Martes, 30 de Septiembre de 2025

Actualizada Martes, 30 de Septiembre de 2025 a las 18:25:35 horas

LUIS DEL VAL
Martes, 27 de Agosto de 2024

La sociedad endeble

Se ha abierto la veda de la blandenguería, y ya estamos inmersos en el debate ridículo sobre la depresión pos-vacacional. Me imagino que los enfermos auténticos de depresión, cada vez que escuchen o lean algo sobre la ¿depresión? pos-vacacional se deprimirán todavía más, y se preguntarán si merece la pena seguir viviendo dentro de una tribu, donde personas que tienen un trabajo, y se pueden ir de vacaciones, necesiten de asistencia psicológica para superarlo.


¿Qué haremos entonces con el parado de larga duración, que no encuentra empleo, y se siente marginado y despreciado? ¿Directamente a la UCI? ¿Y cuándo te abandona tu mujer o tu esposo, y se destroza la familia? ¿Qué hacemos? ¿Una intervención quirúrgica en el cerebro?
 
Vivir es reír y llorar, disfrutar y sufrir. En la montaña rusa de la vida celebras el amor, y te alboroza, de la misma manera que sufres cuando el amor se ha terminado. Y te alegras ante la llegada de un hijo, y te llenas de dolor cuando, como hijo, tienes que enterrar a tus padres.
 
En Ucrania parece que no hay depresión pos-vacacional, porque no tienen vacaciones. No es algo ajeno. Es algo que nos afecta hoy, y puede llevarnos, a corto o medio plazo, también a una guerra. ¿Qué depresión nos entrará entonces? ¿La depresión bélica? A mi padre, cuando cumplió 21 años, le pusieron un fusil en las manos, y lo mandaron a una guerra, donde se mataban vecinos contra vecinos y hermanos contra hermanos. Salió vivo, y se enfrentó a la pobreza de la posguerra, donde escaseaba hasta el mendrugo de pan. Y tuvo el coraje de engendrarme, y conocí los coletazos de la escasez, y observo que, ahora, con más prosperidad, hay una generación que prefiere tener un perro a tener un hijo. Y, encima, necesita asistencia psíquica, cuando viene de vacaciones.
 
Me consta que es un error la comparación generacional, y que si cuento que no vi el mar hasta que no cumplí los 15 años, gracias a un campamento, pareceré el abuelo Cebolleta, contando historias que no interesan a nadie.
 
Pero, aviso, las sociedades blandengues y flojas, timoratas y pusilánimes  son las más fáciles de manipular, y su falta de coraje y cobardía servirán de atracción para cualquier listillo, con una punta de cinismo y un totalitarismo a punto de florecer.
Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.217

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.