La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, emplaza al Gobierno en funciones que lidera Pedro Sánchez a aclarar cuanto antes si Bolaños y Albares se reunieron con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en la embajada de Colombia en Bélgica para "ofrecerle la amnistía", algo que, según ha dicho, sería "indigno" y de "máxima gravedad".
En una rueda de prensa en el Congreso, Gamarra ha asegurado que lo que se está "negociando" es encontrar "una solución" para que "un ciudadano se quede al margen de la ley y otro se quede de presidente del Gobierno de España", por lo que están hablando de la "impunidad de uno" a "cambio de la Presidencia del Gobierno de otro".
A renglón seguido, ha aludido a las "informaciones que se han publicado que hacen referencia a que dos ministros en funciones del Gobierno de España" se reunieron "en la embajada de Colombia en Bruselas con un prófugo de la Justicia".
REUNIONES EN BÉLGICA
El diario La Información ha recogido ese encuentro en un artículo de opinión que firma José Luis Roig bajo el título 'Las reuniones secretas en Bélgica y el pacto por la amnistía'.
"Estas informaciones exigen explicaciones por parte de ambos ministros del Gobierno de España. ¿Qué hacen dos ministros en funciones reuniéndose con un prófugo de la Justicia?", se ha preguntado, para añadir que "parece ser que no han ido a exigirle que vuelva a España" sino a "ofrecerle la amnistía a cambio de la Presidencia del Gobierno".
"NO PUEDEN REUNIRSE CON UN PRÓFUGO SI NO ES PARA TRAERLO A ESPAÑA"
Según Gamarra, dos ministros en funciones hablan "en nombre de un Gobierno" y, por lo tanto, "no pueden reunirse con un prófugo de la Justicia si no es para traerlo y ponerlo a disposición judicial". "Y menos todavía pueden hacerlo en una embajada de otro país", ha resaltado.
Por eso, la 'número dos' del PP ha insistido en esa exigencia de explicaciones a ambos ministros para que aclaren si "esto es cierto, si se han reunido, sobre qué han tratado y, sobre todo, las explicaciones oportunas".
Es más, se ha preguntado si al reunirse con un prófugo de la Justicia que ha sido presidente de una comunidad en una embajada se le está reconociendo "la categoría de un país independiente", algo que ha calificado de "máxima gravedad".
"Por lo tanto exigimos hoy mismo explicaciones y si no las dan, pediremos las explicaciones en esta Cámara porque son un Gobierno en funciones y está sometido al control por parte de la oposición", ha avisado.
SE ESTÁ "NEGOCIANDO CON LA IGUALDAD" Y CON "LA SEGURIDAD JURÍDICA"
Gamarra ha denunciado que el PSOE está "negociando con la igualdad de los españoles ante la ley, con la seguridad jurídica y con el Código Penal", así como con el "prestigio" de las Fuerzas de Seguridad y el Poder Judicial. "Esto es lo que está detrás de una amnistía", ha manifestado.
Además, ha criticado que el Gobierno no está pendiente de los problemas de los 48 millones de españoles relacionados con el crecimiento económico y social o la regeneración institucional sino que la agenda pública está centrada en las negociaciones sobre "un español que quiere volver" y otro "que se quiere quedar en el poder".
Gamarra ha recriminado a Sánchez sus palabras demandado "generosidad" en este momento y le ha recordado unas manifestaciones de su propia exvicepresidenta Carmen Calvo, "doctora en Derecho Constitucional", que decía que "uno puede ser generoso con su patrimonio, no con el patrimonio de todos los españoles". "Y diré más, con la dignidad de todos los españoles no puede decir alguien que seamos generosos, porque con eso no se debe jugar", ha enfatizado.
PACTO CON JUNTS PARA EVITAR LA REPETICIÓN ELECTORAL
Al ser preguntada por las declaraciones de Alberto Núñez Feijóo asegurando que se pactó con Vox en algunas CCAA para evitar la repetición electoral y si esas palabras son comparables con la decisión de Sánchez de buscar el apoyo de Junts para no ir de nuevo a las urnas, Gamarra lo ha rechazado de plano y ha afirmado que "no es para nada comparable". "Querer comparar esto es querer justificar algo que es injustificable como es la amnistía", ha aseverado.
En este punto, ha indicado que el jefe del Ejecutivo en funciones no cita la palabra amnistía porque no puede "mirar a los ojos a los españoles y decirles qué está haciendo" porque es lo "contrario" de lo que incluía su programa electoral.
"Querer comparar estas dos situaciones es, como está haciendo el PSOE y Pedro Sánchez en primera persona, es tomar a los españoles por tontos", ha resaltado, para insistir en que no solo no es equiparable sino que es "absolutamente antagónico, porque uno está dentro del marco constitucional y el otro no".
EL ENCUENTRO SECRETO
El artículo en cuestión, publicado el 4 de octubre, señala que "hace quince días, el acuerdo entre Junts y PSOE estaba definido y perfilado. Sólo faltaba que los responsables de ambas partes lo confirmaran y lo sellaran. Sánchez no podía ser la persona indicada porque no puede fotografiarse con Puigdemont en estas circunstancias, ni tampoco puede mancharse políticamente ni correr riesgos. Había que delegar en el máximo negociador, Félix Bolaños, que reporta sólo al presidente. Ahora quedaba el detalle no menor de acordar un punto de encuentro para esta crucial cita, alejado de las miradas de la 'maldita' prensa, esa que sólo es buena cuando hace lo que le indica la voz de su amo.
Por fin consiguen ponerse de acuerdo en el lugar idóneo. Carles Puigdemont exige un 'campo' neutral. Al final se acepta que la reunión secreta se celebre en Bruselas, en la embajada de Colombia en Bélgica. Nadie debe enterarse. El Gobierno en funciones se pone en contacto con el presidente, Gustavo Petro, buen amigo de Sánchez, que se muestra dispuesto y encantado. Puigdemont también lo está, incluso propone que Petro sea de algún modo el verificador del acuerdo, la nueva versión del no aceptado 'relator', porque no acaban de fiarse de Sánchez. Por fin, la pasada semana llega el día del encuentro. Por vez primera se ven las caras en la Avenue Franklin Roosevelt, donde está la embajada de Colombia y la casa del embajador. Al encuentro acuden los dos hombres fuertes de Junts y PSOE: Carles Puigdemont y Félix Bolaños, que va acompañado del ministro de Exteriores, José Manuel Albares.
LA PRENSA NO SE ENTERA
Todo sucede como está previsto. La prensa no se entera y el acuerdo se firma. Ahora sólo falta que ambos sepan escenificar el pacto y ofrezcan un relato creíble al electorado. Urge que la amnistía suene más a concordia que a chantaje o a chanchullo entre políticos. Pero eso es solo el comienzo. Falta también otra manera de llamar al referéndum que ahora piden Junts y ERC. ¿Eso significa que corre peligro la investidura? Para nada. El rodaballo está atado y bien atado. Los intereses comunes de las partes, también; principalmente Junts, ya que ERC es un 'viejo' socio del Gobierno y acabarán haciendo lo que le pidan en Moncloa.
Todo se mueve desde la apariencia para que la tensión y el engaño al respetable -los ciudadanos- no decaiga. Se empieza con Oriol Junqueras viajando a Madrid para anunciar cerca del Congreso en castellano y sin pinganillos que la "amnistía ya forma parte del acuerdo". Lo repiten hasta la saciedad el coro de la prensa amiga, que traga con todo lo que le echen. Esto es pan comido. Ahora hay que aparentar una vuelta de tuerca. Para que la situación resulte definitiva y se acepte con normalidad, debemos utilizar el recurso de hablar de otro problema más grave que solape a este, por ejemplo: 'el referéndum'. De este modo, todos empiezan a preocuparse por una consulta y sin darse cuenta ya dan por hecho que la amnistía es algo obvio y que en todo caso lo que hay que discutir es el problema del referéndum, pero ya no de la amnistía".
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