Los incendios han matado a seis personas e incinerado casi 700 edificios desde que comenzaron después de una tormenta eléctrica la semana pasada. En conjunto, los incendios han quemado casi un millón de acres, dijo la agencia el sábado.
Los incendios forestales amenazan partes del área de la bahía de San Francisco, la región boscosa cercana a la Universidad de California en Santa Cruz y una amplia franja de la zona entre San Francisco y la capital del estado de Sacramento.
ESTADO DE DESASTRE
El sábado, el presidente Donald Trump declaró el estado de desastre por los incendios, dijo la Casa Blanca. La declaración, que permite que los fondos federales se utilicen para ayudar a las personas y empresas perjudicadas por los incendios en siete condados para pagar viviendas temporales, reparaciones de casas y otras necesidades, se produjo a pesar de la amenaza de Trump a principios de esta semana de retirar la ayuda de California.
Casi 14.000 bomberos han sido desplegados en los incendios, pero la contención de los más grandes sigue siendo baja y el Estado ha solicitado apoyo adicional de otros estados y jurisdicciones locales en California, dijo CalFire.
“Están buscando otros cuerpos” para ayudar a combatir los incendios, dijo Jay Tracy, un jefe de bomberos de la ciudad de Fresno que fue desplegado como portavoz del grupo de incendios de LNU, que había quemado 314.000 acres en cinco condados, incluyendo algunos de los viñedos del estado y comunidades entre San Francisco y Sacramento.
Los bomberos han mejorado la contención del borde sur del incendio, pero se espera que los vientos lo empujen hacia el noroeste, hacia las ciudades vinícolas de Healdsburg y Guernville, dijo.
Las agencias locales como la suya están limitadas en cuanto a la cantidad de refuerzos que pueden enviar para ayudar a los bomberos del estado porque muchos de ellos todavía son necesarios en casa, mientras que el gran volumen de incendios que se están produciendo en el estado han exprimido los recursos, dijo Tracy.
Se esperan más tormentas eléctricas y el peligro de nuevos o crecientes incendios forestales es extremo, dijo el portavoz de CalFire, Daniel Berlant.
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