Conocemos al despacho penalista experto en denuncias falsas

 

Si atendemos al concepto de lo que supone una denuncia falsa, lo primero que tenemos que destacar es que interponerlas es un delito penal que se recoge en el Título XX (Delitos contra la Administración de Justicia), Capítulo V (de la acusación y denuncia falsas y de la simulación de delitos), artículo 456 del Código Penal, que recoge este hecho punible: “Los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, imputaren a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal, si esta imputación se hiciera ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación (...)”

 

En base a ello la ley, artículo 456.1 del Código Penal, también recoge las penas que recaerán sobre quien cometa un delito de denuncia falsa, como son: Pena de prisión de seis meses a dos años y multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito grave; Pena de multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito menos grave; Pena de multa de tres a seis meses, si se imputara un delito leve.

 

Pero a pesar de la claridad que puede parecer que arroja el Código Penal, solo un abogado penalista será capaz de matizar estos elementos, ya que no debemos confundir una denuncia falsa con aspectos similares como: Delito de falso testimonio o Simulación de delito. Aspectos concretos que conocen muy bien en Ospina Abogados, calificado como uno de los mejores despachos penalistas de la actualidad, donde Juan Gonzalo Ospina, socio-fundador del despacho y la letrada Beatriz Uriarte, experta en violencia de Género, sexuales y económicos, han logrado ser una referencia tanto en desmontar denuncias falsas contra sus clientes como en representar a quienes recurren a ellas como elemento de beneficio económico. 

 

Entre sus casos más mediáticos podemos destacar la absolución que lograron para A. D., un empleado informático de 37 años que tras comprar un BMW X6 en Alemania por 24.000 euros con un préstamo, y cuando intentó vender el vehículo en Madrid, para sacar un beneficio, le robaron el coche y meses después acabó siendo imputado por simulación de un delito y con una petición de tres años de prisión. Una rocambolesca historia que destapó el modus operandi de una banda dedicada al robo de coches. 

 

A principios de 2020 una mujer denunció ante la policía que había sufrido un robo con violencia en el portal de su casa y en el interior de su vivienda, pero por un inesperado giro de los acontecimientos acabó siendo ella la denunciada por denuncia falsa. Ante esta situación el despacho penalista, con informes médicos y las videograbaciones del portal del domicilio de la cliente, logró concluir que la denuncia era verdadera y no estaba basada en hechos falsos.

 

Muy recientemente Ospina Abogados se tenía que poner en el lado contrario representando a una joven que interponía una denuncia falsa ante el supuesto robo de su Iphone valorado en 1.300 euros en las fiestas de San Sebastián de los Reyes. Tras las diligencias practicadas por la policía, y tener estos fundadas sospechas de que la versión expuesta no concordaba con las pesquisas policiales, contactaron con la joven para tomarle declaración como investigada por ser autora de un delito de denuncia falsa y estafa al seguro del terminal. El abogado penalista Juan Gonzalo Ospina logró reconducir la situación corrigiendo en base a la ley el testimonio de su representada y logrando, en un caso que pudo complicarse mucho para su clienta, la absolución de la misma. 

 

“Los casos que exponemos son solo un puñado de ejemplos de las múltiples acepciones que pueden adquirir las denuncias falsas. Un elemento muy pernicioso para la justicia que se debe tratar con sumo cuidado dadas las duras consecuencias que pueden acarrear al acusado de resultar finalmente culpable. Mi recomendación como letrado es que este tipo de casos se pongan en manos solamente de despachos con amplia experiencia demostrable y así evitar errores fatales que podemos acarrear durante mucho tiempo” nos declaraba Juan Gonzalo Ospina en su despacho afincado en el madrileño barrio de Salamanca.