El francés Geoffrey Soupe asalta el esprint de Oliva

 

La etapa cumplió con el tópico de ser transición entre jornadas de montaña y transcurrió con bastante tranquilidad hasta el tramo final, donde hubo dos caídas.

 

Nada más darse el banderazo de salida en Utiel se escaparon dos corredores con el visto bueno del pelotón. Jesús Herrada (Cofidis) y Ander Okamika (Burgos) tomaron unos dos minutos de ventaja, pero en el gran grupo empezaron a marcar el equipo del líder Lenny Martínez (Groupama) y, sobre todo, el del ganador de las dos etapas previas de esta Vuelta que acabaron al sprint, el Alpecin de Kaden Groves.

 

La dinámica de la carrera no cambió durante tres horas y media y 120 km en los que la carrera fue acumulando retraso. Justo al paso por Valencia capital, Herrada se entregó cuando el pelotón ya acechaba el dúo, pero Okamika redobló su apuesta y se mantuvo todavía en solitario unos 30 km más.

 

Tras el paso por la Albufera la carretera se abría a la costa y el viento rebajaba la sesanción de calor, pero también ponía en tensión a los corredores con aspiraciones al triunfo final en la Vuelta a España. No obstante, el aire entraba de cara y no de costado, por lo que los corredores prolongaron la tregua.

 

El único momento de interés en la aproximación a la llegada fue el sprint intermedio en Cullera, donde  Jonas Vingegaard se metió en la pelea. El danés del Jumbo fue tercero y logró dos segundos de bonificación.

 

A 10 km para el final se produjo una caída en el pelotón que afectó a varios corredores, entre ellos el ganador de la víspera y segundo de la general Sepp Kuss (Jumbo). Pero el estadounidense se subió rápidamente a la bici y se reincorporó sin problemas al pelotón.

 

Peor le ha ido a Thymen Arensman (Ineos), que ha sido el más afectado en otra caída más numerosa a 5 km para el final. El neerlandés estaba consciente, pero ha tenido que recibir asistencia de la ambulancia.