Pero no. Pedro, no. Porque no sabe. Ni tampoco se entera -la cabeza parece que no le debe dar para más- de que esos detalles tienen mucha relevancia social y, sobre todo, diplomática. No obstante, lo irrefutable es que él se ha asegurado de que posaba medianamente bien. Porque su apariencia la cuida con demasiado ahínco. Pero ya se sabe que el ego es bastante traicionero y suele jugar muy malas pasadas al vanidoso. Y si no que se lo pregunten al rapero Kanye West.
Así que se cree Pedro el fatuo que en las fotos le miramos solo a él. Y no. Hay asuntos, objetos y personas que son más importantes para España que su amañada semblanza. Y lo que ocurre en una mesa de negociación se puede inmortalizar para, a posteriori, comprobar el hecho en las hemerotecas. O en los archivos de documentación. Que esos sí que tienen memoria, porque Pedro ya sabemos que no.
Así que lo que prevalecerá de ese momento concreto -y quedará para la posteridad- no va a ser el traje que llevaba el presidente de la pandemia en España. Tampoco si Pedro iba bien peinado. O si tenía más o menos canas que anteayer. O si calzaba sus alpargatas ‘trending topic’ de andar por casa. O unos prohibitivos zapatos de Alessandro Galet.
Lo que esa fotografía va a conservar para siempre, a no ser que se invente Pedro una nueva ley de desmemoria histórica, es que España le importa más bien poco, por no decir nada. Y, sobre todo, que no es ni medianamente avispado para saber que el rey feudal de Marruecos le está mandando un mensaje al mundo. Y no es precisamente muy halagador.
Hay un dicho popular que está incendiando últimamente las redes que dice: “No pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió; porque no hay mayor tirano que el sirviente convertido en amo”. Y a Pedro le pasa un poco eso. Ha servido tanto, se ha agachado tanto, que ahora parece que tenemos que rendirle pleitesía solo a él. Y por aquí ya no.
Santiago Abascal al hilo de todo esto ha publicado en Twitter la misma fotografía de la discordia, pero invertida. De tal forma que el escudo de la bandera de España queda del derecho y son ellos los que están del revés. Es posible que la cosa no sea para tanta guasa. Sobre todo porque no vaya a ser que se caigan y se hagan más daño en la cabeza. Porque con la excusa de otro nuevo golpe a Pedro le pueden colar en Marruecos más cosas de las que ya le pretendían meter. Y a buen seguro que quedarán para los anales. Y es que antes parecía que a Pedro todo le iba boca arriba en Rabat, pero resulta que ahora también le va boca abajo.
David Lavilla | Lunes, 11 de Abril de 2022 a las 15:03:48 horas
Estimado lector. Estimado Rufino.
Gracias por los comentarios que hace en nuestro periódico. En relación a su pregunta, yo pienso que no hace falta ser extremista para saber respetar nuestra España democrática (por ahora) y su simbología. La identidad de una nación, y el arraigo y pertenencia a ella, también viene establecida por su escudo y su bandera, entre otras muchas cosas más. Y si el presidente de nuestro país no cuida de todos estos detalles que nos representan como nación es que no merece el honor de dirigir ni si quiera una comunidad de vecinos. O la Rúe del Percebe.
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