El cese educativo y el calor llevan a padres, niños y abuelos a los parques

El propio consejero de Educación y Juventud, Enrique Ossorio, puntualizada en rueda de persona que el fin de las clases presenciales durante quince días, que ha entrado en vigor este miércoles, tiene como objetivo evitar los grandes flujos de gente hacia los centros educativos y contener con ello la expansión del virus.

Las zonas infantiles del Parque del Retiro se encontraban llenas de niños, carritos de bebés y cuidadores, a pesar de que desde las instituciones públicas se ha trasladado que no es recomendable la concentración de menores, quienes, a pesar de que suelen experimentar síntomas muy leves, pueden transmitirlo.

Además, se suma el hecho de que es más complicado que sigan las medidas de contención como, por ejemplo, la distancia de seguridad, estornudar en la cara interna del codo o extremar la higiene en las manos.

De hecho, el director del Centro de Coordinación y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, advirtió de que la medida podía conlelvar el riesgo de que los menores, al ser principalmente asintomáticos, puedan transmitirle el virus a grupos de riesgo, como las personas mayores; ya que los abuelos suelen ser el principal recurso de los padres para que se encarguen de los niños mientras trabajan; esta es una de las razones por las que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha pedido a las empresas que faciliten el teletrabajo de sus empleados.

La petición, encaminada a la conciliación laboral en esta situación extraordinaria, es también una de las puestas de Ossorio, quien ha pedido al Gobierno central, quien tiene las competencias, que tome medidas para garantizar la armonización de la vida laboral de los padres y el cuidado de los niños, al menos durante los 15 días que durará --en principio--- este cese educativo.