Elaboran 10.000 mascarillas
Las redes vecinales alimentan a más de 20.000 personas
Las redes vecinales de solidaridad de la capital alimentan a más de 5.800 familias, una cifra que supera las 20.000 personas en los 58 espacios de apoyo mutuo recopilados por la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM), muchos de ellos asociaciones federadas, ha informado la entidad.
Esta solidaridad es posible gracias a más de 6.100 personas voluntarias que participan en esas 58 redes vecinales. Desde el inicio del estado de alarma hasta el 30 de abril han atendido peticiones de ayuda de 10.076 hogares.
Todas estas cifras se están quedado pequeñas, advierten desde la federación vecinal, ante una demanda de comida y productos de primera necesidad que no para de crecer, "hasta el punto de que en algunos lugares se ha duplicado en estos días de mayo".
"La crisis económica y social derivada de la pandemia del Covid-19 está golpeando con fuerza a la ciudad, en especial a los barrios más vulnerables, generando una legión de familias que, muchas veces por primera vez en su vida, se ven en la dura tesitura de solicitar alimentos y productos básicos de higiene personal y de limpieza", han descrito en la FRAVM.
Ante unos Servicios Sociales "absolutamente desbordados" dado que sólo en el mes de marzo recibieron 33.514 peticiones de ayuda alimentaria, "una cifra parecida a la de todo 2019", unido a que mantienen una plantilla similar a la que existía antes de la llegada de la pandemia, "muchos de estos hogares recurren a las redes vecinales que, a pesar de sus escasos recursos, ofrecen una respuesta inmediata".
Con el paso de los días, la prioridad de las redes ha ido mutando y aunque no han dejado de prestar ayuda a las personas que forman parte de los grupos de riesgo en labores como la*realización de compras de productos y medicamentos, acompañamientos sanitarios, paseo de animales domésticos, soporte psicológico o asesoría laboral y de vivienda, la mayoría dedica hoy buena parte de sus esfuerzos a conseguir y distribuir comida a familias que no pueden obtenerla por otros medios o a través de otras entidades o instituciones.
Ahí es donde entran las despensas solidarias. En la última semana se han puesto en marcha en puntos de la ciudad como Arganzuela, Valdezarza (Moncloa) y Los Cármenes (Latina). La despensa solidaria de Los Cármenes-Caño Roto arranca con la demanda de 50 familias (unas 200 personas), un dato que, por tratarse de mayo, no está incluido en los casi 6.000 hogares que reciben alimentos de la suma de todas las redes.
Este fenómeno de solidaridad ciudadana no es exclusivo de la capital. Está muy presente en otros municipios grandes de la región como Leganés, Móstoles, Alcorcón, Coslada, San Fernando de Henares, Rivas o Getafe, y en localidades pequeñas como Galapagar, Fresnedillas de la Oliva o Collado*Villalba, cita la FRAVM.
DONACIONES DE PARTICULARES, ONG, ASOCIACIONES Y COMERCIOS DE BARRIO
De las 58 redes de la capital que ha recopilado la FRAVM, 51 distribuyeron alimentos desde el inicio del confinamiento hasta el 30 de abril. En este tiempo han repartido comida a un total de*5.828 familias y 20.265 personas. En la mayoría de los casos, los alimentos procedían de donaciones de vecinos y vecinas particulares, ONG y asociaciones y comercios y otras pequeñas empresas de sus barrios.
El 84 por ciento de esas redes distribuye productos que consigue de esta manera, ya sea a través de donaciones en especie como de dinero en metálico. Cada vez son más las redes y asociaciones vecinales que han creado una cuenta bancaria para recaudar dinero para ayudas de primera necesidad.
El 16 por ciento de las redes restantes reparte comida procedente de los Servicios Sociales de las Juntas de Distrito o de la Escuela de Hostelería de Santa Eugenia, donde la Fundación World Central Kitchen, del chef español José Andrés, elabora a diario varios miles de raciones, que luego reparte de la mano de redes como la Plataforma de Trabajadores en Paro de San Blas Canillejas o la Red de Villaverde Alto, una de las primeras con las que llegó a un acuerdo en este sentido.
Como estos repartos no permiten cubrir toda la demanda del barrio, ese 16 por ciento de redes distribuye también productos propios. Es el caso de la Red de Villaverde Alto o de las de Orcasur y Moscardó (Usera), Bellas Vistas (Tetuán) y Somos Tribu Vallecas, que además de colaborar con los Servicios Sociales de sus Juntas en el reparto de sus comidas, han puesto en marcha despensas o bancos de alimentos para complementar las ayudas públicas, "a todas luces insuficientes para cubrir la demanda actual de todas las familias demandantes".
AYUDAS DE LAS JUNTAS ESCASA O SIN TENER EN CUENTA LAS ALERGIAS
Redes como Orcasur o La Prospe denuncian que la comida que reciben algunas de sus familias procedentes de sus Juntas es demasiado escasa para nutrirlas adecuadamente, por lo que se ven obligadas a suministrar complementos.
La Red de Villaverde Bajo, por su parte, subraya que Servicios Sociales mantiene contratos de servicios de comida preparada que no tienen en cuenta alergias o alimentos prohibidos para ciertas religiones.
La FRAVM demanda "una intervención pública de gran calado para atender las necesidades básicas de su población" y, en concreto, "una implicación de las administraciones con las redes mucho mayor". La Federación ha presentado al Ayuntamiento propuestas como la creación de una cocina solidaria en cada distrito o la cesión de espacios públicos para despensas solidarias.
ELABORAN 10.000 MASCARILLAS Y 7.000 PANTALLAS
Por otro lado, las redes vecinales de la capital han elaborado con sus propios recursos 10.000 mascarillas y más de 7.000 pantallas individuales, ha informado la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) en un comunicado.
Estos materiales de protección sanitaria han sido entregados en residencias de mayores, centros de salud, hospitales y otros establecimientos en los que trabajan profesionales que están en la primera línea de lucha contra la Covid-19.
Según los datos de las redes de la capital, éstas han elaborado con sus propios medios más de*10.000 mascarillas y más de 7.000 pantallas individuales de plástico, además de miles de trajes protectores.
Algunas redes como la de Centro llevan varias semanas recogiendo material informático destinado especialmente a estudiantes que carecen de ordenador o tablet. Ya ha recibido 200 donaciones de este tipo.
Esta solidaridad es posible gracias a más de 6.100 personas voluntarias que participan en esas 58 redes vecinales. Desde el inicio del estado de alarma hasta el 30 de abril han atendido peticiones de ayuda de 10.076 hogares.
Todas estas cifras se están quedado pequeñas, advierten desde la federación vecinal, ante una demanda de comida y productos de primera necesidad que no para de crecer, "hasta el punto de que en algunos lugares se ha duplicado en estos días de mayo".
"La crisis económica y social derivada de la pandemia del Covid-19 está golpeando con fuerza a la ciudad, en especial a los barrios más vulnerables, generando una legión de familias que, muchas veces por primera vez en su vida, se ven en la dura tesitura de solicitar alimentos y productos básicos de higiene personal y de limpieza", han descrito en la FRAVM.
Ante unos Servicios Sociales "absolutamente desbordados" dado que sólo en el mes de marzo recibieron 33.514 peticiones de ayuda alimentaria, "una cifra parecida a la de todo 2019", unido a que mantienen una plantilla similar a la que existía antes de la llegada de la pandemia, "muchos de estos hogares recurren a las redes vecinales que, a pesar de sus escasos recursos, ofrecen una respuesta inmediata".
Con el paso de los días, la prioridad de las redes ha ido mutando y aunque no han dejado de prestar ayuda a las personas que forman parte de los grupos de riesgo en labores como la*realización de compras de productos y medicamentos, acompañamientos sanitarios, paseo de animales domésticos, soporte psicológico o asesoría laboral y de vivienda, la mayoría dedica hoy buena parte de sus esfuerzos a conseguir y distribuir comida a familias que no pueden obtenerla por otros medios o a través de otras entidades o instituciones.
Ahí es donde entran las despensas solidarias. En la última semana se han puesto en marcha en puntos de la ciudad como Arganzuela, Valdezarza (Moncloa) y Los Cármenes (Latina). La despensa solidaria de Los Cármenes-Caño Roto arranca con la demanda de 50 familias (unas 200 personas), un dato que, por tratarse de mayo, no está incluido en los casi 6.000 hogares que reciben alimentos de la suma de todas las redes.
Este fenómeno de solidaridad ciudadana no es exclusivo de la capital. Está muy presente en otros municipios grandes de la región como Leganés, Móstoles, Alcorcón, Coslada, San Fernando de Henares, Rivas o Getafe, y en localidades pequeñas como Galapagar, Fresnedillas de la Oliva o Collado*Villalba, cita la FRAVM.
DONACIONES DE PARTICULARES, ONG, ASOCIACIONES Y COMERCIOS DE BARRIO
De las 58 redes de la capital que ha recopilado la FRAVM, 51 distribuyeron alimentos desde el inicio del confinamiento hasta el 30 de abril. En este tiempo han repartido comida a un total de*5.828 familias y 20.265 personas. En la mayoría de los casos, los alimentos procedían de donaciones de vecinos y vecinas particulares, ONG y asociaciones y comercios y otras pequeñas empresas de sus barrios.
El 84 por ciento de esas redes distribuye productos que consigue de esta manera, ya sea a través de donaciones en especie como de dinero en metálico. Cada vez son más las redes y asociaciones vecinales que han creado una cuenta bancaria para recaudar dinero para ayudas de primera necesidad.
El 16 por ciento de las redes restantes reparte comida procedente de los Servicios Sociales de las Juntas de Distrito o de la Escuela de Hostelería de Santa Eugenia, donde la Fundación World Central Kitchen, del chef español José Andrés, elabora a diario varios miles de raciones, que luego reparte de la mano de redes como la Plataforma de Trabajadores en Paro de San Blas Canillejas o la Red de Villaverde Alto, una de las primeras con las que llegó a un acuerdo en este sentido.
Como estos repartos no permiten cubrir toda la demanda del barrio, ese 16 por ciento de redes distribuye también productos propios. Es el caso de la Red de Villaverde Alto o de las de Orcasur y Moscardó (Usera), Bellas Vistas (Tetuán) y Somos Tribu Vallecas, que además de colaborar con los Servicios Sociales de sus Juntas en el reparto de sus comidas, han puesto en marcha despensas o bancos de alimentos para complementar las ayudas públicas, "a todas luces insuficientes para cubrir la demanda actual de todas las familias demandantes".
AYUDAS DE LAS JUNTAS ESCASA O SIN TENER EN CUENTA LAS ALERGIAS
Redes como Orcasur o La Prospe denuncian que la comida que reciben algunas de sus familias procedentes de sus Juntas es demasiado escasa para nutrirlas adecuadamente, por lo que se ven obligadas a suministrar complementos.
La Red de Villaverde Bajo, por su parte, subraya que Servicios Sociales mantiene contratos de servicios de comida preparada que no tienen en cuenta alergias o alimentos prohibidos para ciertas religiones.
La FRAVM demanda "una intervención pública de gran calado para atender las necesidades básicas de su población" y, en concreto, "una implicación de las administraciones con las redes mucho mayor". La Federación ha presentado al Ayuntamiento propuestas como la creación de una cocina solidaria en cada distrito o la cesión de espacios públicos para despensas solidarias.
ELABORAN 10.000 MASCARILLAS Y 7.000 PANTALLAS
Por otro lado, las redes vecinales de la capital han elaborado con sus propios recursos 10.000 mascarillas y más de 7.000 pantallas individuales, ha informado la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) en un comunicado.
Estos materiales de protección sanitaria han sido entregados en residencias de mayores, centros de salud, hospitales y otros establecimientos en los que trabajan profesionales que están en la primera línea de lucha contra la Covid-19.
Según los datos de las redes de la capital, éstas han elaborado con sus propios medios más de*10.000 mascarillas y más de 7.000 pantallas individuales de plástico, además de miles de trajes protectores.
Algunas redes como la de Centro llevan varias semanas recogiendo material informático destinado especialmente a estudiantes que carecen de ordenador o tablet. Ya ha recibido 200 donaciones de este tipo.





















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