Remitido
Joyas, un brillo que no se apaga
La pandemia que golpea el mundo desde hace ya un año ha afectado a nuestra forma de vida y ha impulsado cambios como el incremento del consumo a través del canal online. Un sector históricamente tradicional como el mercado de la joyería se está adaptando de manera acelerada a los nuevos tiempos.
Empresas de todos los sectores trabajan a diario para estar presentes en este canal. El sector joyero se ha sumado al comercio online aprovechando sus ventajas.
Moon Diamonds es una de las mayores firmas de importación y exportación de diamantes con oficina propia en la bolsa de diamantes de Amberes, que ha percibido un aumento de la compraventa de los diamantes, algo que ocurre con frecuencia en momentos de incertidumbre económica, situación en la que, actualmente, muchos países se encuentran. Lo mismo ha ocurrido con otros materiales como son el oro, las joyas en líneas generales y los relojes.
Vender joyas en Madrid es otra de las opciones que tienen quienes quieren desprenderse de alguna pieza bien sea por necesidad económica, porque les recuerda a una relación ya pasada o por cualquier otro motivo.
El oro, un metal que enamora
La crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus ha catapultado el mercado del oro. Cada vez más clientes compran y venden metales preciosos y la demanda de los inversores es creciente.
El oro tiene un increíble poder de atracción sobre las personas. Es un metal que enamora. Es símbolo de riqueza y de calificaciones superlativas ya desde épocas muy remotas.
El mercado del oro ha evolucionado mucho y ha tenido muchos cambios en los últimos años. No solo por su inversión en otras joyas, sino porque este precioso metal se está utilizando para otros fines como en la gastronomía o en bienestar. Se ha demostrado que tiene propiedades antiinflamatorias, así como otros beneficios para la salud que tanto se valora últimamente.
El diamante, la gema más valiosa
Sin duda, el diamante es la gema más valiosa usada en joyería, una vez tallada en diferentes formas, que ostenta la mayor pureza conocida, diez en la escala Mohs.
Asimismo, es importante tasar los diamantes correctamente. Atendiendo al color, la escala más alta de calidades la componen los diamantes que van del blanco azulado, el más puro, al blanco débil.
En base a la talla, un diamante puede ser: diamante talla brillante, diamante talla princesa, diamante talla marquise, diamante talla oval, diamante talla corazón, diamante talla pera, diamante talla esmeralda y diamante talla radiant.
Tal vez por su fama de irrompibles, los diamantes han estado asociados no solo con la lealtad, sino también con el poder y la resistencia. Y es este simbolismo, combinado con la extraordinaria rareza de algunos de sus ejemplares, lo que ha hecho que hayan sido codiciados por los más poderosos e influyentes, desde reyes y reinas hasta estrellas del celuloide.
Estas joyas también han mostrado un valor económico estable a lo largo de la historia, comercializándose, por lo menos, desde el siglo IV antes de Cristo, de ahí que algunos expertos las consideren la primera moneda universal.
Ser conscientes de que esta maravilla de la naturaleza nos sobrevivirá miles de años, es otro factor que explica su vigorosa demanda.
La lista de coleccionistas de la gema más rutilante está encabezada por la reina Isabel de Inglaterra cuya corona está embellecida con 2.868 diamantes.
Los relojes, cada vez más valiosos
Por otro lado, en un momento en el que las cifras de venta de los relojes inteligentes se han disparado, los relojes analógicos pasan a un segundo plano.
Mientras los relojes inteligentes que recopilan datos de nuestro día a día y notifican cualquier información de nuestro teléfono se convierten en el accesorio indispensable de este siglo, los relojes de pulsera que únicamente dan la hora se quedan en el cajón. Sin embargo, lejos de depreciarse, son cada vez más valiosos y se ofrecen importantes sumas de dinero por ellos.
Tanto es así, que el mercado global de relojes y joyas usadas está creciendo un 8% anual, ascendiendo al valor de 21.000 millones de euros. Son los datos del sondeo de la consultora Boston Consulting Group que dejan claro que la demanda de este tipo de productos no solo sigue activa, sino que aumenta.
El importe a pagar por el reloj va a depender de las condiciones en las que esté, de forma que cuanto más impecable se encuentre el mismo, tendrá un valor más alto. Otro aspecto a considerar es la marca de reloj o si pertenece a colecciones exclusivas.
Vender joyas en tiempos de pandemia sigue siendo una tabla de salvación para muchas personas y familias, permitiendo que puedan afrontar las emergencias a corto plazo.
![[Img #108789]](https://madridpress.com/upload/images/01_2021/8254_5655.jpg)
Empresas de todos los sectores trabajan a diario para estar presentes en este canal. El sector joyero se ha sumado al comercio online aprovechando sus ventajas.
Moon Diamonds es una de las mayores firmas de importación y exportación de diamantes con oficina propia en la bolsa de diamantes de Amberes, que ha percibido un aumento de la compraventa de los diamantes, algo que ocurre con frecuencia en momentos de incertidumbre económica, situación en la que, actualmente, muchos países se encuentran. Lo mismo ha ocurrido con otros materiales como son el oro, las joyas en líneas generales y los relojes.
Vender joyas en Madrid es otra de las opciones que tienen quienes quieren desprenderse de alguna pieza bien sea por necesidad económica, porque les recuerda a una relación ya pasada o por cualquier otro motivo.
El oro, un metal que enamora
![[Img #108786]](https://madridpress.com/upload/images/01_2021/1703_sin-titulo.jpg)
La crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus ha catapultado el mercado del oro. Cada vez más clientes compran y venden metales preciosos y la demanda de los inversores es creciente.
El oro tiene un increíble poder de atracción sobre las personas. Es un metal que enamora. Es símbolo de riqueza y de calificaciones superlativas ya desde épocas muy remotas.
El mercado del oro ha evolucionado mucho y ha tenido muchos cambios en los últimos años. No solo por su inversión en otras joyas, sino porque este precioso metal se está utilizando para otros fines como en la gastronomía o en bienestar. Se ha demostrado que tiene propiedades antiinflamatorias, así como otros beneficios para la salud que tanto se valora últimamente.
El diamante, la gema más valiosa
![[Img #108785]](https://madridpress.com/upload/images/01_2021/5760_diamantes7.jpg)
Sin duda, el diamante es la gema más valiosa usada en joyería, una vez tallada en diferentes formas, que ostenta la mayor pureza conocida, diez en la escala Mohs.
Asimismo, es importante tasar los diamantes correctamente. Atendiendo al color, la escala más alta de calidades la componen los diamantes que van del blanco azulado, el más puro, al blanco débil.
En base a la talla, un diamante puede ser: diamante talla brillante, diamante talla princesa, diamante talla marquise, diamante talla oval, diamante talla corazón, diamante talla pera, diamante talla esmeralda y diamante talla radiant.
Tal vez por su fama de irrompibles, los diamantes han estado asociados no solo con la lealtad, sino también con el poder y la resistencia. Y es este simbolismo, combinado con la extraordinaria rareza de algunos de sus ejemplares, lo que ha hecho que hayan sido codiciados por los más poderosos e influyentes, desde reyes y reinas hasta estrellas del celuloide.
Estas joyas también han mostrado un valor económico estable a lo largo de la historia, comercializándose, por lo menos, desde el siglo IV antes de Cristo, de ahí que algunos expertos las consideren la primera moneda universal.
Ser conscientes de que esta maravilla de la naturaleza nos sobrevivirá miles de años, es otro factor que explica su vigorosa demanda.
La lista de coleccionistas de la gema más rutilante está encabezada por la reina Isabel de Inglaterra cuya corona está embellecida con 2.868 diamantes.
Los relojes, cada vez más valiosos
![[Img #108793]](https://madridpress.com/upload/images/01_2021/338_34343.jpg)
Por otro lado, en un momento en el que las cifras de venta de los relojes inteligentes se han disparado, los relojes analógicos pasan a un segundo plano.
Mientras los relojes inteligentes que recopilan datos de nuestro día a día y notifican cualquier información de nuestro teléfono se convierten en el accesorio indispensable de este siglo, los relojes de pulsera que únicamente dan la hora se quedan en el cajón. Sin embargo, lejos de depreciarse, son cada vez más valiosos y se ofrecen importantes sumas de dinero por ellos.
Tanto es así, que el mercado global de relojes y joyas usadas está creciendo un 8% anual, ascendiendo al valor de 21.000 millones de euros. Son los datos del sondeo de la consultora Boston Consulting Group que dejan claro que la demanda de este tipo de productos no solo sigue activa, sino que aumenta.
El importe a pagar por el reloj va a depender de las condiciones en las que esté, de forma que cuanto más impecable se encuentre el mismo, tendrá un valor más alto. Otro aspecto a considerar es la marca de reloj o si pertenece a colecciones exclusivas.
Vender joyas en tiempos de pandemia sigue siendo una tabla de salvación para muchas personas y familias, permitiendo que puedan afrontar las emergencias a corto plazo.
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