Pícaros en campaña

Pedro Sánchez, que es más listo, no ha dimitido de presidente del Gobierno, lo que le permite hacer de cada declaración un mitin, sin la molestia de reunir gente, subirse a la tribuna y pronunciar vacuidades que parecen consignas, y consignas que semejan anuncios comerciales.

 

Otrosí, a Pablo Iglesias le recriminan, e incluso le han denunciado, por usar su despacho vicepresidencial, siendo candidato, algo que está prohibido por la Junta Electoral, mientras Pedro Sánchez, presidente del Gobierno sin dimitir, se marcha hasta Senegal, en su incansable búsqueda de luchar contra la pandemia en España y, desde allí, interviene en la campaña hablando sobre Isabel Ayuso, es decir, mintiendo sobre Isabel Ayuso, ya que en Pedro Sánchez el verbo hablar y el verbo mentir son sinónimos.

 

Las ventajas son múltiples: no tiene que dimitir de presidente del Gobierno, no ha de solicitar la indemnización del sueldo como ex-presidente y, encima, la Junta Electoral jamás le reprochará que lleve a cabo sus intervenciones electorales, desde su despacho de Moncloa, desde su escaño en el Congreso o desde donde le pase por los bordes de su titulo de doctor en Economía.

 

Algunos dice que eso es peligroso, porque si gana Ayuso perderá Sánchez. Quienes lo dicen son tan pardillos como Pablo Iglesias. Si pierde Ayuso, habrá ganado Pedro Sánchez. Y si gana Ayuso, habrá sido derrotado Ángel Gabilondo.