La demagogia de todos los partidos
Se me cayó el mundo en la votación sobre el ingreso mínimo vital, “la paguita”. Todos votaron a favor, incluido Vox que se abstuvo, pues todo lo que no sea un no rotundo, es votar a favor de algo perjudicial para España y los españoles, supuestos beneficiarios.
Digo españoles supuestos beneficiarios porque hay cantidad de videos que nadie ha tachado de “bulo” en los que se ve claro un multitudinario “efecto llamada”, que Caldera y ZP pagaron caro electoralmente; pero ahora el nivel de aborregamiento social es tan generalizado, que va a salir gratis o con saldo positivo. Y no me salgan Felipe, Guerra, Corcuera o Leguina criticando el camarote de los hermanos Marx, porque fueron ellos quienes iniciaron todo esto.
¿Qué fue el PER sino una antidemocrática compra de votos con cargo al erario público, en Andalucía y Extremadura?; un sistema que ha mantenido a un PSOE hegemónico en el poder, a costa de condenar a ambas regiones del sur de España al subdesarrollo permanente, porque cuando se puede vivir sin trabajar, no se trabaja, pues no hay incentivo alguno. Y por eso cuando se necesita a un agricultor, un albañil o un carpintero, a éste no le interesa trabajar salvo en la economía sumergida, o a unos precios fuera de mercado. Por lo que se pierde toda esperanza de despegue del aparato productivo y de que las rentas de la población provengan del desarrollo económico y lo refuercen. Una operación así es antidemocrática, porque lo es toda compra de votos y además porque el PSOE sólo ha abandonado el poder una legislatura, tanto en Extremadura, como en Andalucía; es decir, que no se ha superado el “test de las dos vueltas”, que Dahrendorf estableció como medida de una auténtica alternancia, inherente a la única democracia realmente existente, la de raíz liberal, con sus variantes socialdemócratas.
También el PSOE inventó las pensiones no contributivas, que sólo pueden financiarse a cargo de las contributivas, o del sistema tributario. La intención era la misma que la del PER, crear una bolsa de voto cautivo y a fin de cuentas una sociedad civil no dueña del Estado, sino dependiente de él; pero eso no lo critico de raíz, pues se resolvían algunas situaciones de injusticia en el sistema de pensiones y no se había sobrepasado aún el umbral de muerte de la sociedad civil, al que sí hemos llegado hoy en día, pues ya no es sino una serie de tinglados diversos, sostenidos por el Estado, para garantizar la hegemonía del Estado sobre la sociedad.
Me limito a recordar a los antiguos dirigentes socialistas que de aquellos polvos vinieron estos lodos, como el PER generalizado de “la paguita”, que consuma una sociedad por entero dependiente del Estado. Pese a todo, quiero agradecer a personajes como González, Guerra y otros, que tengan el valor de hablar claro, al constatar que el lodazal en que nos hemos metido puede engullir en el cieno a la propia España; pero lo que hoy vivimos sólo son los estertores del régimen del 78, su consecuencia última. Y me temo que el régimen del 78, pese a sus trampas, mediocridad y corrupción, acaso haya sido lo mejor para un país como España que quizás no dé más de sí. Ya no hay bipartidismo; pero Vox no es sino la AP de Fraga Iribarne y Podemos “la imposibilidad del cambio”, pues sus propuestas son locuras de tal calibre que sólo llevan a la destrucción. Por eso su aliado natural son los secesionistas, tan destructivos como ellos y en el caso de ERC o Bildu, igualmente bolivarianos.
Prefiero la corrupción de Pujol o Juan Carlos, a la locura y destrucción a que nos llevan estos “republicanos”. Prefiero el pragmatismo corrupto de Pujol a la República de Savonarola y me temo que a Juan Carlos, los mismos que ayer encubrían sus abusos, son quienes hoy los magnifican, pues su objetivo no es la Justicia, sino la Monarquía. Prefiero tener como Jefe del Estado a un Rey intachable, como Felipe VI, que a un megalómano como Sánchez, o un tirano como Iglesias. Recobremos la cordura, porque nuestro particular regreso al futuro nos puede conducir de vuelta al caos de la Iª República, o a la tiranía de otro Fernando VII sin corona, llevado en volandas por el mismo pueblo ignorante -hoy con títulos de papel mojado- que otrora gritó: ¡vivan las caenas!
Emilio Suñé Llinás es Catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid
Digo españoles supuestos beneficiarios porque hay cantidad de videos que nadie ha tachado de “bulo” en los que se ve claro un multitudinario “efecto llamada”, que Caldera y ZP pagaron caro electoralmente; pero ahora el nivel de aborregamiento social es tan generalizado, que va a salir gratis o con saldo positivo. Y no me salgan Felipe, Guerra, Corcuera o Leguina criticando el camarote de los hermanos Marx, porque fueron ellos quienes iniciaron todo esto.
























Breogán | Lunes, 22 de Junio de 2020 a las 10:55:22 horas
Claro, acertado, exacto y contundente. Es así lo que hay.
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