Una breve historia de las criptomonedas

Las criptomonedas han tomado el planeta por sorpresa. Se constituyen como un medio de protección de fondos, entre otros potenciales usos, y su valor se ha solidificado, por no mencionar que muchas personas han hecho fortunas con ellas, utilizando plataformas certificadas en línea, que ofrecen seguridad y acceso a los mercados de criptomonedas, como bitcoinera.io. Es probable que hayáis estado en un bar o un café y el tema de conversación haya sido lo que comúnmente conocemos como “las cripto”, ¿pero realmente conocéis su historia? En este breve artículo te contamos un poco más sobre esta maravilla de la tecnología financiera moderna.

 

 

 

 

Habrás escuchado el nombre “Satoshi Nakamoto”. A esta “figura mítica” de la tecnología cripto se le atribuye la creación del Bitcoin, la criptomoneda más reconocida mundialmente. Sin embargo, Satoshi, o cual sea su nombre real, (lo cual es un tema para una pieza mucho más extensa), tuvo predecesores que comenzaron a trabajar hasta 20 años antes que él (¿o ella? ¿o ellos? Quién sabe…).

 

 

La Revista Bitcoin presentó un informe en 2014 que señala que los primeros intentos de creación de un activo digital similar a las criptomonedas ocurrieron en Holanda, en la década de los 80. 

 

En las noches, las estaciones de servicio en las zonas más remotas estaban siendo atracadas para robar el dinero en efectivo, y los operadores no estaban contentos teniendo que colocar personal de seguridad para protegerlas. No obstante, las estaciones tenían que permanecer abiertas durante la noche, para llenar los tanques de los camiones que se trasladaban por la noche. Alguien tuvo una idea genial: colocar dinero en las tarjetas inteligentes que recientemente se estaban probando. Así nació el “dinero electrónico”. 

 

A los conductores se les entregaban estas tarjetas en lugar de dinero en efectivo, y así las estaciones no eran un blanco atractivo para los atracadores. En esta misma época los bancos comenzaron a proporcionar una forma para que los clientes de las tiendas pudieran pagar directamente desde sus cuentas bancarias… esto se convirtió en lo que hoy conocemos como Puntos de Venta.

 

 

En la década de los 90, en pleno apogeo de la burbuja del Internet, muchas empresas comenzaron a promover el uso de Digicash. De ellas, la que tuvo mayor impacto en el mundo financiero fue quizá PayPal, que revolucionó la forma en que las personas se pagan entre sí, enviando dinero de forma segura a través de un navegador web. Al conectarse con eBay, PayPal logró asegurarse una base de usuarios que le permitió crecer y prosperar. Como ella, muchas otras empresas intentaron impulsar lo que entonces se conocía simplemente como el dinero web.

 

 

En 1998, el desarrollador Wei Dai propuso un “sistema de efectivo de distribución anónima y electrónica”, al que llamó B-Money. El sistema no fue exitoso. Sin embargo, Nakamoto habría hecho referencia a B-Money en el Proyecto de su sistema, Bitcoin, alrededor de una década más tarde.

 

 

La primera “criptomoneda” como tal fue Hashcash. Desarrollada a mitad de los 90, Hashcash fue diseñada para varios propósitos, incluyendo la minimización del Spam de correos electrónicos y la prevención de ataques de Negación de Servicio (DoS). Este sistema abrió una amplia gama de posibilidades, pero su complejidad hizo que su potencial real no fuera materializado sino hasta dos décadas más tarde. Con el tiempo, la necesidad de más y más potencia de procesamiento hizo que Hashcash fuera menos efectivo y, finalmente, muriera en el intento.

 

 

Cuando Bitcoin fue inventado, en 2009, abrió las puertas para una nueva generación de “dinero digital” o criptomonedas. A diferencia de sus predecesores, es descentralizado y se basa en tecnología de cadena de bloques (blockchain). A pesar del inmenso potencial que ha demostrado esta criptomoneda y las miles de criptomonedas y tókens inspiradas en ella, Satoshi quizá no habría tenido la inspiración ni las bases para su proyecto de no ser por algún viejo conductor de camiones holandés que, por temor a ser atracado en la estación de gasolina, se quejó con su jefe por la inseguridad… ¡vaya Efecto Mariposa!

 

 

Bitcoin y muchas otras criptomonedas han reconfigurado el panorama financiero mundial. Independientemente de tu conocimiento de las características técnicas de esta y otras cripto, (en las cuales no nos adentraremos en este artículo), es cierto que el mercado de criptomonedas es excitante y puede ser rentable. 

 

Hoy en día las criptomonedas y la tecnología que está detrás de ellas se incluyen cada vez más en la cotidianidad financiera. Quizá no lo sepáis, pero es probable que el pago que hicisteis esta mañana por tu café haya pasado por redes que aprovechan los avances tecnológicos de las cripto para llegar al comercio que te lo vendió. La utilidad de las criptomonedas y su tecnología les asegura un futuro próspero en lo que son las transacciones financieras del presente y lo que serán las del futuro.