Tras conocer la condena

Se suicida el padre de la víctima del kamikaze de la M-50

El conductor ha sido condenado a 8 años de cárcel por el homicidio de Víctor López

Francisco López, padre de Víctor López, el joven de 20 años que murió en un accidente de coche provocado por un kamikaze en la M-50, se ha suicidado. El hombre, que padecía desde la fecha del accidente una depresión, no ha podido superar el dolor de perder a su hijo, fallecido un año después de la muerte de su hermano Roberto.

 

Según ha adelantado El Español y ha confirmado la Guardia Civil a Antena 3 Noticias, el hombre apareció ahorcado en una cancha de baloncesto. Francisco López puso fin a su vida días después de conocer la sentencia contra Kevin Cui, condenado a ocho años de prisión por embestir su coche contra el de Víctor López mientras circulaba en sentido contrario, a gran velocidad y bajo los efectos del alcohol.

 

En la sentencia, los magistrados condenaron al Kevin Cui como autor de un delito de conducción con manifiesto desprecio por la vida de los demás y de un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas en concurso con un delito de homicidio doloso, con la atenuante de reparación del daño.

 

En su declaración, el acusado manifestó que no recordaba nada de esa mañana tras venir de una noche de fiesta en un karaoke con sus amigos, solo que tenía sueño y que se saltó la salida de su casa.

 

El juicio contra Kevin Cui se celebró entre el 17 y el 27 de septiembre. La familia de Víctor recogió entonces para pedir que se endurecieran las penas en los delitos de tráfico y que se cumplieran las penas en su integridad.

 

La abogada de la familia de la víctima solicitó tras la lectura del veredicto del jurado 14 años de cárcel para el acusado, mientras que la Fiscalía pidió 9 años y medio al considerar las atenuantes de alcoholemia y reparación de daños, ya que Kevin Cui indemnizó a la familia con 87.000 euros.

 

Fue la primera sentencia en Madrid por dolo en relación a un delito contra la seguridad vial.

 

La sentencia siguió el criterio del veredicto del jurado popular, que consideró probado que el kamikaze de la M-50 era "plenamente consciente" del riesgo para la vida que conllevaba su conducta.