El sondeo publicado el pasado lunes 7 de febrero daba al PSOE como ganador de los comicios de Castilla y León, infló las horquillas de Ciudadanos y Podemos e infravaloró el resultado que iban a obtener el PP y Vox. Concretamente, al PSOE le auguraba entre 29 y 34 escaños y se quedó segundo con 28. Al PP le daba un segundo lugar con 24-30 procuradores, cuando lo cierto es que ganó las elecciones con 31 escaños. Lo de Vox no tiene nombre, pues el CIS le daba entre 8 y 9, lejos de los 13 procuradores obtenidos. Con Ciudadanos y Podemos también erró clamorosamente. A la formación naranja le pronosticaba de 2 a 5 escaños, y sin embargo resultó el gran perdedor y sólo salvó el escaño de Igea; y a los socios de Gobierno del PSOE les daba de 2 a 4 escaños y también fracasaron al obtener un solo procurador.
El problema del socialista Tezanos no es que no acierte ni una sola encuesta, sino el exceso de cocina de las mismas. Tezanos está en el CIS para orientar y mediatizar el voto con sus sondeos, unos sondeos tendenciosamente favorables para las expectativas del PSOE y sus socios, y muy negativos para PP y Vox. Tezanos confunde sus deseos con la realidad y no duda en utilizar torticeramente un organismo público desprestigiando a unos buenos profesionales, que han tenido la mala suerte de ser dirigidos por un manipulador. Y ello sin entrar a valorar los importantes recursos económicos que malgasta con sus malos sondeos. Si le quedara una pizca de vergüenza dimitiría hoy mismo, pero no lo hará porque para un militantes socialista como él lo importante no es la verdad, sino ponerse al servicio de su amo.
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