Domingo, 19 de Octubre de 2025

Actualizada Domingo, 19 de Octubre de 2025 a las 17:51:07 horas

Domingo, 12 de Enero de 2020

Diván frente a un Gobierno multipolar

El presidente del Gobierno nos ha endosado la composición de su nuevo gabinete a cucharadas como si fuera un jarabe del malo.

El trago amargo se ha estirado hasta la tarde de ayer en otro de esos jeribeques propagandísticos tan del gusto de los estrategas de la mercadotecnia monclovita que no deja de ser una muestra más de una dolosa interpretación de la transparencia y el rigor en lo comunicativo y la institucionalidad en un régimen liberal. El primer gobierno de coalición de nuestra democracia ha resultado un ejercicio contorsionista y funambulesco en el que las piezas del engranaje en que se fundamenta todo Ejecutivo encajan mal y además chirrían. De las dificultades para conformar una arquitectura coherente y consistente nadie puede sorprenderse. El propio Pedro Sánchez abundó en las razones por las que no convenía invitar a Unidas Podemos a formar gobierno. Hasta que eso cambió. El fruto del insomnio y de la ambición excedentaria ha cristalizado en el gabinete más caro de nuestra historia y el segundo con mayor número de carteras desde Suárez. Con todo, y seguimos con el presidente, ya se nos advirtió en su día que con el partido de los círculos en la Moncloa habría dos gobiernos y no precisamente por el precio de uno, sino por el de varios. Los nombres elegidos con la bendición de Pedro Sánchez así lo corroboran.

 

Los perfiles de los nominados retratan un conjunto poliédrico cuyas aristas no parecen precisamente inocuas. El mejunje de socialdemócratas, socialistas, comunistas, populistas, tecnócratas, catalanistas e independientes es un cóctel de digestión pesada en el mejor de los casos, con evidentes taras de identidad y coherencia, y de shock anafiláctico en el peor por incompatibilidad con el interés general. De por sí ha sido y es complejo, casi migrañoso, acompasar racionalmente el devenir de una figura como la del presidente del Gobierno, capaz de versionarse a sí mismo en múltiples presentaciones sobre un mismo particular, pero aventurarse a encontrar una explicación mínimamente aceptable a un equipo ministerial con José Luis Escriva y Alberto Garzón o Arancha González Laya e Irene Montero, es una misión siquiera imposible para los exégetas de Pedro Sánchez. De hecho, a la vista de los nombres elegidos, auguramos que la insólita comisión de seguimiento del pacto de coalición y su estricto procedimiento de supervisión tendrá trabajo a destajo.

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.86

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.