Una victoria arrolladora
Isabel Díaz Ayuso ha logrado una gran victoria para el PP en las elecciones a la Comunidad de Madrid. Se ha impuesto rotundamente en las urnas y se ha deshecho de la incómoda compañía de Ciudadanos, al que ha condenado a la desaparición, ha noqueado al PSOE de Gabilondo y de Sánchez, ha obligado a Iglesias a retirarse de la política, y ha devuelto la ilusión a su partido, que ve un cambio de ciclo político y La Moncloa más cerca. Un resultado inmejorable.
La victoria de Ayuso es incuestionable. Ha obtenido más del doble de votos y de escaños, acariciando una mayoría absoluta que se vende muy cara por el final del bipartidismo. Sus 65 diputados le garantizan dos años de gobierno con las manos libres. Ni siquiera Vox va a ser determinante porque el PP supera en siete escaños a los tres partidos de la izquierda juntos. ¡Ahí es nada! Ayuso ha devuelto la ilusión a un PP que ha pasado un calvario desde la moción de censura a Rajoy, pasando por las acusaciones de corrupción. Erigida como máximo azote del 'sanchismo', la presidenta regional se cobra así una pieza de gran calado para posibilitar el regreso del PP a La Moncloa. El propio líder popular, Pablo Casado, cree que el 4-M marca un punto de inflexión en la política nacional y ya ve posible recuperar el Gobierno de la nación.
Al plantear las elecciones de Madrid en clave nacional el hundimiento del PSOE -que ha obtenido sus peores resultados de la historia- se ve como una derrota del mismísimo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se lanzó alegremente a la contienda electoral pensando que se comería cruda a Ayuso. Lo cierto es que ha sido al revés. Como si de un plebiscito se tratara, Ayuso ha noqueado a Sánchez. Ayuso ha ganado y Sánchez ha perdido. Los madrileños tenían ganas de acudir a las urnas después de un año y medio de Gobierno socialista, basado en la mentira, en la incompetencia y, sobre todo, aliado con lo peor del panorama político: con un Podemos ideológicamente anticuado y con una sobreactuación apelando a un rancio antifascismo que nadie le ha comprado. A ese compañero de viaje, Sánchez sumó a los separatistas-golpistas catalanes y a los herederos de ETA, con las consecuencias de convertirse en rehén de esos indeseables socios. Si a eso se le añade una pandemia sanitaria y una grave crisis económica y social, es lógico pensar que Sánchez e Iglesias se han cavado la tumba política en Madrid.
Sí, Iglesias ha sido el gran perdedor porque apenas ha logrado superar los resultados de 2019 pese a encabezar él mismo la candidatura. Su ex socio Íñigo Errejón le ha ganado ampliamente con su joven partido Más Madrid, que incluso ha dado la campanada al superar en votos al PSOE. Derrotado y humillado, el líder de Podemos no ha tardado nada en anunciar que abandona la política. Una gran noticia, porque Iglesias se ha caracterizado por emponzoñar la política y enfrentar a los españoles. Se ha quedado en el rancio comunismo bolivariano y castrista y no ha entendido lo que es España y Madrid en pleno siglo XXI. Iglesias ha sido castigado por mentir. Dijo que venía a luchar contra la casta y él mismo se convirtió en casta. Cambió Vallecas por un chalet en la Sierra y la tienda de campaña de Sol por un sillón de vicepresidente sin obligaciones. Y los madrileños le han dicho que cierre la puerta al salir. Merecido destino.
En cuanto a Ciudadanos, sólo cabe decir que su cantado fracaso se lo debe a sí mismo. Sólo Inés Arrimadas es la responsable por dejarse atraer por los cantos de sirena de Sánchez y lanzar una moción de censura contra su propio Gobierno en Murcia. La candidata alternativa era ni más ni menos que la portavoz de ese Gobierno al que se disponían a desalojar. No se puede hacer peor y los electores le han pasado factura. Mucho tarda Arrimadas en presentar la dimisión y entregar de paso la llave del partido.
El 4-M ha traído pues una victoria ilusionante para el PP, pero también puede servir para rebajar la crispación política y el alto grado de enfrentamiento entre izquierdas y derechas. No es momento para ello puesto que España sigue enfrentándose a una grave crisis sanitaria, económica, social y territorial y lo que reclaman los españoles es un poco de entendimiento y colaboración entre las distintas fuerzas para salir del túnel.
![[Img #112925]](https://madridpress.com/upload/images/05_2021/748_ayuso.jpg)
La victoria de Ayuso es incuestionable. Ha obtenido más del doble de votos y de escaños, acariciando una mayoría absoluta que se vende muy cara por el final del bipartidismo. Sus 65 diputados le garantizan dos años de gobierno con las manos libres. Ni siquiera Vox va a ser determinante porque el PP supera en siete escaños a los tres partidos de la izquierda juntos. ¡Ahí es nada! Ayuso ha devuelto la ilusión a un PP que ha pasado un calvario desde la moción de censura a Rajoy, pasando por las acusaciones de corrupción. Erigida como máximo azote del 'sanchismo', la presidenta regional se cobra así una pieza de gran calado para posibilitar el regreso del PP a La Moncloa. El propio líder popular, Pablo Casado, cree que el 4-M marca un punto de inflexión en la política nacional y ya ve posible recuperar el Gobierno de la nación.























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.103