", le dijo Koldo a Francina Armengol, entonces presidenta de Baleares, tras cerrar un contrato millonario de compras de PCR. Los ministerios y gobiernos autonómicos que atendieron sus instrucciones para la compra de mascarillas en el inicio de la pandemia sabían que quien estaba detrás era el número 2 del PSOE y superpoderoso ministro de Fomento, a su vez mano derecha de Pedro Sánchez.
Sin embargo, los tentáculos de la trama son muy largos. El presidente del Gobierno ya empieza a ser señalado. Mencionado en la trama como 'el 1', el informe de la UCO deja claro que habló con Ábalos del mil millonario rescate de Globalia, y que, además, conocía y autorizó el polémico viaje a España de Delcy Rodríguez, la vicepresidenta de Venezuela, con las famosas cuarenta maletas. Las acusaciones particulares del caso ya han pedido al juez que cite como testigo a Sánchez. Lo cierto es que tiene mucho que explicar, si no media otra querella contra el magistrado instructor, como ya hizo con el juez que investiga los negocios de Begoña Gómez.
En definitiva, nos hallamos ante un caso de corrupción a gran escala, cuyos detalles estamos empezando a conocer ahora, pero que pinta muy mal para el PSOE y su máximo responsable. Estos días circula por las redes un video en el que Sánchez, jefe de la oposición, pedía la dimisión de Mariano Rajoy por la corrupción que afectaba al PP. Y llegó al poder por una moción de censura justificada en acabar con la corrupción en la política y devolver la dignidad a los españoles. Seis años después, el adalid de la transparencia y la regeneración chapotea en las alcantarillas, pero que nadie espera su dimisión porque eso no figura en sus planes.
![[Img #158513]](https://madridpress.com/upload/images/10_2024/9468_ps-abalos.png)
La trama del 'caso Koldo' se extiende como chapapote en el mar. De momento salpica ya a siete ministerios y apunta directamente a la Presidencia del Gobierno. La UCO desvela operaciones propias del tráfico de influencias, mordidas, bolsas de basura con decenas de miles de euros entrando en la sede central del PSOE, regalos de espectaculares chalés, sin faltar el soplón que avisara a los protagonistas de la trama de que estaban siendo investigados.
Siempre ha estado claro que Koldo García era el chivo espiatorio del caso. Pero, si el antiguo portero de club adquirió tanto poder fue porque su jefe, José Luis Ábalos, se lo otorgó. "Vale, cariño, te mantengo informada de todo", le dijo Koldo a Francina Armengol, entonces presidenta de Baleares, tras cerrar un contrato millonario de compras de PCR. Los ministerios y gobiernos autonómicos que atendieron sus instrucciones para la compra de mascarillas en el inicio de la pandemia sabían que quien estaba detrás era el número 2 del PSOE y superpoderoso ministro de Fomento, a su vez mano derecha de Pedro Sánchez.
Sin embargo, los tentáculos de la trama son muy largos. El presidente del Gobierno ya empieza a ser señalado. Mencionado en la trama como 'el 1', el informe de la UCO deja claro que habló con Ábalos del mil millonario rescate de Globalia, y que, además, conocía y autorizó el polémico viaje a España de Delcy Rodríguez, la vicepresidenta de Venezuela, con las famosas cuarenta maletas. Las acusaciones particulares del caso ya han pedido al juez que cite como testigo a Sánchez. Lo cierto es que tiene mucho que explicar, si no media otra querella contra el magistrado instructor, como ya hizo con el juez que investiga los negocios de Begoña Gómez.
En definitiva, nos hallamos ante un caso de corrupción a gran escala, cuyos detalles estamos empezando a conocer ahora, pero que pinta muy mal para el PSOE y su máximo responsable. Estos días circula por las redes un video en el que Sánchez, jefe de la oposición, pedía la dimisión de Mariano Rajoy por la corrupción que afectaba al PP. Y llegó al poder por una moción de censura justificada en acabar con la corrupción en la política y devolver la dignidad a los españoles. Seis años después, el adalid de la transparencia y la regeneración chapotea en las alcantarillas, pero que nadie espera su dimisión porque eso no figura en sus planes.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.167