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Miércoles, 25 de Marzo de 2020
Por coronavirus
El príncipe Carlos de Inglaterra da positivo
El príncipe Carlos, heredero del trono británico, ha dado positivo en la prueba de coronavirus, dijo una portavoz. Carlos tiene 71 años.
![[Img #96132]](https://madridpress.com/upload/images/03_2020/2907_principe-carlos.jpg)
El príncipe de Gales presenta "síntomas leves", pero "por lo demás se encuentra en buen estado y trabajando desde casa en estos últimos días como de costumbre", reza la nota oficial. Su esposa, la Duquesa de Cornualles, ha dado negativo en las pruebas y ambos están aislados en su residencia de Escocia.
"No es posible asegurar dónde contrajo el príncipe el virus, dado el gran número de compromisos que ha tenido por su labor pública en las últimas semanas", ha explicado la Casa Real.
La Casa Real también ha aclarado que la reina, de 93 años, se encuentra en buen estado. Según fuentes citadas por la BBC, la última vez que vio a su primogénito fue el 12 de marzo, el último día en que el príncipe de Gales tuvo un acto público.
El brote de coronavirus ha dejado más de 8.000 casos y al menos 422 fallecidos en Reino Unido, donde esta semana el primer ministro, Boris Johnson, ha decretado el confinamiento total de la población.
La pandemia ha llevado a la Casa Real británica a modificar su agenda, cancelando fiestas y la visita de Estado que tenía previsto ofrecer en primavera al emperador de Japón. La reina también ha adelantado este año su habitual desplazamiento al Castillo de Windsor por Semana Santa.
Por otra parte, el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, dijo que el Gobierno había comprado 3,5 millones de pruebas de detección de anticuerpos del coronavirus para que las personas que sospechen que han tenido el virus puedan comprobarlo.
“Hemos comprado 3,5 millones de tests de anticuerpos que permitirán a las personas ver si han tenido el virus y son inmunes a él y que luego puedan volver al trabajo”, dijo el martes Hancock en una conferencia de prensa.
“Creemos que la gente no se contagiará, salvo en circunstancias muy excepcionales, por segunda vez”.
El director médico del Servicio Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra, Stephen Powis, también dijo que el Reino Unido había reclutado a su primera persona para un ensayo clínico de un medicamento.
EL PARLAMENTO CIERRA DURANTE AL MENOS CUATRO SEMANAS
Por otro lado, el Parlamento británico va a suspender sus sesiones durante al menos cuatro semanas a partir del miércoles como parte de los esfuerzos del Gobierno para frenar la propagación del coronavirus.
El Parlamento iba a cerrar durante tres semanas por las vacaciones de Semana Santa, a partir del 31 de marzo, pero una moción en el orden del día del miércoles propone que el receso empiece una semana antes, al aumentar el temor de que los políticos y el personal se pongan en peligro por seguir trabajando allí.
Ya se ha cerrado el acceso a las visitas y se ha reducido el número de diputados permitidos en la Cámara de los Comunes para que puedan sentarse a mayor distancia, según las recomendaciones de distanciamiento social.
La presidenta de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, también dijo el lunes que cualquier votación que tuviera lugar se adaptaría para evitar el proceso habitual, que puede implicar que cientos de parlamentarios se apiñen en una sala pequeña.
El príncipe de Gales presenta "síntomas leves", pero "por lo demás se encuentra en buen estado y trabajando desde casa en estos últimos días como de costumbre", reza la nota oficial. Su esposa, la Duquesa de Cornualles, ha dado negativo en las pruebas y ambos están aislados en su residencia de Escocia.
"No es posible asegurar dónde contrajo el príncipe el virus, dado el gran número de compromisos que ha tenido por su labor pública en las últimas semanas", ha explicado la Casa Real.
La Casa Real también ha aclarado que la reina, de 93 años, se encuentra en buen estado. Según fuentes citadas por la BBC, la última vez que vio a su primogénito fue el 12 de marzo, el último día en que el príncipe de Gales tuvo un acto público.
El brote de coronavirus ha dejado más de 8.000 casos y al menos 422 fallecidos en Reino Unido, donde esta semana el primer ministro, Boris Johnson, ha decretado el confinamiento total de la población.
La pandemia ha llevado a la Casa Real británica a modificar su agenda, cancelando fiestas y la visita de Estado que tenía previsto ofrecer en primavera al emperador de Japón. La reina también ha adelantado este año su habitual desplazamiento al Castillo de Windsor por Semana Santa.
Por otra parte, el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, dijo que el Gobierno había comprado 3,5 millones de pruebas de detección de anticuerpos del coronavirus para que las personas que sospechen que han tenido el virus puedan comprobarlo.
“Hemos comprado 3,5 millones de tests de anticuerpos que permitirán a las personas ver si han tenido el virus y son inmunes a él y que luego puedan volver al trabajo”, dijo el martes Hancock en una conferencia de prensa.
“Creemos que la gente no se contagiará, salvo en circunstancias muy excepcionales, por segunda vez”.
El director médico del Servicio Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra, Stephen Powis, también dijo que el Reino Unido había reclutado a su primera persona para un ensayo clínico de un medicamento.
EL PARLAMENTO CIERRA DURANTE AL MENOS CUATRO SEMANAS
Por otro lado, el Parlamento británico va a suspender sus sesiones durante al menos cuatro semanas a partir del miércoles como parte de los esfuerzos del Gobierno para frenar la propagación del coronavirus.
El Parlamento iba a cerrar durante tres semanas por las vacaciones de Semana Santa, a partir del 31 de marzo, pero una moción en el orden del día del miércoles propone que el receso empiece una semana antes, al aumentar el temor de que los políticos y el personal se pongan en peligro por seguir trabajando allí.
Ya se ha cerrado el acceso a las visitas y se ha reducido el número de diputados permitidos en la Cámara de los Comunes para que puedan sentarse a mayor distancia, según las recomendaciones de distanciamiento social.
La presidenta de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, también dijo el lunes que cualquier votación que tuviera lugar se adaptaría para evitar el proceso habitual, que puede implicar que cientos de parlamentarios se apiñen en una sala pequeña.
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