Dos narcotraficantes secuestran y torturan a un hombre por una deuda

 

Los hechos tuvieron lugar el 13 de enero en una vivienda situada en la calle Bravo Murillo. Hasta allí se acercaron dos individuos que, pistola en mano, intimidaron al inquilino y le secuestraron en su propio piso, golpeándole repetidamente para que les proporcionara el dinero que le debían bajo pena de muerte por unos negocios relacionados con la droga en el barrio.

 

Hasta el lugar acudió la novia del inquilino, a la que negaron la entrada al piso, la fotografiaron y la amenazaron de muerte si contaba algo a la Policía. Por la tarde, fue un hombre quien avisó de lo que estaba ocurriendo a unos agentes municipales de la Comisaría Integral del Distrito de Tetuán en plena vía pública, que acudieron rápidamente al lugar de los hechos.

 

A las 20:45 horas llegaron al piso. Al principio no abrió nadie, pero escucharon unos murmullos amenazantes hasta que minutos después abrió la puerta la víctima, con signos de golpes en la cabeza y con un rostro desencajado manifestando que estaba solo y no pasaba nada. Pero los agentes vieron a otro hombre dentro sentado en un sillón y una pistola escondida en un altillo.

 

Por ello, con gran profesionalidad, entraron en la vivienda, protegiendo a la víctima y sin utilizar la fuerza inmovilizaron y detuvieron a los dos hombres que había dentro, de 45 y 53 años, requisándoles una gran cantidad de dinero.

 

Ya a salvo, el capturado afirmó que se trataba de un clan de narcotraficantes que querían cobrar una deuda y que habían secuestrado a un amigo suyo y su familia, que le dieron finalmente bajo torturas su dirección.

 

La víctima, español de 31 años, afirmó a los agentes que llevaba retenido desde las 13 horas por los dos arrestados y por un tercero que se marchó, facilitando a los policías los datos de este último. Luego necesitó asistencia médica por sus heridas.

 

Según ha detallado 'ABC', se enteraron de que les había tocado 32.000 euros en la lotería y por eso los narcotraficantes les habían exigido la deuda de forma violenta. En el piso había cantidades de cocaína para el consumo propio.