Tras el cierre de la capilla ardiente, el féretro de la reina Isabel II será trasladado a la abadía de Westminster para el funeral, que se celebrará el lunes, 19 de septiembre, a las 11:00 hora local (10:00h GMT).
El desplazamiento consistirá en un breve recorrido sobre un carro fúnebre de la Armada Real, el State Gun Carriage of the Royal Navy, que se usó por última vez en 1979 para el entierro del tío del príncipe Felipe. Entonces, el féretro estuvo escoltado por 142 marines. También se espera que el nuevo rey Carlos III y los miembros más destacados de la familia real acompañen al cortejo.
La abadía de Westminster es el templo en el que tradicionalmente se celebran las coronaciones reales, incluida la de la propia reina Isabel II en 1953. También fue el lugar elegido para su boda con el príncipe Felipe en 1947. Sin embargo, la abadía no acogía el funeral de un monarca desde el siglo XVIII, con la excepción de las exequias de la madre de la reina en 2002.
Desde que se conoció el fallecimiento de la monarca, el Gobierno británico ha ido recopilando los eventos que se están celebrando en distintas localidades del país. En algunos puntos, como Birmingham, Chester o York, se están habilitando estadios de fútbol, centros cívicos o parques públicos para poder seguir en directo el funeral de la monarca.
En la abadía de Westminster
Jefes de estado, primeros ministros y miembros de otras casas reales de todo el mundo viajarán a Londres para despedir a la reina Isabel II. Joe y Jill Biden, Emmanuel Macron, Justin Trudeau o Ursula von der Leyen son algunas de las personalidades políticas que se desplazarán hasta Londres. Mientras, las familias reales de España, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Noruega y Japón también han confirmado su asistencia. En total, se prevé que asistan unas 2.000 personas al funeral.
Buckingham Palace también ha informado que se desplazarán hasta la capital figuras vinculadas a la Mancomunidad de Naciones (la Commonwealth), la Iglesia y casi 200 personas que fueron reconocidas en el último cumpleaños de la reina, especialmente por su lucha en la pandemia contra el coronavirus o por su labor de voluntariado en sus respectivas comunidades.
Se unirán a los miembros de la familia real para recordar las siete décadas que la monarca ha estado en el trono. Al funeral también acudirán representantes de la política británica, la nueva primera ministra Liz Truss y otros ex primeros ministros del Reino Unido.
El féretro de la reina Isabel II entrará a la abadía de Westminster por la gran puerta oeste, atravesará la nave central y se colocará sobre una plataforma en el crucero. El diácono de Westminster, David Hoyle, será el encargado de conducir el servicio en memoria de la monarca. También están previsto un sermón del arzobispo de Canterbury y la lectura pasajes de la Biblia a cargo de la primera ministra, Liz Truss, y de la Secretaria General de la Commonwealth, Patricia Scotland, entre otros momentos del oficio religioso.
Entierro en Windsor
Finalizado el funeral, se guardarán dos minutos de silencio, para después entonar el himno nacional "Dios salve al Rey". Después, el ataúd de la reina Isabel II será trasladado por un cortejo fúnebre desde la abadía hasta el arco de Wellington, cerca de Hyde Park, donde habrá disparos en intervalos de un minuto por parte del Regimiento Real de Artillería.
A continuación, el féretro emprenderá su último viaje hasta el castillo de Windsor, al oeste de Londres, en un camino conocido como Long Walk ("El largo paseo"). Durante ese recorrido, que "se ha planeado teniendo al público en mente", según explica Buckingham Palace, se realizarán destacamentos por parte de las Fuerzas Armadas de la Commonwealth y el Big Ben sonará durante toda la travesía.
El entierro de la reina Isabel II tendrá lugar esa misma tarde en la capilla de San Jorge, dentro del castillo de Windsor, a las 19:30 hora local (18:30 GMT). Se espera que el propio rey Carlos III y otros miembros de la familia real se unan a la comitiva en el patio de la fortaleza. En esta ocasión, el servicio religioso lo llevará a cabo el decano de Windsor y el coro de la capilla cantará durante el mismo.
En la ceremonia, antes del himno final, la corona imperial, el orbe y el cetro, que hasta ahora se mantenían junto a la reina, se depositarán en el altar. El rey Carlos III colocará el estandarte del regimiento de infantería de los Guardias Granaderos (Grenadier Guards) sobre el féretro, mientras que el Lord Chamberlain -el funcionario con mayor rango de la casa real- "romperá" su vara de mando y la depositará encima del ataúd. Después, en un entierro privado, el cuerpo de Isabel II descansará junto a los restos de su padre, el rey Jorge VI, en la capilla que lleva su nombre.
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