La niñera supercalifragilisticoespialidoso
Supercalifragilisticoespialidoso es una de mis palabras favoritas, aunque no esté en el diccionario. Pero dice Mary Poppins que es un término que describe muy bien el estado de ánimo de una persona que triunfa. Y una buena niñera de eso sabe mucho.
Yo creo que en estos malos tiempos todos deberíamos decir esa palabra muy a menudo para ser más felices. Seguro que ahora mismo lo está haciendo usted. E incluso está cantando la canción.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
¡Buah!, si no lo hace es que no ha visto nunca la película de Julie Andrews y Dick Van Dyke. O eso, o necesita urgentemente una niñera como Mary Poppins que le haga sonreír. Aunque, pensándolo bien, yo creo que la mayoría de nosotros necesitamos una Julie en nuestras vidas.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Imagínese que alguien le dé jarabes de colores con un poco de azúcar al acostarse para pasar un poco mejor la pandemia. Que le ordene la habitación en un santiamén. Que hable con sus mascotas. Y, sobre todo, que ordene la casa y se encuentre todo hecho al llegar, después de un día duro de trabajo entre metro y autobús.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Piénselo bien. Una niñera que te lleve volando a todos los sitios sin mascarilla con un paraguas. Y además siempre al lado de un deshollinador, `Chim chin chery´, para trepar juntos todas las chimeneas que fueran menester. Y poder llegar a lo más alto para verlo todo mejor.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday. ´
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Piénsenlo. Eso sí que sería Supercalifragilisticoespialidoso. Pero claro, estas cosas solo pasan en el cine.
El otro día leí que Pamela Lyndon, la propia autora del libro en el que se basa esta historia, no era tan buena como parecía. Dicen las malas leguas que separó con no muy buenas artes a dos niños gemelos y que se quedó en adopción con el que parecía mejor. Que era una déspota y una mala persona. Y por supuesto que hacía todas esas cosas que suelen pasar en las casas de las mejores-peores familias.
Y es que claro, todo este mundo mágico, de color, solo sucede en las películas de Walt Disney. Hoy en día debe ser muy caro contratar un servicio tan profesional como este. Yo calculo que por lo menos el sueldo debe andar por los 50.000 euros brutos anuales. Bueno, debe costar eso y también habría que pagar el maravilloso peaje que va con el cargo. Ese que constate que la niñera supercalifragilisticoespialidoso mantiene en vigencia el carné del partido que gobierna un país.
Yo creo que en estos malos tiempos todos deberíamos decir esa palabra muy a menudo para ser más felices. Seguro que ahora mismo lo está haciendo usted. E incluso está cantando la canción.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
¡Buah!, si no lo hace es que no ha visto nunca la película de Julie Andrews y Dick Van Dyke. O eso, o necesita urgentemente una niñera como Mary Poppins que le haga sonreír. Aunque, pensándolo bien, yo creo que la mayoría de nosotros necesitamos una Julie en nuestras vidas.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Imagínese que alguien le dé jarabes de colores con un poco de azúcar al acostarse para pasar un poco mejor la pandemia. Que le ordene la habitación en un santiamén. Que hable con sus mascotas. Y, sobre todo, que ordene la casa y se encuentre todo hecho al llegar, después de un día duro de trabajo entre metro y autobús.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Piénselo bien. Una niñera que te lleve volando a todos los sitios sin mascarilla con un paraguas. Y además siempre al lado de un deshollinador, `Chim chin chery´, para trepar juntos todas las chimeneas que fueran menester. Y poder llegar a lo más alto para verlo todo mejor.
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday. ´
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Piénsenlo. Eso sí que sería Supercalifragilisticoespialidoso. Pero claro, estas cosas solo pasan en el cine.
El otro día leí que Pamela Lyndon, la propia autora del libro en el que se basa esta historia, no era tan buena como parecía. Dicen las malas leguas que separó con no muy buenas artes a dos niños gemelos y que se quedó en adopción con el que parecía mejor. Que era una déspota y una mala persona. Y por supuesto que hacía todas esas cosas que suelen pasar en las casas de las mejores-peores familias.
Y es que claro, todo este mundo mágico, de color, solo sucede en las películas de Walt Disney. Hoy en día debe ser muy caro contratar un servicio tan profesional como este. Yo calculo que por lo menos el sueldo debe andar por los 50.000 euros brutos anuales. Bueno, debe costar eso y también habría que pagar el maravilloso peaje que va con el cargo. Ese que constate que la niñera supercalifragilisticoespialidoso mantiene en vigencia el carné del partido que gobierna un país.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.131