El número uno del mundo cedió ante el aspirante a su trono en un intenso duelo durante dos sets, pero marcado por la lesión en el gemelo derecho sufrida por el español en el inicio del tercer acto. A partir de ahí, sin querer retirarse, Alcaraz no pudo competir ante un 'Nole' que se medirá ante Casper Ruud o Alexander Zverev en busca de su tercer Roland Garros y 23º título de 'Grand Slam'.
Era un duelo digno del Nadal-Djokovic de ediciones anteriores hasta que ocurrió lo impensado. El prodigio español Carlos Alcaraz sufrió un ataque de calambres en el comienzo del tercer set y el serbio Novak Djokovic aprovechó para navegar por aguas tranquilas hacia la final de Roland Garros.
El duelo iba camino a quedar en los anales del Abierto de Francia, pero la merma física a partir del 1-1 de la tercera manga impidieron al número uno del mundo defender sus ocasiones con la misma intensidad que en los primeros instantes. Así, Djokovic firmó un contundente 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1 para alcanzar su séptima final en París e ir en busca de ser el hombre con más 'majors' en la historia del tenis (23, si gana el domingo).
Djokovic había comenzado con fuerza en su 45ª semifinal de Grand Slam y se había llevado con solvencia el primer set. Fue entonces cuando Alcaraz calibró la mira y empezó a aporrear al número 3 del mundo con su formidable derecha. Fueron dos sets que estuvieron a la altura de las expectativas.
Ante un Alcaraz un poco tenso, Djokovic comenzó con fuerza en el partido, logrando el quiebre en el segundo turno de servicio del español. Con el puño apretado ante un estadio Philippe-Chatrier que coreaba su nombre, 'Nole' se regocijó con el 3-1 inicial, que confirmó con calma.
La máquina de Djokovic parecía lanzada, pero casi se frena en su cuarto turno al saque, cuando ofreció tres ocasiones de quiebre seguidas al prodigio español. Sin embargo, Alcaraz no pudo materializarlas y el serbio firmó un ace para ponerse 5-2. Ya no hubo marcha atrás y se llevó esa manga por 6-3.
GRAN INTERCAMBIO DE GOLPES
Otro escenario se abrió en el segundo set, a medida que el calor subía. El público en la Philippe-Chatrier contuvo la respiración cuando los dos hombres lo recompensaron con uno de los intercambios más bellos del torneo. Sirviendo 1-1 en la segunda manga, Alcaraz corrió hacia adelante para devolver con lo justo un 'drop shot'. Cómodo, Djokovic pasó la pelota con la certeza de que el punto (para el 15 iguales) no se le escaparía, pero el joven español logró conectar una derecha, girando sobre su eje, que encontró la línea. Rendido, el serbio se unió a la ovación de todo el estadio.
Ese nivel marcó toda la segunda manga. Lanzado, Alcaraz logró su primer quiebre en el octavo juego y sacó 5-3. Pero Djokovic, con sus 22 títulos grandes en sus espaldas, dio una muestra de su experiencia y su talento para desquiciar al español, que entregó su servicio, con la impotencia de ver un fantástico revés sobre la línea.
Alcaraz volvió a acariciar el set cuando Djokovic se vio acorralado por un 0-40, pero un nuevo resurgir le permitió equilibrar en 5. Lejos de frustrarse, y en dos juegos de altísimo vuelo, el oriundo de El Palmar encadenó lo que necesitaba para llevarse la segunda manga por 7-5.
CALAMBRES Y FIN DE LA BATALLA
Cuando parecía que el duelo iba para largo, Carlos Alcaraz hizo una mueca de dolor y se sujetó la pierna con dolor después del 1-1 inicial. La preocupación creció al ver que optó por un tiempo muerto médico y, por lo tanto, debió conceder su juego de servicio, ya que el reglamento no autoriza la atención en caso de calambres, excepto por un cambio de lado.
Aunque el español aceptó la regla estricta, 'Nole' no se salvó de una bronca del público al reanudarse el juego. Y no es para menos: el ritmo y la intensidad desaparecieron a la luz del sufrimiento de Alcaraz. El número uno del mundo intentó acortar los intercambios, pero poco pudo hacer. Sin suspenso, el serbio se llevó rápidamente el tercer set (6-1) ante un rival que ya no podía correr.
Tras una nueva atención médica, Alcaraz se negó a rendirse. Pero ni el apoyo del público le permitió remontar ante un Djokovic que no tuvo ni que forzar su talento. El esfuerzo apenas le alcanzó para mostrar, una vez más, su faceta luchadora.
EL SERBIO BUSCA EL TÍTULO 23 DE GRAND SLAM
El escenario es cruel para el español. En última instancia, corre el riesgo de perder su lugar como número 1 del mundo a manos de su oponente del día en caso de que el serbio gane el domingo. Pero eso, ahora, parece importarle poco a Djokovic, que va por un objetivo mayor: entrar en la historia al convertirse en el primer hombre en ganar 23 títulos de Grand Slam.
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