Los centros educativos forman en liderazgo de equipos directivos

 

En el CEIP Ramón María del Valle Inclán, en el distrito de San Blas-Canillejas de Madrid capital, los partes han bajado "muchísimo", según ha destacado la directora del centro, Nuria Hernández, en declaraciones a Europa Press.

 

Mientras, en el IES Valmayor de Valdemorillo, los chicos con mayores dificultades han "mejorado mucho" sus resultados, tal y como ha señalado la directora, Silvia Elices.

 

Estas mejoras se deben a las acciones que han emprendido ambos centros como consecuencia de la participación de sus equipos directivos en el Programa de Liderazgo para el Aprendizaje de la Fundación "la Caixa".

 

EduCaixa, el programa educativo de la Fundación "la Caixa", ha puesto en marcha en el curso 2019-2020 este programa gratuito de la mano de un equipo de expertos y académicos de ámbito estatal y en colaboración con el Institute of Education (IOE) del University College de Londres (UCL).

 

La iniciativa parte de la constatación de que el liderazgo en las escuelas es la segunda variable escolar con mayor impacto sobre la calidad y la mejora educativa, según numerosas investigaciones realizadas por la OCDE y otros estudios internacionales.

 

El programa se despliega a través de una formación anual que tiene por objetivo "capacitar, prestigiar, fortalecer y transformar el rol de los equipos directivos", a través de tres modalidades de trabajo: 54 horas de formación presencial, 18 horas de trabajo en grupos territoriales de aprendizaje y 42 horas de diseño de proyectos de liderazgo por el cambio, que se desarrollan, implementan y evalúan a lo largo del curso.

 

Los resultados que han cosechado estos centros madrileños confirman las conclusiones de los estudios internacinales sobre que las escuelas que cuentan con un liderazgo consciente y competente logran mejorar el rendimiento académico, el clima y la convivencia del centro.

 

Ambos han introducido una nueva cultura de liderazgo basada en extender el liderazgo más allá de las direcciones para que incluya al equipo docente, el aula y el centro, de modo que se promueva una mejora de calidad de los aprendizajes del alumnado y del conjunto del sistema.

 

PROYECTO COMPARTIDO
 

En palabras de Elices, en el IES Valmayor han pasado de dedicarse a "apagar fuegos" a desarrollar un "proyecto compartido", dentro del cual han puesto en marcha diversas acciones como los planes personalizados de refuerzo, con los que han conseguido que los alumnos vayan saliendo adelante a lo largo del curso.

 

También se han dado cuenta de que los docentes pueden aprender los unos de los otros, de manera que han abierto las aulas e impulsado la formación por los propios compañeros, aunque también miran más afuera, a las investigaciones internacionales.

 

Para Elices, esta cultura del liderazgo es fundamental en la escuela y en cualquier otro ámbito y trata de "ayudar a dar lo mejor de sí mismo" y de convertirse en "una organización que aprende".

 

Por su parte, Hernández ha relatado que los niños de su centro, que se encuentra en "una zona bastante complicada" de la capital, "tenían muchísimos problemas a la hora de gestionar las emociones", lo que se traducía en "un montón de partes".

 

A través de un proyecto de convivencia que ya estaba en la mente de un profesor antes de que el equipo directivo participara en el Programa de Liderazgo para el Aprendizaje de la Fundación "la Caixa", pero al que este dio un impulso gracias a su promoción del "liderazgo compartido", los partes se han reducido un 76,7 por ciento, pero lo más importante es que los niños han aprendido a "autorregularse" porque han automatizado las herramientas que les han dado para controlar sus emociones.

 

HERRAMIENTAS PARA LIDERAR
 

"No teníamos esas herramientas para liderar y que todo el mundo participara", ha reconocido Hernández, quien ha señalado que el proyecto cubre carencias como la falta de formación de los directores para dirigir un centro desde el punto de vista de la gestión de los Recursos Humanos y la inteligencia emocional.

 

Asimismo, el proyecto genera una red de centros que permite el aprendizaje entre ellos, ya que "lo que piensas que es imposible o quieres hacer pero no sabes cómo ya lo están haciendo otros".

 

En total, han participado 50 centros educativos y sus 100 directivos (una pareja por centro), entre ellos seis directores y docentes de tres centros escolares de la Comunidad de Madrid.