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Martes, 06 de Agosto de 2024
El sueco es el mejor saltador con pértiga de la historia
Duplantis, oro y récord del mundo de pértiga con 6,25
El sueco Armand Duplantis ha establecido en el estadio Saint Denis de París un nuevo récord mundial de salto con pértiga con 6,25, un centímetro más que su anterior plusmarca.
Duplantis hace mucho tiempo que compite contra sí mismo. Competición a la que va, competición que gana. Es el mejor saltador con pértiga de la historia y, aparte de sus medallas, sus marcas lo acreditan.
Llegó a París como plusmarquista mundial con 6,24 metros, un registro que hace años parecía impensable para cualquiera y que, a día de hoy, se ve impensable para sus rivales. La prueba es que de los treinta restantes competidores en París solo cinco llegaron a los Juegos habiendo superado los seis metros.
Tras el trámite de la clasificación, la final fue como un entrenamiento para el sueco, al que en ocasiones se le vio distendido, sin nervios, hablando con los rivales e incluso sentado en el banco con la mirada pérdida, reflejo de la relajación.
La victoria se la llevó con un salto de 6,25 metros, en su tercer intento, batiendo su propio récord mundial y arrebatando también el récord olímpico al brasileño Thiago Braz, que el 15 de agosto de 2016 lo estableció en 6,03 metros.
El sueco, muy confiado en sí mismo, se reservó lo mejor para cerrar la jornada de atletismo en Saint Denis, de dónde salió aclamado como un verdadero héroe en reconocimiento por la gesta que hizo para asombrar al mundo entero.
La plata se la colgó el estadounidense Sam Kendricks con 5,95, y el bronce, el griego Emmanouil Karalis con 5,90.
![[Img #157244]](https://madridpress.com/upload/images/08_2024/1726_duplantis.jpg)
Duplantis hace mucho tiempo que compite contra sí mismo. Competición a la que va, competición que gana. Es el mejor saltador con pértiga de la historia y, aparte de sus medallas, sus marcas lo acreditan.
Llegó a París como plusmarquista mundial con 6,24 metros, un registro que hace años parecía impensable para cualquiera y que, a día de hoy, se ve impensable para sus rivales. La prueba es que de los treinta restantes competidores en París solo cinco llegaron a los Juegos habiendo superado los seis metros.
Tras el trámite de la clasificación, la final fue como un entrenamiento para el sueco, al que en ocasiones se le vio distendido, sin nervios, hablando con los rivales e incluso sentado en el banco con la mirada pérdida, reflejo de la relajación.
La victoria se la llevó con un salto de 6,25 metros, en su tercer intento, batiendo su propio récord mundial y arrebatando también el récord olímpico al brasileño Thiago Braz, que el 15 de agosto de 2016 lo estableció en 6,03 metros.
El sueco, muy confiado en sí mismo, se reservó lo mejor para cerrar la jornada de atletismo en Saint Denis, de dónde salió aclamado como un verdadero héroe en reconocimiento por la gesta que hizo para asombrar al mundo entero.
La plata se la colgó el estadounidense Sam Kendricks con 5,95, y el bronce, el griego Emmanouil Karalis con 5,90.






















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