Se trata de una persona con varias condenas de larga duración a cumplir por delitos contra la vida, la integridad sexual y otros. Había llegado al centro recientemente para realización de diligencias en juzgados de Madrid por otras causas pendientes. Y había tenido incluso una pelea con otro de los residentes de la cárcel.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 18 horas de ese día cuando en el departamento de ingresos del Centro Penitenciario de Estremera el interno J.A.D.C, de unos 45 años, avisó por interfonía de que se ha "chinado".
Entonces, en la celda se personaron los funcionarios del departamento y el Jefe de Servicios, quienes comprobaron que el reo tiene unos pequeños cortes, por lo que le ordenaron que saliera de la celda para ir al departamento de Enfermería. Pero el interno se negó y cuando fueron a avisar a más funcionarios para sacarle de allí, saltó la alarma de incendios.
Y es que ese interno había incendiado el colchón de su celda, que había colocado sobre la puerta con la intención de que cuando abrieran la celda, cayera sobre los funcionarios, ha detallado los informantes. Tras apagar el fuego, comprobaron que en la celda había objetos varios y ropa que dificultaban el acceso.
Finalmente, lograron llegar al interno, que está tumbado en el suelo inconsciente. Fue llevado urgentemente al departamento de Enfermería y posteriormente trasladado con pronóstico grave en un helicóptero del Summa a un centro hospitalario con quemaduras en la parte superior del cuerpo e inhalación de humo.
La Agrupación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) ha destacado en una nota de prensa la rápida intervención de los funcionarios de servicio en el departamento y al resto de funcionarios del centro que "con su gran profesionalidad se ha salvado al interno y al resto".
RIESGOS
Esta asociación se queja de que los funcionarios de prisiones arriesgan sus vidas a diario para salvaguardar la de los internos, "careciendo de los medios necesarios, con una formación insuficiente para actuar como bomberos y equipamiento, sin traje ignifugo y una escasa cantidad de efectivos para afrontar estas situaciones en la que la vida y la muerte se resuelven en breves minutos".
COBRAR UN SALARIO COMO EL DE CATALUÑA
Por ello, la APFP ha reclamado al Ministerio del Interior un estatuto propio como marco normativo, el pase al grupo B del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias, el reconocimiento de los trabajadores penitenciarios como agentes de la autoridad, adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas táser y un incremento de las plantillas "para ajustarlas a las necesidades reales de los centros penitenciarios y así minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios, así como una actualización retributiva con la equiparación salarial con los compañeros de Cataluña, ya que a igual trabajo igual sueldo".
En la misma línea, la asociación profesional 'Tu abandono te puede matar' ha subrayado la "encomiable entrega" de los funcionarios, pero que actúan "sin indumentaria adecuada para la actuación ni formación específica continua para todo el personal del establecimiento".
"Una vez más es el factor humano el que consigue evitar que ni en el incendio ni durante la necesaria evacuación de las zonas afectadas, se hayan producido más perjudicados u otros altercados, poniendo de manifiesto la necesidad que desde la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias y el Ministerio de Interior se tomen medidas necesarias que doten de efectivos, medios, equipación y preparación a los profesionales del ámbito penitenciario que desarrollan su labor en condiciones precarias y de manifiesto abandono", ha añadido la entidad en una nota de prensa.
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