Rectificaciones y olvidos de Gabilondo
El candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, tiene por delante una campaña complicada y no solo porque el PP de Ayuso salga como el gran vencedor en todas las encuestas, sino por el papel que le está obligando a jugar su propio partido.
A su clamoroso 'no pactaré con Iglesias', le siguió la obligada rectificación impuesta por el PSOE, que celebraría por todo lo alto una reproducción en Madrid del Gobierno de coalición social-comunista. Así que a Gabilonso no le quedará más remedio que dejarse conducir por Iglesias llegado el caso, ahora que Sánchez se ha desecho de él.
En esa línea de aclarar o no los posibles acuerdos postelectorales, el autoconsiderado 'soso' candidato socialista sale ahora con que no quiere que haya un gobierno de la 'Plaza de Colón' en alusión a la famosa foto de Casado y Abascal juntos, olvidando y queriendo hacer olvidar a los votantes que en esa foto también aparecía Rivera, por entonces líder de Cs, ese partido al que Sánchez quería utilizar para sus estrategias de aprendiz de brujo y al que acabó haciendo el abrazo del oso.
Sería paradójico que el partido que causó el terremoto político que ha desembocado en la convocatoria de las elecciones del 4-M tuviera la llave del gobierno de Madrid. Quizá por ello Gabilondo haya borrado a Rivera del acto de las tres derechas, con la esperanza de que Bal, la mano derecha de Arrimadas, le regale llegado el caso el bastón de mando de la Puerta del Sol.
A su clamoroso 'no pactaré con Iglesias', le siguió la obligada rectificación impuesta por el PSOE, que celebraría por todo lo alto una reproducción en Madrid del Gobierno de coalición social-comunista. Así que a Gabilonso no le quedará más remedio que dejarse conducir por Iglesias llegado el caso, ahora que Sánchez se ha desecho de él.
En esa línea de aclarar o no los posibles acuerdos postelectorales, el autoconsiderado 'soso' candidato socialista sale ahora con que no quiere que haya un gobierno de la 'Plaza de Colón' en alusión a la famosa foto de Casado y Abascal juntos, olvidando y queriendo hacer olvidar a los votantes que en esa foto también aparecía Rivera, por entonces líder de Cs, ese partido al que Sánchez quería utilizar para sus estrategias de aprendiz de brujo y al que acabó haciendo el abrazo del oso.
Sería paradójico que el partido que causó el terremoto político que ha desembocado en la convocatoria de las elecciones del 4-M tuviera la llave del gobierno de Madrid. Quizá por ello Gabilondo haya borrado a Rivera del acto de las tres derechas, con la esperanza de que Bal, la mano derecha de Arrimadas, le regale llegado el caso el bastón de mando de la Puerta del Sol.






















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