Tres de cada cinco madrileños cambian su dieta durante el confinamiento

Así, casi el 80 por ciento de la población entre 25 y 34 años y el 73 por ciento de entre 18 y 24 años afirman haberse vueltos más conscientes de su alimentación. En Madrid, durante la cuarentena se ha incrementado la ingesta de fruta (67%), vegetales (52%), producto fresco (44%) y ha disminuido el consumo de bollería (40%) y de carne (30%).

Además, los madrileños han optado por cocinar en casa (41%), los que los ha llevado a aumentar el picoteo entre horas (38%), más por aburrimiento (56%) que por preocupación (42%), pero también a disminuir los pedidos a domicilio (36%) y el consumo de comida congelada (32%).

Por otro lado, tres de cada diez madrileños han optado por más alternativas vegetales de lo habitual durante el confinamiento, y dos de cada 10 asegura haber utilizado más ingredientes de origen vegetal en sus platos. La salud (62%), el consumo de alimentos ricos en Omega3 para fortalecer el sistema inmunológico (43%), la curiosidad por probar nuevas recetas (33%), y la sostenibilidad (32%) han sido los principales motivos de este giro de la dieta hacia una dieta vegetal.

El no poder hacer ejercicio de forma habitual, ha causado que los madrileños presten más atención a lo que comen (34%). En este contexto, la cocina se ha convertido en la actividad estrella entre los madrileños, son los que más han cocinado durante el confinamiento (66%), solo por detrás de los murcianos (69%).

Por último, ha indicado que ocho de cada diez madrileños tienen el propósito de mantener estos nuevos hábitos saludables y un mayor consumo de productos de origen vegetal cuando pase la cuarentena, y el 79 por ciento apuesta por mantener en el tiempo una alimentación más sana y sostenible.

Los principales propósitos de los madrileños tras el fin del confinamiento según este estudio incluyen: aumentar la compra de producto fresco (58%), evitar picar entre horas (55%), mantener la práctica de cocinar más a menudo en casa (49%), optando por alimentos más saludables y sostenibles (50%) y priorizando alternativas de origen vegetal (23%). Eso sí, volviendo a comer fuera, práctica que echa de menos cerca de la mitad de los madrileños (47%).