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Miércoles, 05 de Octubre de 2022
Remitido
Nuevas tecnologías para obtener agua
El agua es un bien muy preciado, un recurso indispensable para la vivir y también para el desarrollo de diferentes actividades. Su presencia se relaciona de manera estrecha con la vida, por lo que es fundamental para que podamos seguir existiendo y por lo que la ciencia avanza en la tecnología para obtener agua.
A nuestro planeta se le conoce como “planeta azul” debido a que está formado por tres cuartas partes de este líquido tan valioso. Sin embargo, aunque no lo parezca, el cambio climático, las cada vez más frecuentes sequías y, sobre todo, la acción humana, han convertido el agua en un bien que cada vez escasea más. Por esta razón y por su importancia en el desarrollo de la vida, se hace necesario hablar de este tema y dar a conocer cómo los científicos están buscando tecnologías innovadoras para conseguir agua potable. Desde reciclarla hasta convertir en agua dulce la del mar son solo algunas de las formas en que la ciencia avanza para evitar problemas de desabastecimiento en un futuro, con las terribles consecuencias que esto conllevaría.
Reciclamos material orgánico, envases, cartones e incluso ropa, por lo que la idea de reciclar agua no resulta nada descabellada. De hecho, en algunos países ya se lleva a cabo, puesto que es una manera de poder devolver el agua usada y previamente tratada a la naturaleza. No obstante, esto también podría aplicarse para obtener agua potable en nuestras casas y, sobre todo, para poder utilizarla como fuente energética sostenible.
De hecho, sería de gran ayuda para las localizaciones más pobres y que se encuentran más en contacto con la naturaleza, ya que el agua que se deshecha está sin tratar y, desinfectándola, podría resultar de gran ayuda para estos habitantes. Algunos métodos para hacerlo lo podemos encontrar en el sol, gracias a sus rayos UV.
Otras maneras de obtener agua las podemos encontrar en el aire, la tierra y el mar. En este último caso, de hecho, existen las desalinizadoras, aunque es un método que, en la actualidad, cuenta con desventajas al consumir muchos recursos energéticos para llevarse a cabo. No obstante, desde Reino Unido llega un tamiz de óxido de grafeno que puede ayudar a filtrar el agua y que puede ser muy útil en zonas que no pueden costearse una planta desalinizadora. Pero no solo del mar se puede filtrar agua. Como hemos dicho, también encontramos tecnologías para lograrlo de la tierra e incluso del aire.
A pesar de que puede no resultar, de momento, viable por cuestiones económicas, se ha descubierto que es posible extraer agua de algunos minerales. Un buen ejemplo de ello es el yeso, con el que se está experimentando en Holanda, aunque es muy importante todavía determinar si este método tiene futuro o no y si puede ser o no perjudicial para el planeta.
En cuanto al agua que puede conseguirse a través del aire, la ciencia apunta a que es posible obtenerla de la condensación que se produce, por ejemplo, de la niebla. Es más, existen condensadores que se encargan de ello y que se han instalado en desiertos para poder proporcionar agua a sus habitantes. Esta manera tiene de inspiración a algunas de las criaturas que viven en este tipo de ecosistemas y que aprovechan el agua condensada para poder hidratarse. Aparte, también se puede aprovechar el agua del rocío y del aire en lugares que son más secos, y no necesariamente con los condensadores, sino con materiales formados por una combinación de metales y elementos orgánicos que son capaces de absorber el agua e incluso hidrogeles.
Aunque obtener agua de diversas fuentes se encuentra entre las metas de muchos proyectos científicos, no hay que olvidar los sistemas de filtración de agua no potable, con los que se podrían solucionar muchos problemas de abastecimiento. Algunos son tan curiosos como, por ejemplo, un invento formado por hojas compuestas por partículas de plata minúsculas que ayudan a eliminar patógenos y agentes nocivos para la salud. Una manera muy práctica para transformar el líquido que no está en condiciones para ser consumido en agua apta para ello.
Y este no es el único invento curioso, porque ya se vende un accesorio que se utiliza en excursiones, senderismo, etcétera, en los países más avanzados, pero que puede suponer la diferencia entre salvar o no a una persona en localizaciones que hayan sufrido alguna tragedias climáticas o demográficas. Dicho artículo es un tubo que se utiliza del mismo modo en que usaríamos una pajita y que filtra desde metales y compuestos químicos hasta agentes perjudiciales como las bacterias.
Con todo, cada vez son más las tecnologías que se ponen al servicio de la obtención del agua, pues es un bien vital y es necesario concienciarse de su importancia para implementar los medios que eviten su escasez y, con ella, las consecuencias nefastas para nosotros y nuestro planeta.
El agua es un bien muy preciado, un recurso indispensable para la vivir y también para el desarrollo de diferentes actividades. Su presencia se relaciona de manera estrecha con la vida, por lo que es fundamental para que podamos seguir existiendo y por lo que la ciencia avanza en la tecnología para obtener agua.
![[Img #134364]](https://madridpress.com/upload/images/10_2022/3360_agua.jpg)
A nuestro planeta se le conoce como “planeta azul” debido a que está formado por tres cuartas partes de este líquido tan valioso. Sin embargo, aunque no lo parezca, el cambio climático, las cada vez más frecuentes sequías y, sobre todo, la acción humana, han convertido el agua en un bien que cada vez escasea más. Por esta razón y por su importancia en el desarrollo de la vida, se hace necesario hablar de este tema y dar a conocer cómo los científicos están buscando tecnologías innovadoras para conseguir agua potable. Desde reciclarla hasta convertir en agua dulce la del mar son solo algunas de las formas en que la ciencia avanza para evitar problemas de desabastecimiento en un futuro, con las terribles consecuencias que esto conllevaría.
Reciclamos material orgánico, envases, cartones e incluso ropa, por lo que la idea de reciclar agua no resulta nada descabellada. De hecho, en algunos países ya se lleva a cabo, puesto que es una manera de poder devolver el agua usada y previamente tratada a la naturaleza. No obstante, esto también podría aplicarse para obtener agua potable en nuestras casas y, sobre todo, para poder utilizarla como fuente energética sostenible.
De hecho, sería de gran ayuda para las localizaciones más pobres y que se encuentran más en contacto con la naturaleza, ya que el agua que se deshecha está sin tratar y, desinfectándola, podría resultar de gran ayuda para estos habitantes. Algunos métodos para hacerlo lo podemos encontrar en el sol, gracias a sus rayos UV.
Otras maneras de obtener agua las podemos encontrar en el aire, la tierra y el mar. En este último caso, de hecho, existen las desalinizadoras, aunque es un método que, en la actualidad, cuenta con desventajas al consumir muchos recursos energéticos para llevarse a cabo. No obstante, desde Reino Unido llega un tamiz de óxido de grafeno que puede ayudar a filtrar el agua y que puede ser muy útil en zonas que no pueden costearse una planta desalinizadora. Pero no solo del mar se puede filtrar agua. Como hemos dicho, también encontramos tecnologías para lograrlo de la tierra e incluso del aire.
A pesar de que puede no resultar, de momento, viable por cuestiones económicas, se ha descubierto que es posible extraer agua de algunos minerales. Un buen ejemplo de ello es el yeso, con el que se está experimentando en Holanda, aunque es muy importante todavía determinar si este método tiene futuro o no y si puede ser o no perjudicial para el planeta.
En cuanto al agua que puede conseguirse a través del aire, la ciencia apunta a que es posible obtenerla de la condensación que se produce, por ejemplo, de la niebla. Es más, existen condensadores que se encargan de ello y que se han instalado en desiertos para poder proporcionar agua a sus habitantes. Esta manera tiene de inspiración a algunas de las criaturas que viven en este tipo de ecosistemas y que aprovechan el agua condensada para poder hidratarse. Aparte, también se puede aprovechar el agua del rocío y del aire en lugares que son más secos, y no necesariamente con los condensadores, sino con materiales formados por una combinación de metales y elementos orgánicos que son capaces de absorber el agua e incluso hidrogeles.
Aunque obtener agua de diversas fuentes se encuentra entre las metas de muchos proyectos científicos, no hay que olvidar los sistemas de filtración de agua no potable, con los que se podrían solucionar muchos problemas de abastecimiento. Algunos son tan curiosos como, por ejemplo, un invento formado por hojas compuestas por partículas de plata minúsculas que ayudan a eliminar patógenos y agentes nocivos para la salud. Una manera muy práctica para transformar el líquido que no está en condiciones para ser consumido en agua apta para ello.
Y este no es el único invento curioso, porque ya se vende un accesorio que se utiliza en excursiones, senderismo, etcétera, en los países más avanzados, pero que puede suponer la diferencia entre salvar o no a una persona en localizaciones que hayan sufrido alguna tragedias climáticas o demográficas. Dicho artículo es un tubo que se utiliza del mismo modo en que usaríamos una pajita y que filtra desde metales y compuestos químicos hasta agentes perjudiciales como las bacterias.
Con todo, cada vez son más las tecnologías que se ponen al servicio de la obtención del agua, pues es un bien vital y es necesario concienciarse de su importancia para implementar los medios que eviten su escasez y, con ella, las consecuencias nefastas para nosotros y nuestro planeta.
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