Psicología Positiva en el aula, la clave de un aprendizaje significativo que motive a alumnos y a profesores

 

No obstante, para introducir la psicología positiva en el aula hay que replantearse el concepto de educación e incluir la felicidad como eje del proyecto educativo. Todo este proceso de cambio comienza en la formación inicial del profesorado, habrá que dotarlo de las herramientas necesarias y de la capacidad para profundizar en el concepto de felicidad en la infancia y en la adolescencia, sí como del papel que juega en el proceso educativo.

 

El bienestar debería ser la principal meta a alcanzar en la educación, y no entendido como bienestar material, derivado del desarrollo económico y/o tecnológico. Se trataría más bien de incluirlo como prioritario, para una correcta evolución en la infancia, adolescencia y juventud, contar con un bienestar emocional, a nivel personal y también social, que se fomente desde el aula.

 

Los centros educativos son el medio idóneo para la difusión de la cultura del bienestar desde las primeras edades, siendo la fórmula más efectiva para llegar a toda la población. No hay otro tipo de intervención que pueda asegurar un mayor alcance, pues en los países desarrollados prácticamente el 100 % de los niños están escolarizados. Esa cultura de bienestar se fomenta con los principios que presenta la piscología positiva. En este sentido, cabría aclarar Qué es la psicología positiva, y cómo afectaría a los niños en estos niveles de escolarización.

 

 

Martin Seligman considerado el padre de la psicología positiva la define como el estudio científico de las experiencias positivas, los rasgos individuales positivos, las instituciones que facilitan su desarrollo y los programas que ayudan a mejorar la calidad de vida de los individuos, mientras previene o reduce la incidencia de la psicopatología.

 

Así mismo, se basa en el estudio científico de las fortalezas personales, que hacen que se tenga una perspectiva más abierta en relación al potencial humano, sus motivaciones y capacidades. Aprovechando que el día 5 de octubre es el día mundial de los docentes, conviene recordar los numerosos beneficios que aporta aplicarla en el aula, tanto para los alumnos, como para el propio profesorado

 

 

La psicología positiva en el aula se emplea con el objetivo de crear un buen ambiente para el aprendizaje, fomentando en todo momento la igualdad, la inclusión y potenciando, y dando a conocer los puntos fuertes de cada alumno.  Con su correcta aplicación se consiguen los siguientes beneficios:

 

 

Esta área de la psicología se centra en el reconocimiento y en el desarrollo de las fortalezas individuales de los estudiantes, como pueden ser el optimismo, la resiliencia, la creatividad o la gratitud, por poner solo unos ejemplos. Reconocer sus puntos fuertes y potenciarlos les ayuda a desarrollar habilidades socioemocionales, como son la empatía, la resolución de conflictos, la comunicación efectiva o la autorregulación emocional.

 

 

Esta disciplina influye directamente en el fomento de un clima escolar positivo, motivador e inclusivo, pues proporciona las herramientas y estrategias para alcanzarlo. Por este motivo, a medida que se explora cómo la Psicología Positiva se aplica en el aula, se entiende la necesidad de acercarse a recursos valiosos para la formación del profesorado, como el Título Experto en Psicología Positiva, que aporta un nuevo enfoque para aquellos educadores interesados en profundizar en esta perspectiva y transformar sus prácticas pedagógicas.

 

Al final de lo que se trata es de fortalecer las relaciones interpersonales, promover la empatía y la colaboración, algo que se traduce directamente en un ambiente propicio para el aprendizaje y el bienestar de todos los estudiantes.

 

 

Uno de los pilares que trabaja la psicología positiva en la escuela es el fortalecimiento del pensamiento positivo y el optimismo, para que los estuantes acepten los retos que se les presenten como nuevas oportunidades de superación y crecimiento. Asimismo, ayuda a promover el desarrollo de la resiliencia, para que los alumnos se enfrenten a las adversidades y puedan superarlas, con una actitud de lucha y perseverancia.