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Viernes, 31 de Mayo de 2024
La Comunidad prepara un plan para frenar su uso
Más de la mitad de los jóvenes han probado los cigarrillos electrónicos
Mientras que el consumo de tabaco entre los jóvenes de 14 a 18 años se ha reducido de manera significativa a lo largo de las últimas tres décadas en España, desde su llegada al mercado el consumo de cigarrillos electrónicos ha aumentado muy exponencialmente hasta el punto de que más de la mitad de los jóvenes de entre 14 y 18 años han probado los cigarrillos electrónicos.
Así lo ponen de manifiesto las Encuestas sobre el Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES), que Funcas ha analizado con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este viernes y que la Organización Mundial de la Salud dedica este año a la protección de los niños y los jóvenes.
Hace 30 años un tercio de los jóvenes de 14 a 18 años había consumido tabaco "en los últimos 30 días" (32,5%). En 2023, los que así lo declaraban apenas superaban una quinta parte (21%). La reducción cobra mayor relieve si se compara con la evolución del consumo de otras drogas como el alcohol y el cannabis, sustancias cuyo consumo no ha mantenido esa tendencia constante a la baja, si bien está menos extendido que el del tabaco.
Al analizar los datos sobre consumo de tabaco, llama la atención la mayor prevalencia entre las estudiantes a lo largo del periodo observado (1996-2023). Si bien ellas fuman de media menos cigarrillos que ellos, presentan, año tras año, un porcentaje más alto de consumo de tabaco. Así, al contrario de lo que sucede en la población general, entre los 14 y los 18 años la proporción de mujeres que consumen tabaco a diario es más alta que la de los hombres.
Sin embargo, la caída más rápida del consumo de tabaco entre las estudiantes de secundaria ha contribuido a acortar las diferencias de género. En 1996, el 38% de ellas había consumido tabaco en los últimos 30 días, en comparación con el 26% de ellos, una diferencia de 12 puntos. En 2023, esta brecha se había reducido a cuatro puntos, con un 23% de consumo entre las mujeres frente al 19% entre los hombres.
En cuanto al consumo diario, la reducción de las diferencias entre chicos y chicas ha sido tal que desde 2012 prácticamente han desaparecido, a pesar de que en 1996 alcanzaban los nueve puntos porcentuales (el 28% de los hombres y el 19% de las mujeres). Un contrapunto negativo a la disminución del consumo de tabaco entre los jóvenes es el rápido aumento del consumo de cigarrillos electrónicos. En 2014 uno de cada seis jóvenes los había probado (17%), mientras que en 2023 lo habían hecho más de uno de cada dos (55%); entre los jóvenes de 18 años entrevistados, la proporción se elevaba a dos de cada tres (66%).
Aunque ESTUDES no ofrece datos sobre el consumo diario de cigarrillos electrónicos, su consumo en los últimos 30 días ya superaba en 2023 al del tabaco convencional, con un 26,3% frente al 21%. El rápido crecimiento del consumo de cigarrillos electrónicos ha coincidido con un aumento considerable de la percepción del riesgo de usarlos: en 2021, solo un 22% de los jóvenes pensaban que el consumo esporádico de estos cigarrillos podía ser perjudicial; dos años después, esa proporción casi se había doblado (39%).
La evidencia científica ofrece un amplio respaldo a la opinión según la cual los cigarrillos electrónicos, en sus diferentes variantes, dañan la salud y, en consecuencia, no abren una vía de resolución de los problemas que genera el consumo del tabaco.
LA COMUNIDAD PREPARA UN PLAN DE PREVENCIÓN
La Comunidad de Madrid prepara un Plan de Prevención y Control de Tabaquismo que contempla iniciativas para frenar el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores entre la población juvenil que, pese a la creencia errónea sobre su inocuidad, generan daños en el organismo.
Este Plan de Prevención que está elaborando el Ejecutivo autonómico incluirá, además, el refuerzo de la oferta de servicios y apoyo a los programas de deshabituación tabáquica, como la red sanitaria de Espacios sin humo -que integra a los hospitales y centros de salud que destacan por estas actividades-, así como las actuaciones que se realizan en la Atención Primaria.
Precisamente, este nivel asistencial de la sanidad madrileña ha iniciado este mes una encuesta para conocer la experiencia de personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC). Consiste en el envío aleatorio de 1.506 mensajes SMS a pacientes diagnosticados mayores de edad.
Esta acción se repetirá en una segunda oleada en noviembre y continuará durante dos años. A los participantes se les formulan 14 preguntas relacionadas con su percepción en las consultas, como la información y el trato que reciben por parte de los profesionales sanitarios. El objetivo es conocer las necesidades reales de estos usuarios y adaptarse a sus demandas.
![[Img #155943]](https://madridpress.com/upload/images/05_2024/999_vapeadores.jpg)
Así lo ponen de manifiesto las Encuestas sobre el Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES), que Funcas ha analizado con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este viernes y que la Organización Mundial de la Salud dedica este año a la protección de los niños y los jóvenes.
Hace 30 años un tercio de los jóvenes de 14 a 18 años había consumido tabaco "en los últimos 30 días" (32,5%). En 2023, los que así lo declaraban apenas superaban una quinta parte (21%). La reducción cobra mayor relieve si se compara con la evolución del consumo de otras drogas como el alcohol y el cannabis, sustancias cuyo consumo no ha mantenido esa tendencia constante a la baja, si bien está menos extendido que el del tabaco.
Al analizar los datos sobre consumo de tabaco, llama la atención la mayor prevalencia entre las estudiantes a lo largo del periodo observado (1996-2023). Si bien ellas fuman de media menos cigarrillos que ellos, presentan, año tras año, un porcentaje más alto de consumo de tabaco. Así, al contrario de lo que sucede en la población general, entre los 14 y los 18 años la proporción de mujeres que consumen tabaco a diario es más alta que la de los hombres.
Sin embargo, la caída más rápida del consumo de tabaco entre las estudiantes de secundaria ha contribuido a acortar las diferencias de género. En 1996, el 38% de ellas había consumido tabaco en los últimos 30 días, en comparación con el 26% de ellos, una diferencia de 12 puntos. En 2023, esta brecha se había reducido a cuatro puntos, con un 23% de consumo entre las mujeres frente al 19% entre los hombres.
En cuanto al consumo diario, la reducción de las diferencias entre chicos y chicas ha sido tal que desde 2012 prácticamente han desaparecido, a pesar de que en 1996 alcanzaban los nueve puntos porcentuales (el 28% de los hombres y el 19% de las mujeres). Un contrapunto negativo a la disminución del consumo de tabaco entre los jóvenes es el rápido aumento del consumo de cigarrillos electrónicos. En 2014 uno de cada seis jóvenes los había probado (17%), mientras que en 2023 lo habían hecho más de uno de cada dos (55%); entre los jóvenes de 18 años entrevistados, la proporción se elevaba a dos de cada tres (66%).
Aunque ESTUDES no ofrece datos sobre el consumo diario de cigarrillos electrónicos, su consumo en los últimos 30 días ya superaba en 2023 al del tabaco convencional, con un 26,3% frente al 21%. El rápido crecimiento del consumo de cigarrillos electrónicos ha coincidido con un aumento considerable de la percepción del riesgo de usarlos: en 2021, solo un 22% de los jóvenes pensaban que el consumo esporádico de estos cigarrillos podía ser perjudicial; dos años después, esa proporción casi se había doblado (39%).
La evidencia científica ofrece un amplio respaldo a la opinión según la cual los cigarrillos electrónicos, en sus diferentes variantes, dañan la salud y, en consecuencia, no abren una vía de resolución de los problemas que genera el consumo del tabaco.
LA COMUNIDAD PREPARA UN PLAN DE PREVENCIÓN
La Comunidad de Madrid prepara un Plan de Prevención y Control de Tabaquismo que contempla iniciativas para frenar el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores entre la población juvenil que, pese a la creencia errónea sobre su inocuidad, generan daños en el organismo.
Este Plan de Prevención que está elaborando el Ejecutivo autonómico incluirá, además, el refuerzo de la oferta de servicios y apoyo a los programas de deshabituación tabáquica, como la red sanitaria de Espacios sin humo -que integra a los hospitales y centros de salud que destacan por estas actividades-, así como las actuaciones que se realizan en la Atención Primaria.
Precisamente, este nivel asistencial de la sanidad madrileña ha iniciado este mes una encuesta para conocer la experiencia de personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC). Consiste en el envío aleatorio de 1.506 mensajes SMS a pacientes diagnosticados mayores de edad.
Esta acción se repetirá en una segunda oleada en noviembre y continuará durante dos años. A los participantes se les formulan 14 preguntas relacionadas con su percepción en las consultas, como la información y el trato que reciben por parte de los profesionales sanitarios. El objetivo es conocer las necesidades reales de estos usuarios y adaptarse a sus demandas.
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