La ministra Tintalux

 

Parece que está la ministra gritando a los cuatro vientos que poder contar con ella es un lujo al alcance de pocos gobiernos. Y está sacando pecho con algunos datos que le son favorables por el momento, para postularse a presidenta en las próximas elecciones. Y así ratonearle el puesto a su jefe Sanchez. 

 

Por eso va por ahí diciendo que lo del “ocho eme” ella lo vio venir con cuatro días de antelación. Y que por eso presentó una guía muy polémica, pero no se tomaron en cuenta sus medidas. Y la acusaron de alarmista.

 

También en su momento se echó a ella misma flores por su sublime pedagogía explicando a los niños y a las niñas de este país qué es un ERTE. Y ha llegado a decir que es una herramienta que ha puesto en marcha ella misma, sin saber que venía del Gobierno anterior. Ha afirmado incluso que “el ERTE ha venido para quedarse”. Y esta frase tampoco es que le haga ningún favor porque ya da por hecho que el futuro a su mando no pinta mucho mejor.

 

Además, sin ningún pudor, Yolanda en su momento ya lanzó vítores de gloria manifestando que “el Gobierno de España ha modificado el artículo 49 de la Constitución para emprender un cambio sustantivo respecto a las personas con discapacidad”. Demostrando no saber cómo funciona la Carta Magna, porque a ella el Sanchismo solo le ha enseñado a gobernar por decretazos. Y a torear a la Constitución con Estados de Alarma ilegales para poder meter con más soltura la mano dentro del cajón.

 

Es decir, que tenemos una ministra de trabajo o demasiado lista o mayestáticamente torpe porque sabía lo que iba a pasar con la pandemia, pero no hizo nada. Que tampoco sabe realmente lo que es un ERTE. Y que aparenta no tener ni idea de cómo se modifica la Constitución. No obstante, parece tener muy claro la forma de burlar una ley de rango superior. 

 

Aun así, Yolanda se pinta a sí misma muy bien. Asegura que es muy responsable. Y que el mundo le pesa mucho. Tanto como al Titán Atlas. Pero como siempre habla de oídas no sabe que Zeus no le castigó a cargar el mundo, sino el cielo. Ese que parece querer llegar a tocar la futura presidenta sabidilla. La ministra Titanlux.