Calderas de gas natural: la mejor opción para el invierno

 

El invierno está a la vuelta de la esquina, por eso, para combatir las bajas temperaturas, muchos hogares deciden comprar una caldera de gas natural. Una caldera de gas es parte del equipamiento básico de un hogar, porque permite obtener calefacción, y en algunos casos también agua caliente. Además, su diseño contribuye a ahorrar dinero en la factura de la luz, dependiendo del sistema que se emplee. 

 

Las calderas de gas son los dispositivos de calefacción más utilizados en las viviendas, por ello, en el mercado existe una amplia variedad de tipos y modelos entre los que se puede elegir. Cuando se trata de comprar una caldera nueva, lo más recomendable es buscar una tienda que ofrezca los mejores modelos del mercado, como ExpertClima, quienes ofrecen asesoramiento personalizado y precios competitivos. 

 

 

Una caldera de gas natural es un equipo de calefacción que se conecta a la instalación de gas del hogar para calentar las estancias y, en la mayoría de los casos, proporcionar agua caliente sanitaria (ACS). Los modelos que ofrecen esta doble función son conocidas como calderas de gas natural mixtas. 

 

También están las de mural, que se colocan en la pared a cierta altura, y las de pie, estas tienen una forma parecida a la de una nevera, con un acumulador de agua de gran volumen y se utilizan para espacios con mayor requerimiento de potencia. Las calderas de gas natural son las favoritas de muchas personas, porque aseguran un mayor ahorro, debido a que el combustible que emplean es el más económico del mercado.

 

Además, son mucho más cómodos y seguros, porque el suministro es continuo y no hay que preocuparse por rellenar el depósito. 

 

 

Hoy en día se pueden encontrar numerosos tipos de calderas. Es importante comprar el modelo que mejor se ajuste a las necesidades, presupuesto y espacios. A continuación se presentan algunas de las principales características de los distintos tipos de calderas de gas natural. 

 

 

Las calderas de gas de condensación son de las favoritas del mercado, debido a su eficiencia de consumo, pues permiten un ahorro de entre un 20% y 30% de combustible. Gracias a su sistema de funcionamiento, los hogares disfrutan de una reducción sustancial de la factura de la luz a final de mes. 

 

Este tipo de calderas de gas natural disminuyen el impacto medioambiental. Además, cuentan con la tecnología más avanzada en sistemas de climatización doméstica del mercado. Aunque su precio suele ser un poco más elevado, vale la pena hacer la inversión.

 

 

Las calderas de gas tipo cámara estanca son de las más comunes y seguras del mercado. Este modelo dispone de una cámara de combustión sellada herméticamente que recoge el aire del exterior del hogar. 

 

La caldera se activa automáticamente cuando detecta el encendido. Antes de empezar a funcionar, impulsa los gases del interior de la cámara hermética, el presostato se activa simultáneamente, los conductores abren los pasos del gas a los quemadores y la ionización controla la llama. Cuando inicia el proceso de combustión, los gases tóxicos se eliminan de manera separada al gas del interior. 

 

 

Esta caldera de gas natural ofrece uno de los índices de emisión de óxido de nitrógeno (NOX) más bajos. Al reducir sustancialmente los gases contaminantes, cumple con todas las normativas para el cuidado del medio ambiente. 

 

 

Una caldera de gas atmosférica tiene una cámara de combustión abierta. En este modelo el aire que se utiliza para la combustión está en el mismo lugar de la caldera, eso hace que sea menos eficiente y más contaminante para el ambiente doméstico.

 

El precio de una caldera de gas natural ronda entre los 500 € y 2.500 €; además, su instalación tiene un coste aproximado de 400 €. Al momento de comprar una caldera nueva debes tener en cuenta estos gastos. Por suerte, los modelos más modernos se ajustan a todas las necesidades y al presupuesto familiar de todos los hogares.