Con "escaso beneficio a la movilidad"
Madrid no soterrará Gran Vía por su "elevadísimo coste" de 300 millones
La delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero, ha confirmado que no soterrarán Gran Vía, como planteaba Vox en el marco del acuerdo entre esta formación y PP, por su "elevadísimo coste" de 300 millones de euros, una "inversión desproporcionada" si se compara con su "escaso beneficio a la movilidad", además de generar un punto negro en Cibeles, entre otras razones.
La decisión se ha tomado en virtud del informe encargado a la consultora de ingeniería Vectio, con un coste de 17.000 euros, que es la materialización de dicho acuerdo Vox-PP. El grupo liderado por Javier Ortega Smith planteaba el estudio de la viabilidad técnica del soterramiento de Gran Vía como vía de circulación alternativa y aparcamiento subterráneo.
García Romero ha indicado que el informe señala que no habría grandes problemas en la salida de la Cuesta de San Vicente y Princesa pero sí se registrarían "graves problemas de circulación" en Alcalá y Cibeles, con "un elevado grado de congestión" en torno a la fuente. "No es razonable crear un nuevo punto negro de tráfico al querer mejorar la movilidad", ha apostillado la delegada.
Además el informe apunta que sí sería posible la construcción de una obra de "gran complejidad técnica" pero supondría "una afección a la movilidad peatonal en superficie inaceptable". "Por todo ello no considero recomendable la construcción pero eso no implica que no se pueda estudiar alternativas de movilidad más sencillas y económicas", ha expuesto.
El concejal de Vox Pedro Fernández ha argumentado que si las mismas "objeciones técnicas" se hubieran aplicado al soterramiento de la M-30 esta obra, "de la que nadie pone en duda" su beneficio, "no se hubiera realizado" porque también "provocó inconvenientes" y un "elevado coste, enorme".
"Pero el resultado final es una obra que permanece por generaciones, con beneficios sociales, medioambientales y estéticos", ha argumentado Pedro Fernández, que ha planteado "algo similar" para Gran Vía. "No debería rechazarse por estas objeciones sin perjuicio de adaptar el proyecto a esas objeciones", ha planteado.
El concejal de Más Madrid José Manuel Calvo, que también ha preguntado en la comisión por el estado del proyecto, ha atacado el "negacionismo de la ultraderecha frente a la ilustración" y ha acusado al área de tirar el dinero con este informe, cuyos resultados eran los previsibles. "No tiro el dinero, cumplo los acuerdos firmados con Vox", ha replicado Paloma García Romero.
![[Img #109530]](https://madridpress.com/upload/images/02_2021/5379_225927_che3687.jpg)
La decisión se ha tomado en virtud del informe encargado a la consultora de ingeniería Vectio, con un coste de 17.000 euros, que es la materialización de dicho acuerdo Vox-PP. El grupo liderado por Javier Ortega Smith planteaba el estudio de la viabilidad técnica del soterramiento de Gran Vía como vía de circulación alternativa y aparcamiento subterráneo.
García Romero ha indicado que el informe señala que no habría grandes problemas en la salida de la Cuesta de San Vicente y Princesa pero sí se registrarían "graves problemas de circulación" en Alcalá y Cibeles, con "un elevado grado de congestión" en torno a la fuente. "No es razonable crear un nuevo punto negro de tráfico al querer mejorar la movilidad", ha apostillado la delegada.
Además el informe apunta que sí sería posible la construcción de una obra de "gran complejidad técnica" pero supondría "una afección a la movilidad peatonal en superficie inaceptable". "Por todo ello no considero recomendable la construcción pero eso no implica que no se pueda estudiar alternativas de movilidad más sencillas y económicas", ha expuesto.
El concejal de Vox Pedro Fernández ha argumentado que si las mismas "objeciones técnicas" se hubieran aplicado al soterramiento de la M-30 esta obra, "de la que nadie pone en duda" su beneficio, "no se hubiera realizado" porque también "provocó inconvenientes" y un "elevado coste, enorme".
"Pero el resultado final es una obra que permanece por generaciones, con beneficios sociales, medioambientales y estéticos", ha argumentado Pedro Fernández, que ha planteado "algo similar" para Gran Vía. "No debería rechazarse por estas objeciones sin perjuicio de adaptar el proyecto a esas objeciones", ha planteado.
El concejal de Más Madrid José Manuel Calvo, que también ha preguntado en la comisión por el estado del proyecto, ha atacado el "negacionismo de la ultraderecha frente a la ilustración" y ha acusado al área de tirar el dinero con este informe, cuyos resultados eran los previsibles. "No tiro el dinero, cumplo los acuerdos firmados con Vox", ha replicado Paloma García Romero.
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