Tras ser avisados del suceso, que tuvo lugar en la tarde del pasado miércoles, según han explicado fuentes policiales, ambos perros fueron trasladados al Centro Integral de Protección Animal de Alcorcón (CIPA) para una valoración veterinaria, aunque finalmente no se pudo hacer nada por salvar la vida de uno de ellos.
La dueña del perro agresor carecía de la licencia municipal para la tenencia de perros de raza peligrosa y del seguro obligatorio de responsabilidad civil, además de utilizar un bozal que incumplía la normativa, motivos todos ellos por los que fue denunciada.
Los agentes han aprovechado para recordar que es obligatorio cumplir con las normas existentes en relación a la tenencia de animales potencialmente peligrosos. A los ya mencionados, habría que añadir la necesaria inscripción del animal en el registro municipal; que la correa o cadena no debe exceder los dos metros; y que, como máximo, solo se puede llevar un perro de este tipo por persona.
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