La tecnología y la horticultura se unen para crear nuevos startups de cannabis

La existencia del cannabis ha pasado de ser un problema social, a percibirse como una industria en potencia bajo las regulaciones adecuadas, con una rentabilidad inimaginable. Esta última década ha sido clave dentro del sector legal que cultiva y comercializa cannabis para uso medicinal, aunque su propuesta de legalización en España data de años anteriores.

 

 

La aceptación social y demolición de paradigmas viene dada por los descubrimientos de la ciencia sobre el uso del cannabis en la medicina. El desarrollo y la innovación no se quedan sólo en el procesamiento de la planta. El avance de la tecnología en la horticultura ha abierto una ventana de posibilidades para la creación de emprendimientos en áreas como:

 

 

 

Las manipulaciones genéticas de la planta son la clave para aprovechar al máximo el potencial del cannabis y secuenciar su ADN. Editar los genes de la planta permite crear razas personalizadas que son más fáciles de cultivar y tienen un efecto más positivo en el organismo. La proyección a largo plazo es lograr insertar los genes de la planta en bacterias y levaduras que favorezcan la producción industrial sin necesidad de la plantación.

 

 

Las plantas de cannabis demandan una gran cantidad de luz de amplio espectro que naturalmente la reciben si se cultivan en países tropicales. Para replicar estas condiciones en países como España, se gasta mucha energía en bombillas de elevada intensidad.

 

Sin embargo, la globalización de esta producción incentivó a muchas naciones a buscar alternativas, como el uso de luces LED para emitir espectros de luz de banda ancha. Este cambio, supone un ahorro importante en energía eléctrica, ya que generan menos calor, lo que suprime la necesidad de contar con reguladores de temperatura en cada plantación.

 

 

Las lámparas LED para el cultivo de cannabis han dado un paso más allá, convirtiéndose en aparatos inteligentes que ayudan a hacer un seguimiento de tu planta cuando marchas de vacaciones o estás ausente. Muchos ejemplares incluyen una aplicación móvil a través de la cual regulas el suministro de energía lumínica y recibes consejos sobre tu plantación.

 

 

En la búsqueda por descubrir técnicas de cultivo más eficientes, encontramos las semillas de marihuana autoflorecientes con más productividad respecto a las semillas fotodependientes. Esta variedad es una de las más populares, ya que florece sin importar el ciclo de luz, regalándote un cultivo constante durante todo el año, independientemente de la estación.

 

Gracias a este avance, los cultivadores pueden ahorrar esfuerzo en el manejo de la luz hasta el día de la cosecha, que suele durar poco más de dos meses, lo que indica que es posible recoger varias cosechas durante un mismo año. Además, son semillas sumamente sencillas de cultivar y mantener, ya que soportan condiciones de frío y humedad. De hecho, son ideales para tener en casa o pisos pequeños, ya que algunas modalidades no superan los 100 cm de altura.