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Viernes, 18 de Septiembre de 2020
Remitido
Técnicas estéticas y cuidados para mejorar la salud dental
La salud bucodental es un campo de la medicina que, por desgracia, una parte importante de la población deja de lado hasta que no tienen más remedio que acudir al dentista.
Es algo que deberíamos hacer regularmente, pues no es necesario que nos duela nada para pasar una revisión, al igual que es conveniente realizarse análisis de sangre periódicamente para comprobar nuestra salud en general. Muchos de los problemas dentales podrían solucionarse rápidamente si se hubiesen anticipado en una revisión periódica, por eso vamos a repasar toda una serie de consejos y cuidados que mejorarán nuestra salud dental.
Acudir al dentista
Aunque parezca algo evidente, es el consejo más relevante. Todos los problemas que tengamos, así como decisiones estéticas a tomar, deben estar supervisadas en una clínica dental en Madrid. Independientemente de la información que podamos encontrar en internet sobre las dolencias que podamos sufrir, debemos seguir las indicaciones de los expertos titulados, pues son los máximos conocedores sobre la salud y el bienestar de nuestros dientes y encías.
Al contrario de lo que mucha gente puede pensar, los problemas de salud bucodental no afectan solamente a nuestra dentadura. Éstos aumentan en buena medida el riesgo de padecer enfermedades que pueden afectar a otras partes del cuerpo, como el cáncer, la obesidad, la diabetes, o los problemas respiratorios y cardiovasculares. Los expertos odontólogos revisarán siempre de una manera profesional los dientes y las encías, asegurándose de que todo funcione correctamente.
El bruxismo, un enemigo invisible entre la población
El bruxismo es un problema que solamente un dentista puede detectar. Los que padecen este problema, rechinan los dientes mientras duermen, provocando dolores de cabeza, mandíbula y cuello, y el desgaste dental; esto es algo que no podemos saber que padecemos hasta que un experto nos lo indica. Puede parecer un problema anecdótico, pero según varios estudios, en torno a un 70% de la población adulta padece bruxismo. Una de las opciones más recurrentes y útiles para paliar este comportamiento crónico, es la colocación de férulas para bruxismo. Para ello nos toman un molde de la parte de nuestra dentadura superior e inferior, para crear la férula personalizada y a la medida de nuestra mordida. De esta manera, esta férula normalmente fabricada de una especie de resina acrílica, que se ajusta a la perfección a la parte superior de nuestra boca, permite proteger todos los dientes del desgaste de la presión y de los chirridos provocados por el bruxismo.
En cuanto a las causas que llevan a la aparición del bruxismo, una gran número de especialistas coinciden en relacionar la problemática con el estrés del modo de vida que llevamos y que deriva en trastornos del sueño. Aunque no se descarta la inadecuada alineación de los dientes o una mala alimentación.
La estética no se puede separar del grado profesional
Últimamente se han puesto muy de moda algunas técnicas, aparatos y productos para conseguir blanquear nuestros dientes, pero esto puede generar problemas de salud graves pues no están ni recomendados por el colegio de odontólogos ni supervisados por ningún profesional, pudiendo llegar en muchas ocasiones a perder el esmalte natural tras la utilización de esos productos.
Para someternos a un blanqueamiento dental de verdad, debemos acudir a una clínica especializada, y se deben cumplir los siguientes requisitos:
- Que nuestra demanda sea analizada y supervisada por un odontólogo especializado en estética.
- No tener ninguna afección en las encías del tipo gingivitis, recesiones, hipersensibilidad dental, etcétera.
Además de todo esto, se debe asegurar que el blanqueamiento que se piense llevar a cabo, va a ser seguro, duradero y eficaz. Es por eso que después del tratamiento se esperan unas 48 horas para que se cierre el poro del esmalte y no entren impurezas, como pigmentos y azúcares en el diente. Por ello, incluso en las cuestiones estéticas, debemos consultar y contar siempre con los especialistas, sin dejar de lado en ningún momento la preocupación y la vigilancia de nuestra salud.
![[Img #103135]](https://madridpress.com/upload/images/09_2020/4237_dental.png)
Es algo que deberíamos hacer regularmente, pues no es necesario que nos duela nada para pasar una revisión, al igual que es conveniente realizarse análisis de sangre periódicamente para comprobar nuestra salud en general. Muchos de los problemas dentales podrían solucionarse rápidamente si se hubiesen anticipado en una revisión periódica, por eso vamos a repasar toda una serie de consejos y cuidados que mejorarán nuestra salud dental.
Acudir al dentista
Aunque parezca algo evidente, es el consejo más relevante. Todos los problemas que tengamos, así como decisiones estéticas a tomar, deben estar supervisadas en una clínica dental en Madrid. Independientemente de la información que podamos encontrar en internet sobre las dolencias que podamos sufrir, debemos seguir las indicaciones de los expertos titulados, pues son los máximos conocedores sobre la salud y el bienestar de nuestros dientes y encías.
Al contrario de lo que mucha gente puede pensar, los problemas de salud bucodental no afectan solamente a nuestra dentadura. Éstos aumentan en buena medida el riesgo de padecer enfermedades que pueden afectar a otras partes del cuerpo, como el cáncer, la obesidad, la diabetes, o los problemas respiratorios y cardiovasculares. Los expertos odontólogos revisarán siempre de una manera profesional los dientes y las encías, asegurándose de que todo funcione correctamente.
El bruxismo, un enemigo invisible entre la población
El bruxismo es un problema que solamente un dentista puede detectar. Los que padecen este problema, rechinan los dientes mientras duermen, provocando dolores de cabeza, mandíbula y cuello, y el desgaste dental; esto es algo que no podemos saber que padecemos hasta que un experto nos lo indica. Puede parecer un problema anecdótico, pero según varios estudios, en torno a un 70% de la población adulta padece bruxismo. Una de las opciones más recurrentes y útiles para paliar este comportamiento crónico, es la colocación de férulas para bruxismo. Para ello nos toman un molde de la parte de nuestra dentadura superior e inferior, para crear la férula personalizada y a la medida de nuestra mordida. De esta manera, esta férula normalmente fabricada de una especie de resina acrílica, que se ajusta a la perfección a la parte superior de nuestra boca, permite proteger todos los dientes del desgaste de la presión y de los chirridos provocados por el bruxismo.
En cuanto a las causas que llevan a la aparición del bruxismo, una gran número de especialistas coinciden en relacionar la problemática con el estrés del modo de vida que llevamos y que deriva en trastornos del sueño. Aunque no se descarta la inadecuada alineación de los dientes o una mala alimentación.
La estética no se puede separar del grado profesional
Últimamente se han puesto muy de moda algunas técnicas, aparatos y productos para conseguir blanquear nuestros dientes, pero esto puede generar problemas de salud graves pues no están ni recomendados por el colegio de odontólogos ni supervisados por ningún profesional, pudiendo llegar en muchas ocasiones a perder el esmalte natural tras la utilización de esos productos.
Para someternos a un blanqueamiento dental de verdad, debemos acudir a una clínica especializada, y se deben cumplir los siguientes requisitos:
- Que nuestra demanda sea analizada y supervisada por un odontólogo especializado en estética.
- No tener ninguna afección en las encías del tipo gingivitis, recesiones, hipersensibilidad dental, etcétera.
Además de todo esto, se debe asegurar que el blanqueamiento que se piense llevar a cabo, va a ser seguro, duradero y eficaz. Es por eso que después del tratamiento se esperan unas 48 horas para que se cierre el poro del esmalte y no entren impurezas, como pigmentos y azúcares en el diente. Por ello, incluso en las cuestiones estéticas, debemos consultar y contar siempre con los especialistas, sin dejar de lado en ningún momento la preocupación y la vigilancia de nuestra salud.
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