Ventajas del césped artificial

 

El césped artificial está compuesto por una base de goma negra, de látex o poliuretano, y fibras de plástico, que son las que dan ese aspecto y color a hierba natural. Cuantas más largas sean estas fibras, se obtendrá un aspecto más realista, más parecido al que ofrece esta planta en la naturaleza.

 

En este sentido, cabe mencionar que se puede encontrar en muchas longitudes, desde 6/8 mm hasta 35/40 mm. La elección dependerá en buena medida del uso que se le vaya a dar, pues no es lo mismo un césped artificial para el hogar que uno para uso intensivo en instalaciones deportivas. En cuanto a la presentación, existe la opción en forma de rollos o en formato baldosa.

 

 

El precio del césped artificial con instalación incluida puede representar un coste considerable. No obstante, hay que tener en cuenta que el césped artificial no necesita riego ni otro mantenimiento de importancia. A lo largo de los años se consigue, por lo tanto, un ahorro considerable en la factura del consumo de agua y no habrá que contratar a ningún jardinero para que la mantenga sana con aditivos ni a la distancia adecuada. Por tanto, a la larga, es considerablemente más económica.  

 

Al nivel deportivo el césped artificial se emplea en deportes tan diversos como fútbol, tenis, hockey, y por supuesto el pádel. El pádel es el deporte con más crecimiento en España. Los clubs que se han especializado en este deporte tienen habitualmente un uso intensivo en sus instalaciones. El coste de instalación de una pista de pádel depende de varios elementos, como el tipo de césped artificial, la calidad de la armadura, la iluminación, la red y otros accesorios.

 

Además, como es habitual que, en estas pistas, al sufrir un uso constante, es recomendable invertir lo suficiente como para conseguir que ofrezca la máxima calidad, es decir, que resista el en buenas condiciones a lo largo de los años.

 

 

No solo en el ahorro de agua, un bien cada vez más escaso, se considera que el césped artificial es respetuoso con el entorno. Los nuevos modelos de césped artificial son, además, 100% reciclables, por lo que con su adquisición ayudamos a proteger el medio ambiente.

 

Así mismo, como tampoco requiere ningún tipo de abono ni producto químico, como los fertilizantes, se deja de contaminar el suelo.

 

 

Con el césped natural, especialmente cuando se le da el mencionado uso intensivo, siempre presentará problemas en su aspecto. Por muchas horas de mantenimiento que se le dediquen, es imposible que no aparezcan calvas por algunas zonas. Además, no en todas las temporadas luce un color verde perfecto. Con la falta de sol se vuelve marrón y con el exceso, si no tiene la suficiente cantidad de agua, acaba quemado. 

 

En cambio, instalando césped artificial se disfruta de un jardín verde y bonito durante todo el año sin importar el lugar donde sea instalado. La solución ideal para las zonas de sombra donde el césped natural no prospera.

 

 

Elegir un césped artificial de calidad ofrece tranquilidad, ya que la inversión quedará rentabilizada en muy poco tiempo.  No solo se trata del ahorro de agua, de mantenimiento y tiempo, sino que, además, su vida útil será de un mínimo de 10 años, pero en la mayoría de los casos supera los 20.

 

Una instalación de césped artificial, ya sea para un jardín privado o para un campo deportivo, resistirá las inclemencias del tiempo de cualquier zona geográfica y se mantendrá siempre en perfectas condiciones. Por este motivo, las propiedades de resistencia y durabilidad lo hacen ideal para cualquier clima, además de su alta capacidad de drenaje, que evita que se produzcan encharcamientos.

 

 

Esta es otra de las grandes ventajas del césped artificial que se unen a su escaso cuidado. Su limpieza es muy sencilla. Para quitar restos de hojas o suciedad, basta con barrerlo con un cepillo de cerdas duras, no metálicas, para no dañar las fibras o la base.  En caso de mayor suciedad, que tenga manchas o se haya derramado algún tipo de producto, será suficiente con mojarlo y frotarlo con agua diluida con un detergente no abrasivo.