Ayuso como salvavidas

Era Pablo Casado quien tenía una agenda repleta de actos electorales. Ahora las cosas han cambiado y, en el tramo final de la campaña, la presidenta de Madrid está siendo requerida para participar en los mítines.

 

¿Qué es lo que ha pasado? ¿Por qué han cambiado de criterio? La explicación habría que buscarla en los últimos sondeos que enfrían las expectativas de conseguir una mayoría suficiente para que el PP pudiera gobernar en solitario en la Comunidad de Madrid. El escenario sigue abierto pero a falta de cuatro días para conocer el resultado de los comicios todo indica que si Fernández Mañueco quiere seguir siendo presidente de Castilla y León tendrá que conseguir el apoyo de Vox, partido al que los sondeos pronostican un resultado con suficiente número de diputados para -caso de pactar- alcanzar la mayoría. Mayoría a la que también aspiran en el PSOE contando, en su caso, con el apoyo de Podemos y de alguno de los dos o tres nanopartidos provinciales.

 

Todo está ya, digo, abierto, pero en el caso del PP se está viendo que la presencia de Pablo Casado no consigue el arrastre previsto por quienes diseñaron la campaña en la idea de que la victoria en Castilla y León sería capital político propio del líder del partido. Algo así como un resarcimiento de lo acontecido en las elecciones de Madrid en las que el triunfo de Isabel Díaz Ayuso fue atribuido en exclusiva a la joven lideresa popular.

 

Tirar de Ayuso a modo de salvavidas en el tramo final de la campaña, más que una decisión inspirada por el vértigo que generan en Génova las últimas encuestas, es el resultado de asumir el tirón y la popularidad que rodea a la presidenta madrileña, muy aplaudida a su paso por las calles de Valladolid. Ayuso se mueve sin complejos y en un mitin ha pronunciado la frase que quedará en la memoria de estas elecciones: "Pactaría antes con el partido de Ortega Lara que con quienes pactan con sus secuestradores". Golpe directo a los pactos de Pedro Sánchez con Bildu pero recado también para Pablo Casado.